Lucier

Ashly

  • -Wow si que es atractiva. -Me dije a mi mismo en voz alta. Sentí una conexión al instante pero supuse que era porque hace tiempo que no hacía esto… ella estaba saliendo de un lugar demasiado feo, parecía un lugar antiguo donde vendían películas o algo parecido.
  • -Bueno Lucier, esto no debe de tomar más de un mes o padre se enfurecerá. -Me dijé en voz alta. Me paré en la misma banqueta en la que se encontraba ella y esperé pacientemente.
  • -Por fin terminé el trabajo, hora de ir a casa. -En cuanto la escuché decir eso, una brillante idea surgió de mi increíblemente perfecto ser.
  • -¡Bum, yo Lucier deseo que se le descomponga su auto! –Wow me duele admitirlo, pero esto de traer el infierno a la vida de una persona es divertido, tomé asiento sobre la azotea de un edificio y sonriendo esperé lo más divertido, verla sufrir.
  • -Agh este auto, no entieno nada, hace rato estaba funcionando bien. Bueno, supongo que hoy es un día muy lindo para caminar. -Dijo la Ashly (la chica.)
  • -Jajajaja…. espera ¿Qué? ¿Un… un lindo día para caminar? -Estaba listo para reír un poco y ella sale con un. 
  • -“buEnO, suPOngO qUe es un lINDo día para caMInaR”- Esto debe ser una muy mala broma, okay no pasa nada, tengo un plan B. -Yo Lucier deseo que llueva. -Bum, comenzó a llover.
  • -¿En serio? –Escuché decir a Ashly.
  • -Punto para mi. -Dije junto con mi baile de la victoria.
  • -¡Me encanta la lluvia! –Agregó ella en tono alegre. Esto no está pasando, ósea si, tengo milenios que no hacía esto pero yo nunca fallo, seguro mi padre me esta haciedo una mala broma solo para que yo fracase y vuelva al infierno.

Me fui a mi casa y como era de esperarse estaba la fiesta a todo lo que da, yo olvidé el fracaso de hoy y me puse a festejar…

  • -Lucier, ¿jugamos policías y ladrones? -Se acercó una chica muy atractiva, con una voz seductora.
  • -No Sofia, no estoy de humor. -Dije empujándola cuidadosamente.
  • -Nunca habías rechazado a alguna mujer o al menos no me habías rechazado a mi, ¿qué te ocurre? -Preguntó ella.
  • -¡Nada! solo no quiero y ya. –La verdad es que no podía dejar de pensar en como no logré hacerla enojar, pero mañana lo lograré. Solo trataré de molestarla tres veces por día, tengo cosas más importantes que hacer que fastidiar a una chica ordinaria. 

 

(Al día siguiente)

 

Un día nuevo y hoy vamos a comenzar con el trabajo, salí y la encontré en el mismo lugar de ayer, ella iba entrando con una bolsa en su mano, la bolsa por lo que yo imagino contiene comida, y aquí es donde entro yo.

  • -Yo Lucier deseo que se le caiga la bolsa de comida. –Tal como lo deseé, a ella se le cayó su comida, sonreí victoriosamente, es imposible que alguien no se enoje cuando su comida se le cae, pacientemente la observé y vi su cara de frustración mientras se agachaba por la bolsa, cuando ella miró adentro de la bolsa la vi sonreír.
  • -Ufff gracias a Dios no se cayó nada, la comida sigue bien. –Ella sonrió, tomó la bolsa y entró.
  • -¡Definitivamente es una maldita broma!  –Saqué mis alas y me fui directo a mi casa.
  • -Joven Lucier ya está su desayuno. –Me dijo mi chef, me fui al comedor principal y traté de comer, pero estaba tan enojado que realmente no quería ni tocar la comida, tomé el plato y lo arrojé. 
  • -¡Agh! ¡MALDITA SEA¡ ella tiene que ser un mal chistel, es imposible que no haya llogrado nada, nadie puede ser inmune a mis poderes. -Me levanté, me salí de mi casa y fui directo a buscar a esa chica. Después de horas buscándola por fin la encontré, estaba entrando en un hospital y yo tengo la idea perfecta, voy hacer que la saquen de ese hospital.
  • -Hola, habitación 582. -Le dijo Ashly con su voz irritante a la secretaria.
  • -BYE, BYE. –Dije en voz alta, solo fue cuestión de segundos y ella ya estaba fuera del hospital, la sacaron y ahora solo me falta hacer una cosa, que llueva. La lluvia comenzó a caer y bueno, no la vi enojada pero tampoco la vi sonreír, yo sonreí no victoriosamente ya que no logré hacer más que ponerla triste, pero siempre es un buen avance. -Bueno señorita Ashley un gusto, me despido y la veo mañana. –Le dije mientras regresaba a casa. Obviamente ella no me puede escuchar, cuando estoy en mi forma de demonio es imposible que yo me vuelva visible ante cualquier ojo humano, al menos que yo se lo permita, solo los demonios y los ángeles pueden verme y oírme. En cuanto llegué a mi casa fui directo al bar.



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En el texto hay: ciencia ficcion, romance

Editado: 28.05.2021

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