Lucier

Jefe, ¿todo bien?

  • -Jefe, ¿todo bien?
  • -Ehh si claro, dejame aquí… tú… tú tienes el resto de la semana libre. -Agregué.
  • -Gracias jefe, él sonrió y se fue. –Quería sacar mis alas, pero mejor opté por teletransportarme al bar, en cuanto llegué me puse una hoodie con gorrito para que me cubriera un poco de la cara, al entrar había dos guardias.
  • -Ocupo pasar. –Les dije amablemente.
  • -Sin invitación usted no entra. -Respondió uno de los que estaban en la entrada.
  • -¿En serio? De cualquier forma entraré pero si ustedes insisten… deseo que me dejen entrar.
  • -Una sincera disculpa señor Arcángel, por favor pase. –Dijo un idiota, entré y lo primero que hice fue dirigirme a donde se encontraba el dueño del bar, cuando entré el señor estaba sentado en su oficina, tenía dos armas sobre la mesa, precipitadamente él tomó una y me apuntó al pecho.
  • -¿Quién es usted?  -Me preguntó mientras cargaba el arma.
  • -Mejor le recomiendo que baje el arma, si no quiere salir lastimado. -Dije lo más amablemente posible.
  • -Jajajaja si claro, mejor usted quítese el gorro y la capucha y ya veré si le disparo o no.
  • -Con esa actitud de “Chico rudo” no va a lograr nada, puedo sentir tu miedo, así que te diré que yo solo vengo hacer negocios, yo sé que eso le gusta a usted señor Arturo. -Dije con una sonrisa en mi perfecto rostro.
  • -¿Co… cómo sabe mi nombre? -Dijo con una voz temblorosa.
  • -Solo digamos que el infierno tiene un lugar reservado para ti, ahhhh y viene con todo y tú nombre. –Él tomó el arma y me disparó, antes de que la bala tocara mi piel yo tomé la bala con mi mano derecha, este don (poder controlar el tiempo) es gracias a mi madre y me a sido muy útil hasta ahora. Él disparó otra vez, esta vez la bala rebotó en mi pecho, yo hice una expresión de desagrado, no podía sentir ningún tipo de dolor físico pero que alguien se atreviera a dispararme no es algo que me agrade mucho.
  • -¿Cómo es eso posible? -En su voz se podía escuchar el miedo, emocionalmente se sentía aún más fuerte.
  • -Arturo… -Dije dando un paso más cerca de él.
  • -Le exijo que se quité la capucha y la gorra. -Me interrumpió.
  • -¿Me está exigiendo?¿Usted a mi? Es mejor para usted si no me la quito, usted podría tenerme miedo… mucho miedo. –Lo dije por muchas razónes, una de ellas es porque ya que no estoy con Ashly mis ojos son rojos de nuevo, y por desgracia olvidé los lentes en el café, además si un humano viera mi forma demonio muy probablemente tenga que ir a un psicólogo de por vida, pero claro que si ve mi forma de ángel quedaría fascinado, pero este no es uno de esos caso donde seré bondadoso.
  • -No le tengo miedo a nada, ni a nadie. –Dijo él en tono demandante, lo que él no sabe es que yo podía sentir su miedo.
  • -Deberías de tenerme miedo, porque soy tú peor pesadilla, pero usted lo pidió. –Me quité la gorra y la capucha, al levantar mi cabeza vi el reflejo de mis ojos rojos en un espejo que se encontraba ahi, y para mi suerte ahora tenía cuernos. -¡¿Es en serio?! -Me dije en voz alta.
  • -U… usted ¿Quién es? –Dijo Arturo con una voz temblorosa mientras se pegaba a la pared. 
  • -Soy su peor pesadilla, eso ya lo sabe… pero es MUY reconfortante el saber que usted no le tiene miedo a nada ni a nadie, ¿verdad? Ahora… yo venía hacer negocios así que escucheme bien, número uno, no me gusta en lo absoluto que usted sea el primer humano en saber mi secreto, así que solo me presentaré rápido, mucho gusto soy Lucier Arcángel Kamil y quiero comprar su bar. -Dije con mi sonrísa perfecta.
  • -¡No usted es el demonio ayuda! El… el bar es todo suyo. –Salió corriendo.
  • -No no, espere, tome este dinero… nahhhh mejor no, de igual forma usted es malo, le pediré a algún demonio que cuando usted llegue al infierno le den la mejor vista. Bueno, es hora de comenzar a mejorar este lugar. Oigan, ¿quién es el encargado principal? –Grité.
  • -Soy yo. -Entró un señor de mediana edad, al verme se quedó en shock.
  • -Oohh lo siento tanto de verdad, es que yo olvidé ponerme la gorra. –Dije mientras me ponía de nuevo la gorra. -Una pregunta, ¿aún se ven los cuernos? –El señor sin poder hablar asintió con la cabeza, me volví a acomodar la gorra. -¿Todavía se ven? –Le volví a preguntar, esta vez dijo que no con la cabeza.
  • -Lamento este incómodo y traumatico momento, ahora… ¿En que estábamos? Ahhh si claro, mucho gusto soy Lucier y soy el nuevo dueño. –Él señor seguía sin poder decir nada. -Oookkkaaayyyy solo necesito que suba el salario de la trabajadora Ashly Thorne y que solo trabaje los sábados 2 horas, y no quiero que nadie le ponga un dedo encima, si alguien se lo pone me avisan, porque querré a ese tipo solo para mí. Me retracto eso no sonó bien, lo quiero para mi pero no de esa forma, tampoco quiero que sepan que este lugar tienen un nuevo dueño, usted solo haga esos arreglos y tómese unas vacaciones, se ve que las necesita y por favor un aumento para usted por lo del susto, si ocupa terapia o algo… yo lo pagaré… bueno eso era todo, adiós… ahhh y por lo que acaba de ver… lo siento, espero se pueda quedar en secreto. –Salí como una persona normal, me hubiera gustado teletransportarme o volar, pero el señor ya había visto demasiado, muy propablemente si hubiera hecho alguna otra cosa para salir le habría dado un infarto… pobre hombre. Regresé a mi casa y me paré frente al espejo y me convertí en demonio, quería ver que más había cambiado en mi, cuando me vi me quedé un poco extrañado, soy el primer príncipe en tener alas y cuernos, se veía un poco chistoso para ser honestos, pero era un verdadera ventaja, cuando aprenda a controlarlo bien, podré sacar solo mis alas y hacer bromas diciendo que soy su ángel guardián que viene a cuidarlo y que si van desnudos por la calle irán directo al paraíso, y si se portan mal solo mis cuernos y mis ojos rojos y listo, esto está mejorando, ahora solo quiero esperar que mis alas no se vayan… me acosté e intenté dormir, pero con los cuernos me fue imposible, tal vez esto no sería tan genial después de todo.



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En el texto hay: ciencia ficcion, romance

Editado: 28.05.2021

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