Edwin Swithen estaba con las manos en los bolsillos recorriendo la sala de estar en la casa de Ares. Miró cada rincón de la casa imaginándose lo sucedido mientras que los demás detectives tomaban nota y fotografía de las condiciones en las que se encontraban el cuerpo de Ares. Él paso sobre el cadáver para subir la escalera, y entre los escalones vio gotas y manchas de sangre.
-¡Oye! -Llamó la atención de un policía-. ¿El testigo dijo que le disparó desde arriba?
-No, señor.
Edwin bajó los escalones hasta él.
-Dijo que el entró y tenía a la mujer en el piso ensangrentada.
Se imaginó a Lucille en el piso.
-Él se le abalanzó y le disparó. Cuando fue a casa a pedir ayuda la chica ya no estaba.
-¿Justo aquí fue eso?
El policía asintió. Edwin siguió caminando por la sala tratando de imaginarse aquellas horas antes y la localidad de Lucille.
-¿Qué crees que ocurrió? -Dijo Virginia apareciendo detrás de él-.
Edwin llevó la mano a su boca.
-Si estaba herida como logró alejarse tanto. No hay sangre en la puerta ni en el patio. ¿Cómo lo hizo?
Virginia se cruzó de brazos.
-¿Por qué huyó?
-Porque esta hundida en problemas y acusaciones. -Replicó Virginia-.
-Quizás tenía miedo. -Virginia soltó una risa burlesca alejándose del-. La sangre, las heridas. No hay reportes que haya llegado a un hospital y si ese hombre le enterró un cuchillo Lucille ya debe estar muerta.
-¿Y de done sacó tantas fuerzas como para gritar tanto tiempo? -Preguntó Virginia-.
Virginia sacudió la cabeza.
-Señor. -Un policía apareció entre ellos y le pidió que lo siguiera-.
Subieron al segundo piso hasta el baño en donde Edwin se colocó guantes para tocar la ropa sucia que estaba tendida en el piso. La ropa de Ares estaba limpia mientras que la de Lucille estaba ensangrentada. La metieron dentro de una bolsa de pruebas.
-¿Será su sangre? -Dijo Virginia-.
-No lo sé. Solo su ropa tiene.
Virginia colocó los ojos en blanco al no entender ni poder imaginarse nada antes de esto.
-Ares parecía alguien serio. ¿Por qué trataría de matarla? -Se preguntó Virginia sin casi moverse-.
-Porque quizás ella lo hizo antes.
Virginia quedó atónita con las acusaciones tan francas contra Lucille.
-¿Qué? -Manifestó Edwin-. Lucille estuvo en nuestras carpetas por ser sospechosa del asesinato de Verónica Lawrence. Todo el tiempo culpo a William, tiempo después el apareció muerto con una carta de suicidio en donde las teclas de su computador estaban las huellas de Lucille. Ahora…Ares.
Virginia rascó su cabeza sabiendo que todo lo que decía Edwin era cierto.
-¿La pregunta es como lo hace y por qué? Debe haber algo relacionado entre todos.
Ambos se quedaron mirando sin decir nada.
-Robert también murió por su culpa. -Dijo Virginia alejándose de Edwin-. Estoy segura.
Ella bajó las escaleras para salir de su casa. Edwin se le quedó viendo mientras que volvía a guardar sus manos en sus bolsillos al momento de soltar un suspiro. Miró sus zapatos de charol.
Por otro lado, Lucille observó sus zapatillas sucias de tanto caminar por tierra y calle. Entró a una tienda antes de que cerrara y compró dos cajas de tinturas de pelo color anaranjado con el número 8.4.
Las pagó y las guardó en su bolso. Caminó y caminó por las calles en cuales una vez mató un hombre dándolo un ataque luego de que su corazón no recibiera oxígeno. Pasó horas sentadas en una escala esperando que su milagro pasara.
Cuando el sol comenzaba a salir estaba en el momento que se había dado por vencida, apareció su sombra en el piso haciéndose cada vez más pequeña al momento de acercarse. Satha se puso frente a ella sujetando su mochila con una mano frunciendo el ceño mirándola de abajo hacia arriba. Lucille no se percató de su presencia luego de varios segundos. Al levantar la cabeza vio su nuevo corte de cabello rapado a un lado y abrió sus ojos al reconocerla.
-Cuanto tiempo ¿No? -Dijo Satha sonriendo a un lado-.
Lentamente Lucille se levantó del piso sujetando su bolso acomodándola en su hombro derecho. Soltó un suspiro al mirarla con preocupación.
-No creo que estés aquí por casualidad. -Lucille negó con la cabeza-. ¿Quieres saber cómo terminó la historia?
-No. -Lucille abrió su bolso mostrándole las tinturas-. Quiero que me devuelvas un favor.
Satha miró entre cerrando sus ojos soltando una risa.
-Voy a la escuela ahora.
-Necesito…-Lucille se le acercó-…necesito este favor.
Satha la miró haciéndose un paso hacia atrás y apretó la cuerda de su mochila. Lucille se hizo una coleta.
-¿Tienes dinero? -Lucille asintió con la cabeza-. Tenemos que hacer tiempo, mi madre debe irse al trabajo. Tengo hambre, no desayuné.
Lucille puso los ojos en blanco, pero soltó una risa. Lucille caminó delante de ella siendo seguida por Edwin sin darse cuenta. Él permanecía en su auto con el Diablo sentado junto a él viendo el caminar de Lucille para luego mirarse entre ellos dos y sonreír.
Ambas fueron a una cafetería en donde Satha llegó a comerse la comida de Lucille. Su hambre se llevaba acumulando de dos días. Notó los ojos rojos de Lucille, pero no preguntó nada, al igual que la cicatriz de su cuello. Ella se le quedó viendo aún más cuando Lucille parecía nerviosa moviendo su pierna una y otra vez. La curiosidad se apoderó de Satha diciendo con una voz suave y la boca con migas de pan:
-¿Qué te ocurrió?
Lucille levantó la mirada sin decir nada ni frunciendo el ceño.
-Tienes una mancha de sangre en el cuello.
Rápidamente soltó la coleta que hace poco tiempo se había hecho. Se agregó el pelo sin replicar nada.
-Quizás no tenemos mucha confianza, pero ambas conocemos la peor parte de nosotras. O de lo que somos capaces de hacer.
Editado: 25.04.2020