Diciembre 2025
Esperaba con ilusión la Navidad o el Año Nuevo, momentos en los que hubiese deseado que me trajeran regalos y compartíamos buenos momentos en familia, creando recuerdos hermosos.
Pero yo nunca tuve eso, y no siento que merezca algo tan hermoso.
Aquel monstruo, dueño de las llamas del infierno que consumen estas cuatro paredes, ha destruido la única esperanza que me quedaba para seguir viviendo. Mi madre desapareció, huyó sin mí, dejándome atrás. En un mensaje frío, en una página arrugada, me regaló muchas verdades que jamás quise escuchar. Me abandonó, se fue y me dejó sola, perdida en el dolor, el sufrimiento, sin importarle. Puso su bienestar por encima de todo, me dejó de lado, mientras yo pensaba, durante tres años, que era el centro de su mundo. Pero al parecer se cansó, se rindió y decidió pensar solo en ella, dejándome a la deriva, al borde del abismo, viendo un futuro desolado y sintiendo que, tal vez, lo único que queda es arrojarme de manera voluntaria.
Se fue sin mí y, con ella, destruyó toda la esperanza de salir de aquí.
La mujer que decidí proteger durante meses, aquella por la que me sacrifiqué, ahora me ha demostrado que solo era un monstruo más que me despoja, me destruye, y ve mi sacrificio como una oportunidad para abandonarme. Creí que me amaba más de lo que en realidad lo hacía, pero parece que solo era amor a medias.
¿Acaso no merezco que alguien me quiera de verdad?
Querido diario, ahora lo único que tengo eres tú. La soledad me inunda, y lo que antes era el refugio de mis pensamientos, hoy se ha convertido en una cárcel que me consume, congelando mi alma.
¿Y sabes cuál fue mi regalo de Navidad, querido diario? Quitarme mi inocencia y mostrarme la cruel realidad...
Febrero del 2025
Me miro en el espejo y lo único que veo es un cuerpo que repudio, una piel que ya no siento mía. Me siento inmunda, como si estuviera cubierta de algo que jamás podré quitar. Soy solo un objeto, una cosa que usan, mancillan y luego olvidan, dejándome aquí, con el vacío y la repulsión.
En la ducha, el agua quema mi piel, pero no lo suficiente. Froto con rabia, con desesperación, como si pudiera arrancar cada huella, cada rastro de sus asquerosas y repugnantes manos en mi cuerpo. Pero no importa cuánto lo intente; no puedo borrarlo, no puedo escapar de la suciedad que siento dentro de mí. Las lágrimas caen y se mezclan con el agua, nublando mi vista mientras mi mente grita en un sufrimiento que parece no tener fin.
La vida ya no tiene color, solo un gris pesado que me aplasta a cada paso. Estoy atrapada en una agonía constante, en una soledad que me devora. Este diario es lo único que tengo, pero me siento patética escribiendo aquí, vertiendo mi dolor en páginas mudas que no pueden entenderme.
¿Qué sentido tiene? Estoy sola en un mundo que me ha convertido en su víctima, un lugar que se siente como un castigo constante.
No hay nadie, no queda nada. ¿Por qué debería seguir? Quiero desaparecer, huir de las garras de ese monstruo que me roba todo lo que soy. Pero no hay salida. Estoy atrapada, hundiéndome en esta espiral de asco y desesperación, preguntándome cuánto más puedo soportar antes de desmoronarme por completo.
Marzo 2025
¿Soy ella o soy yo?
Si realmente soy ella, ¿por qué el nombre que pronuncian no resuena en mi interior?
¿Quién es ella? ¿Quién soy yo?
¿Por qué insisten en llamarme de una forma que no siento mía? ¿Y si, en el fondo, soy aquello que intento negar, aquello que mi mente rechaza aceptar?
¿Soy quien creo ser, o simplemente soy un reflejo de lo que otros necesitan que sea? ¿Soy el espejismo que él desea?
¿Por qué, en cada contacto, en cada mirada, encuentro ecos de un nombre que no siento propio, pero que no me resulta extraño?
¿Soy ella o soy yo?
¿Soy aquello que él ama porque lo que era antes ya no existe? ¿O soy la sombra de alguien que nunca fue suficiente para él?
Soy aquella a quien alguna vez llamaron Brusela, entre risas y ternura o Lucero en momento de compañía amena y verdadera. Pero también soy aquella que alguna vez llamaron madre y que ahora solo se reconoce como Rosa Collins...
¿Quién soy realmente? ¿Ella, yo, o algo más?
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Editado: 18.01.2025