Luka, tengo algo que decirte

SIETE


Poco a poco, los invitados comenzaron a retirarse.

Marinette veía con cierto pánico cómo el barco se iba vaciando. Cada persona que se despedía de ellos, era un paso más para que el momento decisivo ocurriera.

Varias ocasiones, cuando Luka salía a buscar alguna cosa, entraba a su habitación o se alejaba del grupo por algún motivo, Marinette se lo pensaba dos veces antes de intentar seguirlo.

Sentía los ojos de Alya en su nuca, pero a pesar de su presión, siempre se quedaba de piedra sin saber cómo caminar.

Esperaba un rato para llenarse de valor, pero cuando por fin se decidía a ir tras sus pasos, él regresaba y su oportunidad de encararlo se disolvía.

Si Luka de verdad le correspondía, no debía ser tan difícil pedirle un beso. Pero para una mente con un deje de infantilismo como lo era la de Marinette, su petición sonaba ridícula y vergonzosamente tímida.

¿Cómo era posible, que la heroína número uno, guardiana de los miraculous, habiendo ganado en la gran batalla y derrotado a un súper villano, se acobardara por un simple beso?

Sin duda, su situación era para sentirse humillado.

"Soy una tonta", pensó sosteniendo un vaso de refresco, y observó su rostro decaído en el reflejo. "Ni siquiera sé lo que debería decirle".

—Marinette Dupain Cheng —perpleja, alzó los ojos hacia Chloe, quien se encontraba con la frente altiva analizando todo su atuendo, no importaba si era el mismo de todos los días.

—¿Qué quieres Chloe? —sí, habían hecho las paces y por supuesto que se habían apoyado la una a la otra en la batalla, pero eso no significaba que en ocasiones, de manera esporádica, en su reciente amistad resurgiera uno que otro sentimiento negativo merodeando por ahí.

Como si un paso en falso destruyera aquel avance entre las dos.

Sin embargo, como se había vuelto su costumbre, Chloe no reaccionó como esperaba.

Alzó la esquina de su boca, enarcó una ceja y se posó a su lado, mirándose las uñas.

Luego procedió a ignorarla.

"¿Y ahora qué le pasa?", Marinette esperó alguna palabra mordaz, una mirada cargada de superioridad o que, por lo menos, le echara un vistazo con mueca burlona.

No ocurrió nada de eso. De hecho, hace tiempo que Chloe no la trataba con ese... respeto.

—¿Aburrida de la fiesta? —preguntó la rubia, repasando su alrededor—. No te culpo, mi mami organiza cosas mejores, ya sabes, desde que me lleva a cada uno de sus viajes no ha parado de organizar fiestas en mi honor.

—Eso es bueno oírlo.

—¡Lo sé! —hizo un movimiento de reojo, pero fue tan fugaz que Marinette creyó haberlo imaginado—. Aun así, los primeros días me sentí muy enfurecida.

—¿En serio? Qué sorpresa.

Chloe resopló.

—Se lo más sarcástica que quieras. Hoy tienes suerte, no siempre estoy de humor para oírtelo decir.

—Es porque tú siempre tienes mal humor —su sonrisa se ensanchó cuando, esta vez, Chloe se limitó a dejar de responder—. Descuida Chloe, en serio me alegra que hayas pasado más momentos con tu madre. He de decir que me preocupaba mucho que estuvieras más tiempo akumatizada que junto a ella.

—Mi madre jamás fue de las que hacían de niñera —tomó el vaso que Marinette había estado sosteniendo, le dio un largo trago y se lo tendió de vuelta—. Pero te lo agradezco.

—¿Cómo dices? —parpadeó, tomando el vaso de regreso de manera inconsciente, incapaz de procesar que aquellas palabras habían salido de esos labios.

—Escuchaste bien —¿aquello que había en sus mejillas era... rubor?—. Te agradezco lo que hiciste. Tuviste la oportunidad de cumplir el sueño de tu vida en el modelaje y me lo cediste a mí. Te odiaba porque al principio no quería de tu lástima... pero aun así te... te lo agradezco.

Muda. Esa era la única palabra que inundaba sus pensamientos. Simplemente no tenía algo bueno qué decir, o al menos, nada que pudiera superar la declaración de Chloe.

¡De Chloe!

Cuando la chica se dio la vuelta para hacer frente a su reacción, Marinette no se preocupó por disimular su asombro.

—¿Por qué me estás mirando así? ¡Y cierra esa boca! No soy una alienígena o una extraña cosa a la que debes mirar fijamente.

—¡Lo siento! Es... es que me sorprendiste, eso es todo.

—¿Y por qué siempre cree la gente que debo tratarlos con desprecio? O sea, lo hago pero ¿por qué tomárselo demasiado personal?

—Mucha gente de la ciudad fue akumatizada por ti, no es sorpresa que lo único que esperen es que los infravalores.

—La gente es muy sensible —guardó una pausa, dubitativa—. Yo siempre tuve que guardarme mis emociones, ¿desprecio? ¿Qué saben ellos del desprecio? Cuando pasas la mayor parte de tu niñez preguntándote por qué lo único que tienes es un tierno oso de peluche, el desprecio se vuelve rutinario. Deberían agradecerme.

Marinette iba a replicar, pero entonces se lo pensó mejor. No era la indicada para intentar convencer a Chloe de lo contrario.

Se limitó a no contestar.

—¿Qué? ¿Te he dejado sin argumentos? —Marinette no respondió—. ¿Ahora me estás haciendo la ley de hielo? Se suponía que habíamos pasado esta etapa, ¿hay algo nuevo que quieras decirme? ¿Una enseñanza moralista que deseas recriminarme?

—Antes de que hiciéramos las paces, lo habría hecho —confirmó con voz neutra—. Pero ahora, supongo que no soy yo la que debe hacerte cambiar de opinión, Chloe. Sé que tarde o temprano te darás cuenta que expresar lo que sientes es mejor que guardarte el rencor y el menosprecio de la gente.

Eso la había dejado boquiabierta.

—Pues tú... tú estás...—bufó—. Ni siquiera sé por qué estoy hablando contigo. Quise venir a ayudarte con Luka y terminé usándote de psicóloga, qué ridiculez.

—¿Que quisiste qué? —si antes se había quedado muda, ahora su mente estaba en blanco.

—¡Eres fácil de leer, Dupain Cheng! —exclamó exasperada, alzando los brazos en alto—. No dejas de observarlo como un tesoro lejano, como si fuera un... un miraculous súper poderoso al que tienes miedo de usar. No todos tienen esa suerte de ser correspondidos... Bueno, Alya y Nino son una excepción, y ahora Luka y tú... ¡¿Si tanto se gustan por qué no te acercas, le pides lo que quieres y ya está?! —dejó escapar un gruñido—. A veces no sé cómo es que llegamos a ser amigas.



#5732 en Fanfic
#20902 en Otros
#6136 en Relatos cortos

En el texto hay: romance juvenil, miraculous ladybug, lukanette

Editado: 16.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.