Cap 18

La noche del domingo llegó tan rápido como un parpadeo, escuchar las pisadas fuera del pasillo me ponían nervioso, hoy no le abrí la puerta, deje al señor Thomas afuera, no se atrevería a hacer un escándalo en el pasillo, los vecinos llamarían a la policía por escándalo público.

Me acomodo en el sillón sin despegar la mirada de la puerta, ya había anochecido, no veía la hora en que mi tía apareciera por esa puerta.

Escucho murmullos fuera del apartamento y me levanto del sillón, escucho como mueven la perilla y seguido de eso la puerta se abre, veo a mi tía con el semblante serio, ya sabía cómo había quedado el caso... Mi tía perdió la custodia, seguro estaba enojada, está pasa por mi lado sin verme, me quedo quieto y escucho como la puerta del apartamento se cerraba, volteo a ver y el señor Thomas a entrado.

Habían pasado varios minutos en silencio, nadie dijo o hizo algo, yo me quede sentado en el sillón ya que mi tía estaba parada junto a la ventana de la sala... El señor Thomas yacía junto a ella.

Los miro un par de segundos y me levanto del sillón para ir a la que ahora sería mi habitación... Camine hasta llegar a esta y cerré con seguro, ni siquiera sé porqué se lo ponía, de todas formas al despertar la puerta estaba abierta...

Hubo varios minutos en los que no pude conciliar el sueño, me moví varias veces en mi sitio, aún no escuchaba ruido ahí afuera, me levanté y fui a la cama de mi primo, el pensar como serían las cosas ahora me aterraba...

Me había acercado a la ventana, sitio donde me quedé un buen rato hasta que empezó a llover, las gotas de lluvia comenzaban a chocer contra el vidrio, me quedo viendo cómo algunas chocaban y creaban una gota más grande y resbalaban, dejo de ver hacia ese sitio cuando la puerta de la habitación se abre.

La veo acercarse a mi apresurada, veo al señor Thomas unos segundos y este está sonriendo, deje de verlo ya que mi tía me tomo del rostro haciendo que la mire, me ve unos segundos y luego suelta mi rostro.

-No puedo creer que solo estuve un par de horas fuera y ya te comportas como un salvaje, Thomas vino para hacerme un favor y no puedes respetar?, como te atreviste a golpearlo.

-Yo?!, ¿acabas de ver mi mejilla y dices que yo lo golpee?

-No me hables así, ya no quiero que digas nada, Thomas ya me a explicado todo, dijo que ese golpe te lo diste cuando te escapaste del apartamento, no quisiste obedecer y eso es lo que obtienes y aparte de eso, que vergüenza me haces pasar... Por Dios, te aceptaria que anduvieras con esas cosas ahorita solo si fuera una niña, pero un chico, maldita sea contigo no haces nada bien, como se te ocurre salir con un niño, que dirán los vecinos, la gente... Pensé que no podrías seguir arruinandome la vida, pero veo que me equivoque.

-Eso no es cierto!

Alce la voz ante tales acusaciones, eso no había sucedido así, de que estaba hablando, siento la mejilla arder, veo a mi tía y está me ve enojada

-No me vuelvas a alzar la voz, no soy uno de tus amiguitos a mi me respetas, entiendes o quieres que te haga entender?

La veo y no digo más nada, bajo la mirada y solo escucho que deja salir un suspiro... Escucho que se gira y comienza a salir de la habitación, me relajo al saber que está vez no me golpeó.. lo de mi primo la puso mal, quiero entenderla, pero seguro mañana será peor...

Antes de salir por completo de la habitación se gira y me ve.

-Mañana no irás a clases, que vergüenza...

Sale del todo, cerro la puerta y yo me quedé viendo hacia ese sitio por solo unos segundos, después de eso me quedé viendo hacia aquel callejón.

A la mañana siguiente no pude ir a clases, traía las mejillas moradas, al parecer si me había golpeado fuerte y en ese momento no lo sentí así.

Me quedo viendo a mi tía la cual está sentada frente a mi mientras toma su café, yo sigo aquí ya que el señor Thomas aún no se va y sigue en la habitación de mi tía.

-Puedes dejar de verme, eres tan molesto, busca algo que hacer maldita sea...

Deje de verla y me levante para salir pero mi cometido fue interrumpido por mi tía, la cual se levantó de su silla me miró molesta, no entendía el porqué... ¿Ahora que había echo?

-Sabes qué?, ya estoy harta de ti, de tu presencia en este sitio, estoy harta de convivir contigo, de tener que mantenerte, ojalá te hubieras muerto junto con Beth, me has arruinado la vida, maldito sea el día en que decidí que vivieras conmigo.

La veo y siento una sensación extraña en mi pecho, está me golpea en el rostro tan fuerte que yo caigo al suelo, estando ahí comenzó a golpearme más, me patio, me golpeó con los puños y después hizo que me parará, las lágrimas ya estaban fuera, mi cuerpo dolía, ya no quería esto, la veo y sigo llorando esta me ve con asco, levanta su mano y la deja caer con fuerza sobre mi rostro, sigo llorando y siento que las piernas me tiemblan, caigo al suelo aún sintiendo como las lágrimas recorrían mis mejillas.

-Harta es como me tienes.

Escucho lo que dice, sus pisadas se van alejando y yo me quede en la sala llorando sin saber que hacer... ¿Qué podía hacer?, no tenía a dónde ir, ya no tenía familiares a los que acudir.

Levantó mi mano para tocar mi labio inferior, sentía que esté me dolía, lo toque y miré mi mano, tenía sangre.

Sentía un ardor horrible en mi rostro, los brazos y estómago me dolían, me levanté para ir al baño mientras aún sentía como las lágrimas se resbalaban por las mejillas.

Intento comprender que pasó, mi tía se puso como loca, lavo mi rostro varias veces hasta que me siento limpio, miro mis mejillas en el pequeño espejo que permanecia arriba del lavamanos...

...

Al siguiente día cuando quise ir al instituto no pude, mi cuerpo estaba lleno de moretones y no quería ir así.

Salí a caminar un poco ya que mi tía y el señor Thomas no estaban, no quería quedarme encerrado, quería tomar algo de aire fresco.

Camine por las calles, pase por el parque al que siempre iba, para esta hora los chicos del instituto ya deberían haber salido, me detengo frente al museo, lo miro solo unos segundos hasta que siento que alguien posa su mano sobre mi hombro, me giró para ver quién es y sonrio al verlo.