Días después de haberle dicho lo sucedido con el señor Thomas las cosas para mí empeoraron, mi tía ni siquiera quería verme y cada que lo hacia era para verme como si fuera lo peor que ha existido en el mundo.
Estoy afuera del apartamento desde la mañana, ya que vivimos en el último piso no hay vecino que me aquí, de vez en cuando tocó la puerta, tenía hambre y sueño, ya queria entrar, mi tía me saco porque dijo que la casa apestaba y que seguro era yo, escuché el reloj de la casa sonar hace poco, así que ya debían ser las nueve, mi tía tenía una alarma a esa hora ya que era la hora a la que llegaba el señor Thomas y salían, la mayoria de las noches salían esperaba que hoy no fuera la excepción, me quería quedar solo, prefiero la soledad a una mala compañía.
Vuelvo a tocar la puerta repetidas veces, está vez toque más fuerte, tanto que no medio el ruido que hacía hasta que la vecina del piso de abajo subió para quejarse por el ruido, era señora mayor que casi no miraba, pero su oído... Parecía que estuviera demasiado desarrollado, no veía pero escuchaba muy bien.
-Lo siento señor Blass, olvide las llaves del apartamento y creo que mi tía no está, lamento el ruido.
-Si no fueras un niño te regalaría, pero un error lo comete cualquiera, por favor no hagas tanto ruido, blanco está durmiendo.
Le sonrió y vuelvo a disculparme, blanco era su gato, veo como se va y yo decido ir a la azotea pero en eso mi tía abre la puerta y como es costumbre me quedo viendo molesta.
-Puedes callarte, por favor ya cállate, me tienes harta con tanto ruido, desde que llegaste lo único que has echo es molestar, hacer ruido y dar problemas, maldito el día en que decidí que vivieras con nosotros, estoy harta de ti y de tus cosas, como pudiste decir semejante estupidez.
La veo sin expresión alguna, no sabía que decir y ya le había cansado de llorar, había sido un error decírselo, aunque no se porque pensé que estaría de mi lado.. aún no podía creerlo, confiaba más en él que en mi... Siento como me da una bofetada y yo solo gire mi rostro, la vista se le puso borrosa por unos segundos, parpadeo varias veces para aclararla de nuevo.
La veo y está sigue viendome mal, aún no deja que pase ya que su cuerpo cubre toda la entrada.
-Lo siento...
Mencione para que me dejara pasar, dejo de verla para ver las gradas, debí irme cuando pude, pero tenía sueño, el cansancio me estaba matando, solo quería dormir, me toma el rostro haciendo que la mire, me da una última bofetada.
-YA DEJA DE HABALR!
Escucho que me grita, sentí una sensación extraña en mi pecho y mis ojos se cristalizan, siento que la respiración se empieza a agitar y el corazón se me aceleró, bajo la mirada al suelo sintiendo como las lágrimas empezaron a resbalar, escucho pasos en las gradas y ya sé quién es.
Me tía me dio espacio para que pasara y yo me fui a la habitación, me acosté boca arriba, veo el techo y siento como las lágrimas resbalaban por mi mejillas quemandolas a su paso, las limpio y cubro mi rostro, intento dormir pero el sueño de a ido, escuché que salían y la puerta ser cerrada, otra vez irían a tomar...
Me levanto y voy a la ventana, después de la azotea este era otro sitio en el que me quedaba, veo hacia aquel callejón y respiro hondo, intento abrir la ventana pero está no abre, dejo eso y veo como pequeñas gotas empiezan a chocar contra el cristal.
Me quedé viendo cómo dos se unían y terminaban bajando juntas, me acomode en ese sitio y cerré los ojos quería dormir algo, ya no me importaba que pasaría después o si mi tía volvería pronto...
...me remuevo en mi sitio y abro los ojos de golpe, escucho la música demasiado alta, me acerco a la puerta y quito el seguro, abro y salgo hasta llegar a la sala, ¿En qué momento todo el lugar se llenó de gente?... Miro a todos y no conozco a nadie, no había ningún rostro conocido, excepto por el de mi tía y el señor Thomas, no digo nada y me alejo en silencio, vuelvo a la habitación y cierro con seguro, me acerco a la cama de Jhon y me meto debajo de esta, había olvidado está sensación, tener que esconderme..
Me quedo en ese sitio escuchando como el suelo retumbaba por la música alta, hasta ahora los vecinos se habían venido a quejar varias veces, pero aún así no le bajaban el volumen, escuché que tocaron la puerta unas cuatro veces, jamás salí.
Los párpados comienzan a pesarme y yo intento mantenerme despierto, pero mi cometido resulta inútil pues los ojos terminan por cerrarse y pronto me quedé dormido, sin saber qué pasó y en que quedó la fiesta...
...Abro los ojos rápidamente, siento la respiración acelerada al igual que el corazón, miro al rededor y el miedo me invade, me levanto rápido de la cama en la que me encuentro y voy hacia la puerta la abro y me encontraba en la habitación de mi tía...
Veo que la puerta del baño se abre y el señor Thomas sale con una toalla enrollada en la cintura, yo salgo de la habitación sin cerrar la puerta, escucho como este llama mi nombre pero no hago caso, salí del apartamento y fui a la azotea, me quedo ahi intentado recuperar el aire que había perdido al subir las escaleras corriendo.
Miro el cielo y está oscuro, ni siquiera parece que amanecerá pronto, siento que algunas gotas caen en mi rostro, las limpio y me siento en el suelo, de fondo podía escuchar como los carros pasaban, de vez en cuando escuchaba algunos fuegos artificiales.
-Calma, calma...
Me decía al sentir que el corazón todavía lo tenía acelerado, apretó mi camisa en la zona del corazón...
-Por favor que ya pare.
Mencione aquello y sentí como comenzó a llover, de poco a poco la lluvia se fue intensificando.
Me quedé despierto en aquel sitio hasta que amaneció, no dormí nada esa noche al creer que ese señor volvería por mi...