MATTHEW
Los dias habian pasado tan rápido que ni note cuando ya era treinta de diciembre, los días se me hacían largos y las noches cortas, pronto volvería a verlo, esperaba que viniera puesto que lo había invitado a que pasara nochevieja con mi familia.
Termino de arreglar una cosas en la cocina, le había ayudado a mamá a hacer las compras, ella y mi padre ya se habían arreglado.
-Mamá ya terminé, iré al parque un rato.
-¿Irás solo?, las calles están algo peligrosas últimamente, dile a tu padre que te lleve antes de que se vaya al trabajo.
-No te preocupes, iré con un amigo, le llamaré a papá para que vaya por mi más tarde.
-Pero hoy tu padre sale muy tarde del trabajo, mejor regresa temprano y si necesitas que te vaya a buscar me escribes.
-Esta bien, te quiero.
Mencione aquello para luego salir de casa, me dirigí hacia el parque y me quedé una de las bancas, me quedé unos minutos ahí y luego tome camino hacia aquel edificio, llegue y la calle se veía algo vacía.
Había caminado solo un par de minutos, no estaba tan lejos, recordaba que si..
Al estar dentro del edificio subí las gradas paseandome por los pasillos, mire cada uno con atención, uno en especial llamo mi atención, uno de los apartamentos estaba bastante decorado por fuera, al pasar frente a la puerta está se abrió, el interior también era bonito, bueno... A lo que pude apreciar a ver, la chica que había salido me saludo y yo igualmente lo hice, se me hacía parecida a alguien, ya luego pienso a quien, ahorita lo importante era ir por Luke.
Seguí subiendo las gradas y al llegar al final de estás pasó con cuidado ya que habían varias galletas tiradas por todo el suelo, a lo largo del pasillo las migajas de estas se esparcían, pase con cuidado y llegó al apartamento de Luke, toque un par de veces pero nadie salió.
Vuelvo a tocar una última vez antes de irme, por fin la puerta se abre pero no era Luke quién había abierto.
-¿Y tú quién eres?
-Soy un amigo de Luke, venia a buscarlo...
-¿Para qué?
-Queria decirle algo, nada más.
-Él no está, si eso era todo deberías regresar niño.
-No está... ¿Sabe a qué hora volverá?
-La verdad no, ese niño se escapa y vuelve cuando quiere, así que no me importa a qué hora regrese o si regresa.
Mencionó aquello para luego cerrar la puerta en mi rostro, algo decepcionado decidí volver a mi casa, ya mañana era fin de año y habíamos echo una promesa, solo esperaba que cumpliera.
Pero no me iba a preocupar tanto pues todavía faltaba un día..
Regrese por donde había venido, pase por el parque y fui a la tienda de videojuegos, pase y estuve un rato jugando, tanto que la hora de almuerzo se me había pasado.
Salgo de la tienda y reviso mi celular, tenía varias llamadas perdidas de mi madre y un mensaje pidiendo que comprara algunas cosas, apagó el celular y lo guardo, cuando ya iba directo hacia la tienda tope con un chico.
-Caraj· fíjate por donde vas niño, maldición casi haces que me ensucie -guarda silencio unos segundos, como si esperara que dijera algo, cosa que no hice- deja de verme y discúlpate por lo que casi haces.
Lo veo de arriba hacia abajo, traía un café en su mano y su celular en la otra.
-Disculpate tú, eres el imbecil que trae los ojos en el celular, si dejaras el celular por un momento verías por donde vas maldito ciego.
Exclamó el que hace un momento tenía el celular en sus manos, pero al menos lo guarde antes de salir caminando, este se ve algo molesto por mi comentario, este no dice nada y solo pasa por un lado chocando con mi hombro haciendo que me gire un poco.
-Idiota, te crees muy rudo por tener un tatuaje barato..
Mencione para alejarme del lugar, pase por la repostería para comprar algo de pan antes de ir a la tintorería por el traje de papá.
Al terminar mi cometido por fin estaba de regreso en casa.
-Oye cariño, vino un amiguito tuyo a buscarte.
Escucho que hablan desde la cocina, termine entrar y lleve las cosas al lugar donde mi madre se encontraba.
-¿De verdad?, ¿Y que dijo?
Pregunte ansioso, está me ve unos segundos y luego sonríe
-No me dijo nada, pero si quieres saberlo está arriba, le dije que te esperará en tu habitación.
-Bien, iré a mi habitación, el traje de papá está en el sillón
Mencione antes de salir corriendo, llegue y al abrir la puerta la sonrisa que tenía tocó forzarla, aclaro mi garganta y paso, cerré la puerta y me senté en una silla que tenia frente al escritorio.
-¿Qué haces aquí?
-Somos amigos, quise venir a verte antes de irme del país.
Escucho que dice mientras se levanta de aquella cama.
-¿A donde irás?
-No lo sé, solo dijeron que nos iríamos mañana, ya sabes, el trabajo de papá y bueno... Mamá nunca dice nada.
Lo escucho decir y me pongo de pie, me acerque a éste y lo abrace, lo iba a extrañar era mi mejor amigo.
-No te pongas sentimental, volveremos pronto, papá dijo que solo sería por un par de meses, nos volveremos a ver.
Escucho que dice y corresponde el abrazo, segundos después lo solté.
-Te traje algo, ya que mañana no podré verte. -menciona y me extiende una cajita -Solo es un perfume, así que no te emociones tanto.
-Pero yo no te compre nada. -mencione viéndolo.
-No te preocupes no me importa...
Tuvimos varias conversaciones, hablamos de cosas que hicimos o dijimos en la escuela, que habíamos echo al salir y como no estaba yendo, pasamos un rato agradable, aunque lo iba a extrañar, nos conocimos en la escuela, ni s volvimos grandes amigos, aunque cuando molestaba a Luke este casi no participaba, no le gustaba molestar al resto a menos de que fueran sus amigos.
Él es Marcos, un chico bastante tranquilo y amigable, no suele meterse en problemas y tampoco le gusta socializar, no hace muchos amigos ya que se la pasa viajando de ciudad en ciudad, de país en país, piensa que hacer amigos es innecesario si al final tendrá que dejarlos, conmigo se hizo amigo ya que yo le hable, además... Duro bastante en esta ciudad.