En realidad, estaba parada ahí sin moverme, sintiendo la suave y fría arena de la playa, escuchando los sonidos de las olas. Me sentía tranquila por el lugar y al mismo tiempo inquieta, no sabía qué teníamos que buscar y sí me topaba por accidente con mi versión de 8 años que haría.
Atrás de mí escuché unos pasos rápidos que se acercaban en donde estábamos. Lulú me sacó de mis pensamientos gritando varias veces que nos escondiéramos cerca de unas palmeras que no estaban muy lejos de nosotras. Cuando lo hicimos vi a unos metros de distancia a mi versión de niña vestida con un pantalón largo y blusa de algodón con diseños de ositos, me recuerdo que era mi pijama favorita y antes de lo sucedido había salido a esas horas de la mañana para armar el castillo de arena más grande y bonito para mis papás curiosamente ese día era su décimo aniversario de casados como no tenía plata para darles un regalo pensé en ser recursiva y utilizar el lugar a mi favor.
Lulú: Sol prepárate, mis sensores detectan un movimiento muy fuerte acercándose a la costa.
Sol: ¿Te refieres a que el mar se va a poner turbulento?
Lulú: No, de seguro es en lo que llegue al planeta, tal vez sea una nave o algo parecido. No debe ser muy grande para que fuera alarmada la NASA; si fuera así, la historia sería distinta, te lo aseguro.
Pero ella llegó a mí como en una especie de piedra luminosa en la oscuridad. Pensaba de manera rumiante cuando en el cielo se iluminó con los colores de las auroras boreales.
Sol: Ya tocó la superficie terrestre, ¿verdad?
Lulú: Así es, pero por más que busco en mi sistema indicios de algún objeto volando, no encuentro nada en el cielo.
Sol: Mmmm ya sé, utiliza la réplica de lentes que hice ayer, puede que funcione, voy por los míos en mi mochila.
Recordé que mi mochila está dentro de la cápsula, así que la activé para que viniera donde me encontraba para sacar mis lentes. Los lentes oscuros son buenos cuando hay mucha luz, pero en la oscuridad no sirven de nada. Le hice algunas mejoras con tecnología y quedaron de lujo.
Sol: Funciona en mi cuarto. En la oscuridad veía todo y podía caminar sin tropezar.
Lulú: Lo veo, tenía razón, es una nave, pero muy pequeña, puede tener las mismas dimensiones que la cápsula, solo que mis sensores no rastrean ninguna vida inteligente en ella, pero está expulsando algo brillante al mar.
*Segundo después, la nave aterriza a gran distancia de la costa, pero al caer explotó dentro del mar, ocasionando que produjera corrientes y olas muy fuertes.
Sol: No puedo hacer nada por ayudarme. *Lo mencioné con mi voz muy angustiosa.
Lulú: No podemos, nadie puede saber que estamos aquí y en esta dimensión de la cual no pertenecemos. Porque ella eres tú, solo podemos hacer algo si son personas que nunca nos podrán conocer o ver, años antes de tu nacimiento, así volvemos a nuestro tiempo y los del pasado olvidarán que nos conocieron o nos han visto antes.
Sol: De acuerdo, pero sigo sin entender de dónde vienes y por qué saliste de esa nave en forma de piedra.
Lulú: Las mismas preguntas me tengo, pero haré algo: dejaré una libélula cerca de la playa para que me mande señales de algún movimiento que ocurra fuera de lo común. Si la nave explotó, como pienso, sus partes deben estar esparcidas por algún lado. Si las encuentro, puedo obtener información de mí.
*El collar se activó dejando ver a una libélula similar a la de esta mañana, pero color café.
Sol: ¿Café? ¿Por qué de ese color?
Lulú: Cada libélula que fabrico tiene una función especial. Todas pueden grabar videos y sonidos, pero esta, en particular, puede camuflarse si es necesario.
Sol: Me tendrás que enseñar cómo diseñarlas para un futuro que llegará a necesitarlo.
Lulú: Lo haré, tengo que enseñarte muchas cosas.
Lulú: Ahora sí, ¿podemos irnos? Tenemos más clases que ver, y, si mis cálculos son correctos, han pasado 10 minutos en nuestro tiempo sin que estemos presentes. ¿O prefieres regresar al momento en que nos fuimos?
Sol: No, esta vez déjemelo así acorde hablar con Ana y sus amigas.
Lulú: Ok, sol. *Lo dijo sacudiendo la arena de sus patitas para entrar en la cápsula.
Sol: Ahora entiendo tanta insistencia que aceptará la apuesta Lulú.
Lulú: Lo siento, pero no sabía cómo explicártelo, pero era muy importante que lo hiciera.
Sol: Lo bueno es que tenemos una pista, puede que más adelante encontremos otra. Vamos, tengo que regresar antes de que noten mi ausencia.
*Clic, clic, salía en la pantalla de vidrio de la cápsula; al parecer, algo captó señal de la cápsula en mensajes de voz con un lenguaje nada entendible. Nos miramos sin entender nada.
Sol: ¿Qué significa eso, Lulú?
Lulú: las señales provienen del fondo del mar en el lugar de la explosión. Como era una nave, probablemente dejaría señales de S.O.S. para rescatarme antes del impacto. La cápsula aún no está equipada para que funcione como submarino. Fabricaré algo que pueda utilizar para volver y buscar pistas de esas señales.
Sol: Está bien, te acompañaré entonces.
Lulú: Gracias, vamos antes que se nos haga el tarde. Diciendo esto, la cápsula empezó a moverse un poco rápido cada vez hasta llegar a verse luces borrosas por las ventas. Al segundo después regresaron a su línea de tiempo al que pertenecen sin que nadie lo notara.
Sol: Creo que esta vez no me pego tan duro. * lo mencionó acomodando sus rizos que se especularon por el friz.
Lulú: (En serio, porque no dejabas de abrasarme durante el corto viaje, jajá)
*Sol la miró con cara de acusadora mientras le acomodaba el collar a Lulú que se le había desacomodado.
Aquí estas Sol. *Se escuchó alguien mencionar su nombre.
Sol: Hola otra vez, Ana. Saludo a ella y a las chichas con la mano.
Ana: ¿Vendrás con nosotras? Hoy jugarán los chicos de salón un partido de fútbol contra los de 9A, dicen que ellos saldrán con las manos vacías, jajá pobres, lo van a aplastar.