Sol
Mi conversación con Lulú fue breve ya que minutos después empezó a llover, cada una tomo caminos por separado para llegar a sus casas, pero fue grato conversar con ello me está gustando juntarme con ella.
Paso la hora de la almuerzo y a pesar de lo sucedido con la parrilla el ambiente fue de mucha risas y de historias cuando mis papás eran jóvenes y solían viajar con mis primos y abuelos para los famosos paseos de ollas, no suelo ir mucho a esos viajes porque mis papás suelen estar muy ocupados con el trabajo que cuando tiene días de descanso prefieren hacer algo en la casa que salir a excepción de las vacaciones.
*Estaba recostada en la silla mecedora de mi abuelo cuando a Lulú le llegó una señal de la cámara que dejó cuando viajamos a Cartagena hace unos días.
Sol: (¿Qué pasa?)
Lulú: (Recibí un video proveniente de la cámara en la playa). Te lo mandaría por línea, pero la casa de tu abuela no tiene internet. Acerca tu celular a mi hocico.
*Sol acercó su celular y, al instante, se abrió un compartimiento del que salió una pequeña memoria USB. La conectó a su celular logrando recibir el video.
Sol: [video] (No logro ver nada aun es de noche en qué fecha se grabó. Pensaba pausar la reproducción del video cuando por un segundo callo algo al mar al enfocar no se ve nada, pero cuando la cámara se aleja pudieron observar el mismo fenómeno de colores en el cielo.
Lulú: Woof, Woof.
Sol: Creo que es hora de ir a casa, puedo regresar recordé que tengo que terminar algo del colegio.
Mamá: Enserio, creía que hacías todas tus tareas entre semana para estar libre los fines de semana.
Sol: Así es, pero esta tarea me ha tomado un poco más de tiempo terminarla.
Mis primos: Bueno déjenla que valla a su casa, lo bueno que está cerca.
Abuela: Cierto, juiciosa mi amor.
Papá: Bueno entonces te acompaño tengo que traer los juegos de mesa para jugar un rato. Vamos hijita. Miro a Lulú. ¿Te quieres quedar Lulú con nosotros?
*Lulú se levantó de donde estaba acostada y se colocó al lado de Sol.
Omar: Eso es uno, posiblemente. Amiga inseparable, ¿eh? Estabas en lo cierto, Solecito.
*Sol esbozó una leve sonrisa de lado.
Papá: Sí, siempre lo ha sido.
Minutos después…
Papá: Lo encontré —dijo emocionado—.
Sol: ¿Qué es eso, papá?
Papá: Son los juegos de mesa que tenía guardados desde hace años: damas chinas, parqués, lotería y monopolio.
Sol: ¿Todo eso en una caja tan pequeña, papá?
Papá: Bueno, no son tan grandes como crees; se pueden desarmar para no ocupar mucho espacio.
Sol: Ah, bueno. Hablando de juegos, el único que nunca aprendí es el de damas chinas.
Papá: Algún día de estos te enseño.
Sol: OK, papá, solo si no se te olvida.
Papá: Esta bien creo que me demore más de lo esperado, más tarde venimos hijita que te rinda la tarea, Lulú cuida Sol.
Lulú: Woof.
*Escucho cerra la puerta principal
Sol: Ahora sí, ¿qué crees que pudo haber sido eso?
Lulú: No sé, pero algo que tengo muy claro es que no es común que ocurran esos reflejos en el cielo, y menos que se repitan dos veces en una semana.
Sol: ¿Será que alguien pudo haber visto lo ocurrido cuando fuimos y ahora?
Lulú: Podríamos tener más información si estuviéramos allá. Ya se viajemos en la noche cuando tus papás están dormidos no se darán cuenta.
Sol: No me agrada mucho la idea de ocultar cosas a mis papás sobre ti no hay problema, pero la viajar en secreto es otra cosa.
Lulú: Opino lo mismo que tú, pero llegara el momento cuando ellos tengan que enterarse de todo y también hago referencia de quien soy realmente.
Sol: Para eso falta mucho, apenas has recordado un poco de tus recuerdos.
Lulú: Confía en mí hermosa.
Sol: Bueno, viajaremos en la noche. Mientras jugamos algún juego en línea o leemos algunas historias.
Lulú: Prefiero las historias de idioma extranjero sea en inglés o coreano.
Sol: En inglés se leer más o menos, pero en coreano apenas se cómo se dice Hola y no más.
Lulú: Ja, ja, ja, sí recuerdo hace unos días cuando llamamos a un número desconocido. Salí y hablé en coreano por la apuesta que perdí. Pero cuando te tocó a ti, solo pudiste decir "hola". Sonó como un susurro y colgaste de inmediato.
Sol: Dijimos que no hablaríamos más de esa llamada tan vergonzosa. Cuando la persona comenzó a hablar en coreano, me congelé, ya que no entendí nada de lo que decía. De donde sacaste es número.
Lulú: Cuando contestó el coreano, le expliqué brevemente que era un juego y que estábamos practicando el idioma. Me felicitó por hacerme entender, y con lo que dijiste, no lo dejaste hablar. En cuanto al origen del número, era de una línea telefónica de una escuela internacional que ofrece clases en línea para latinos.
Sol: Te felicito porque puedes apoyarte en un traductor, estés con internet o no, sin mencionar que puedes entender y hablar diez idiomas distintos.
Lulú: Es verdad y eso se lo debo todo a ti Sol, fue idea tuya ampliar mi capacidad de comunicarme con distintas personas ya sea por su nacional o lugar de residencia.
Sol: También quisiera aprender o entender otros idiomas. ¡Ah, ya sé! ¿Por qué no instalas esa función en mi pulsera o en cualquier otro dispositivo que diseñe? Me sería de gran utilidad.
Lulú: Bien pensando, Sol. Vamos quiero escuchar como estás en la lectura.
Sol: No leo excelente, pero intento practicar constantemente en la semana para mejorar mi lectura y compresión lectora.
*Pasaron las horas rápidos, papás llegaron de pasar la tarde con la abuela y mis primos, nos quedamos platicando un largo rato y jugando con Lulú se nos hizo el tarde para cenar cuando llego la hora de dormir, mis papás se despidieron con abrazos y besos para mí y Lulú.
Sol: Lulú me preguntó cómo serían nuestras vidas si tuviéramos un hermano o hermana. Tú eres como una hermana, entonces nos faltaría un hermanito menor para jugar con él. Y quién sabe, tal vez sea bueno para la tecnología como nosotras.