Lulu y yo

Un encuentro inesperado

Sol:

Con una sonrisa en mi rostro me encanto pasear por Cartagena lástima que no pudiéramos quedarnos más tiempo, estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta de que algo estaba pasando con la capsula del tiempo, hasta que lulú de un grito me trajo a la realidad.

Lulú: Solllll, deja estar fantaseado o lo que sea estes haciendo, mira… No es muy de mi agrado alterarme, pero la situación no es favorable no sé qué está ocurriendo con la nave… de un momento a otro los controles y el sistema se apagaron haciendo que perdiera total el control y no poder ver nada por las ventanas para saber dónde podríamos estar.

Pasaron unos segundos que para mí fueron minutos y la nave se abrió, la vista era hermosa había nieve en el suelo y mirando a su alrededor estamos en la dimensión de Sol, pero en otro tiempo, pero cual. Mientras ella pensaba Sol salió de la maquina sintiendo frio al instante no se tardaron mucho en darse cuenta de que estaban por debajo de los 10° C algo que no comprendió Lulú porque no tiene sentidos como los de ella.

Sol: ¿Lulú tienes ropa de invierno en tu bolso?

Lulú: la verdad no se me ocurrió recrear un oufit para este tipo de clima, pero creo que en la maquina puede hacer uno especialmente para ti y para mí no siento frio ni calor, pero mejor adaptarme al clima.

Regresaron a la nave y luego de unos minutos salieron.

Sol: Te parece si recorremos el lugar es muy bonito la nieve, nunca he estado en lugares así.

Lulú: Vamos, espere cierro la capsula. En una segundos la capsula se movió cerrando sus compuertas y despareciendo de nuestro rango de visión.

Mientras caminaban por el lugar lulú recogió muestras de hojas, madera cualquier cosa que encontrara cerca para ser analizado y averiguar en que tiempo se encontraban, lulú solo la vía.

Sol: ¿Puedo saber qué haces?

Lulú: Recolecto muestras de restos que nos pueda servir de base para orientarnos en que tiempo estamos claro es que aún estamos en tu dimensión, pero no el año. Dicho esto, saco del bolso un frasco pequeño; lo destapo, quitando la tapa, para guardar un poco de tierra y hojas del suelo.

Lulú contemplaba el lugar con mucha atención tomo fotos con sus aretes sin que Sol se diera cuenta y ella estaba muy emocionada corría y giraba alrededor de los arboles y con cuidado de no resbalarse por la nieve, pero en ese instante se sentía mágico como si se hubiera teletransporta a sus historia que tanto amaba.

Su recorrido lo estaban sintiendo muy largo diría que ha pasado como 10 minutos caminando por un espeso bosque que por suerte aun esta de día como si cuando llegaron empezaba amaneciendo lastima que por la copa de los pinos tan altos de los arboles no pudieron observar el sol salir, a unos metros más adelante se encontraba un gran árbol no era un pino no se como se llama pero estaba muy seco no se comparaba con los pinos que se veían con mucha vida y cubiertos por la nieve blanca, mientras nos acercábamos salían conejos, búhos y cuervos en la parte de atrás del gran árbol por lados de sus raíces, pensaba que lindos se veían y esperaba que no se asustaran cuando estuviéramos al pie de ellos cuando de repente sentí un corrientazo que traspasó todo mi sistema que no comprendí cómo es posible si mi cuerpo estaba hecho de material robótico hasta que entendí lo que pasaba a mi alrededor gire mi cabeza y Sol solo estaba agachada queriéndose acercar a un conejito que por instinto se acercaba y luego se alejaba. Paso muy rápido y nieve que cubría el árbol se derritió en un instante desde las raíces hasta las ramas cobraron vida desde un pálido gris de su corteza hasta un café vigoroso y hojas de verde esmeralda, el troco comenzó a trazarse líneas de modo vertical dando la forma de una puerta que al terminar se abrió iluminado tan fuerte que tuve que cerrar mis ojos y fue en ese momento que lo vi, al ser más esperado e inesperado de la existencia misma.

No pude con el asombre que me incline como una reverencia que se les hacía a las monarquías en las épocas medievales, en realidad es la única que pude conocer como símbolo de respeto.

Desearía poder tener un conejito en casa, pero mis papás aun no me dejarían adoptar a otra mascota pensaba plantearle la idea a Lulú que buscáramos la forma de que mis papás me dejaran adoptar un conejo cuando dejo de observar al animalito y la veo inclinada la llame, pero creo que no me escuchó, me acerco y la vuelvo a llamar.

Sol: ¡¡Lulú!!

Lulú: Aaa eh Sol que ocurre. Expreso aun estando en la misma posición.

Sol: Que haces estando inclinada como reverencia no veo nada solo el árbol seco.

Lulú: Sol no estamos solas estoy inclinada porque un entidad celestial está al frente de nosotras, pero no lo puedes ver porque el aun no lo permito que suceda.

Sol: Entidad celestial… Él… no comprendo, ¿quién?

Lulú: ¿Mi señor con todo respeto sabe quién soy? Le pregunto ella a la entidad.

*: Lo sé, MI SEÑOR me lo conto mucho antes que llegaras acá en esta línea de tiempo, lamento mucho lo que paso a tu planeta y a tu pueblo, pero el gran jefe del planeta Kuiper esta en nuestra dimensión, MI SEÑOR necesito hablar con él y yo personalmente lo busque antes de lo ocurrido, es todo lo que puedo decir.

Lulú: Muchas gracias, Mi señor.

Sol: Lulú, me empezare asustar no veo ni escucho nada.

Lulú: No hermosa, tranquila. Menciono poniéndose de pie y agarrar la mano de Sol que está muy fría.

Lulú: Quien está al frente mío y no ves es el mismo Señor encargado de proteger y velar por las existencias de los seres vivos de cualquiera en las 4 dimensiones, se le dice Vida porque no conocemos su verdadero nombre solo en la dimensión que pertenece lo llaman por el suyo y en cuanto a verlo solo él puede dejarse ver ante personas que el quiera, yo lo hago por el planeta de donde vengo mi gran jefe tenía conexión con las entidades los demás no, pero esta vez me dejo verlo.




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