Luminel: El Chico Neón

Los devoradores de dimensiones

••••••••••• Capítulo 27 •••••••••••

Una Velada Romántica

Auric se acercó a Lumi con una sonrisa que parecía iluminar la noche, y sus ojos brillaban con una intención clara y silenciosa.
—¿Quieres pasar una velada romántica conmigo? —susurró, su voz baja y cálida, cargada de promesa. La luz de la luna se reflejaba en sus pupilas, y Lumi sintió un cosquilleo recorrerle el pecho.

Un rubor apareció en las mejillas de Lumi, mezclando emoción y nerviosismo.
—¿Qué tienes en mente? —preguntó, intentando sonar casual, aunque un temblor en su voz delataba lo contrario. Auric sonrió, captando cada matiz de su emoción.

La luz de la luna iluminaba suavemente sus rostros, reflejándose en sus ojos, y su voz vibraba con emoción y deseo. Lumi sintió un calor recorrerle el pecho, y una sonrisa se dibujó en sus labios.
—Me encantaría —susurró, su voz cargada de gratitud y emoción.

La cena fue exquisita, con platos exóticos y vinos finos que parecían elegidos para la ocasión. Lumi y Auric se sentaron en una mesa íntima, rodeados de velas parpadeantes y flores que parecían bailar al compás de la música de fondo. La conversación fluyó con naturalidad, y Lumi se sintió completamente a gusto, relajada en la calidez de la presencia de Auric.

Tras la cena, Auric tomó suavemente la mano de Lumi y lo guió hacia un rincón secreto del jardín, donde una fuente susurraba una melodía dulce y romántica. La luna brillaba con intensidad en el cielo, y las estrellas parecían moverse al compás de la música del agua, creando un ambiente mágico que los envolvía por completo.

—Quiero que sepas que te amo, Lumi —dijo Auric, girándose hacia él, sus ojos brillando con deseo y ternura—. Quiero que estés conmigo, siempre.

Su voz, cargada de emoción y sinceridad, hizo que un calor profundo se expandiera en el pecho de Lumi.
—Te amo también —susurró, sonriendo, su voz temblando de emoción—. Quiero estar contigo, siempre.

Auric lo rodeó con sus brazos y lo besó con una intensidad suave y apasionada, mientras la fuente del jardín entonaba su melodía romántica, acompasada por el murmullo de las hojas y el brillo plateado de la luna. Lumi se dejó envolver por el momento, sintiendo cómo cada latido de su corazón se sincronizaba con el de Auric. La noche parecía suspendida en el tiempo, llena de promesas y posibilidades, y Lumi supo que, juntos, podían enfrentar cualquier destino que les aguardara.

Tomando su mano con suavidad, Auric lo condujo hacia un jardín secreto, un rincón donde las flores y los árboles parecían moverse al compás de la música de los insectos. La luna llena bañaba todo con su luz plateada, proyectando sombras danzantes que se entrelazaban con la brisa. El aire estaba cargado de un silencio mágico, como si el tiempo se hubiera detenido, envolviendo a ambos en un instante perfecto y suspendido.

Lumi y Auric estaban sentados en el jardín, envueltos por la quietud de la noche estrellada, cuando un destello de luz atravesó el cielo como un relámpago súbito. La intensidad era tal que Lumi tuvo que cubrirse los ojos, y Auric se incorporó de un salto, como si algo imposible acabara de surgir ante ellos.

—¿Qué… qué es eso? —balbuceó Lumi, avanzando con cautela hacia Auric, sintiendo cómo el corazón le latía con fuerza.

Auric alzó la mirada, los ojos reflejando la luz brillante y temblorosa que ahora parecía danzar frente a ellos. —No lo sé… —dijo con voz baja, apenas un susurro—. Pero… creo que es un portal dimensional.

El destello se expandió, formando un vórtice de luz que giraba lentamente, como si respirara, invitándolos a acercarse. Un escalofrío de emoción recorrió a Lumi; algo profundo y desconocido lo llamaba, y, sin poder resistirse, dio un paso hacia el portal, sintiendo que la aventura lo atrapaba por completo.

—¿Quieres ir conmigo? —preguntó Auric, girándose hacia Lumi, con los ojos brillando por la emoción—. Podemos descubrir esta dimensión… juntos.

Lumi sintió que el corazón le latía con fuerza, un torbellino de emoción y curiosidad lo empujaba hacia adelante. —Sí… quiero ir contigo —respondió, su voz firme, cargada de determinación y asombro ante lo desconocido.

Auric le sonrió, entrelazando sus dedos con los de Lumi, y juntos dieron un paso hacia el portal. La luz los envolvió como un sol concentrado, chispeando y girando con un poder que parecía vivo. Cada fibra de su ser vibraba ante la energía que emanaba del vórtice, pero la presencia de Auric le daba valor.

La aventura había comenzado, y un torbellino de emoción y expectación recorría a Lumi y Auric. La oscuridad del portal no era simplemente ausencia de luz; vibraba con misterios, con promesas de secretos que esperaban ser descubiertos, y Lumi sintió un escalofrío mezclado con ansia por lo desconocido.

Al atravesar el umbral, la realidad pareció romperse a su alrededor. La luz se retorcía en espirales brillantes, los sonidos se deformaban en ecos extraños, y una fuerza invisible los estiraba y comprimía en direcciones opuestas. El aire parecía arder y congelarse al mismo tiempo, mientras un zumbido profundo vibraba en sus oídos y el viento del portal los azotaba sin piedad.

Aun así, se mantuvieron unidos. Sus manos entrelazadas eran un ancla en aquel caos, un recordatorio de que, pese a la confusión y la intensidad abrumadora, no estaban solos. Cada estirón de la dimensión desconocida los hacía más conscientes de su vínculo, y juntos se dejaron arrastrar hacia lo imposible, hacia lo que aún no podían imaginar.

Cuando finalmente emergieron del portal, el mundo que los rodeaba los golpeó con una fuerza que no podían ignorar. El cielo era un púrpura profundo, ondulante como si respirara, y las estrellas flotaban tan cerca que parecían palpitar con energía propia. La tierra, árida y agrietada, estaba salpicada de plantas que chispeaban con luces eléctricas y criaturas que se movían con una elegancia inquietante, emitiendo sonidos extraños que vibraban en sus huesos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.