Luna azul El regreso

Capítulo 11:El Poder del Sacrificio

Con la llegada de la sacerdotisa de las sombras, la energía en el aire cambió radicalmente. La mezcla de luz y oscuridad que emanaba de ella era distinta a cualquier cosa que había experimentado antes. No solo era un equilibrio; era algo más profundo, una especie de armonía primordial que conectaba ambos extremos. El vacío se retorcía en respuesta, como si estuviera reconociendo un poder que no podía consumir fácilmente.

La sacerdotisa comenzó a recitar palabras en una lengua antigua, una lengua que resonaba tanto con los espíritus de las sombras como con las fuerzas de la luz. Las grietas en el sello empezaron a cerrarse lentamente, pero había algo en su mirada, en la forma en que sus ojos se oscurecían, que me inquietaba profundamente.

—¿Qué estás haciendo? —le pregunté, aunque en mi corazón ya conocía la respuesta.

Ella no dejó de recitar, pero sus ojos encontraron los míos por un breve instante, llenos de comprensión y resignación. Sabía que este poder no podía controlarse sin un precio. Estaba canalizando algo más grande que ella misma, algo que consumía todo a su paso, y ella lo aceptaba.

—El equilibrio exige un sacrificio —susurró, antes de que una ola de energía estallara desde su cuerpo.

El poder de la sacerdotisa inundó el campo de batalla, envolviendo el vacío en una red de luz y sombras entrelazadas. Era hermoso y aterrador a la vez. El vacío, que hasta ese momento había absorbido todo a su paso, comenzó a retroceder, impotente frente a la fuerza del sacrificio que ella estaba ofreciendo.

Pero sabía que este momento de triunfo sería fugaz. El sacrificio de la sacerdotisa no sería suficiente para sellar el vacío por completo. A medida que su cuerpo comenzaba a desvanecerse, sentí la urgencia de actuar.

—¡Todos juntos! —grité a los demás—. ¡Tenemos que cerrar el sello ahora!

Kharos y Laundry se unieron a mí, canalizando todo lo que les quedaba. Los guerreros de las sombras y de la luz se unieron también, formando un círculo alrededor del vacío. Podíamos sentir la resistencia, pero sabíamos que este era el momento decisivo.

El proceso fue agotador, pero poco a poco, el vacío comenzó a ceder. La energía de la sacerdotisa había debilitado su poder lo suficiente como para que nuestro sello pudiera contenerlo. Con cada latido de nuestros corazones, sentíamos cómo el vacío perdía su fuerza, cómo el balance entre la luz y la sombra se restauraba.

Pero cuando el sello finalmente se cerró por completo, el campo de batalla quedó en silencio. Ya no había señales del vacío, ni rastro del poder de la sacerdotisa. Ella se había desvanecido completamente, y la paz que ahora nos envolvía se sentía como una pesada carga.

Habíamos ganado. Pero el costo era inmenso.

Los días que siguieron fueron de luto y reflexión. El campamento, aunque a salvo, había cambiado para siempre. Las cicatrices de la batalla, tanto físicas como espirituales, estaban profundamente marcadas en cada uno de nosotros. Los antiguos enemigos ahora eran aliados, pero sabíamos que este frágil equilibrio debía mantenerse si queríamos evitar que el vacío volviera.

Sentí la ausencia de la sacerdotisa como un agujero en el alma. No solo había sido una guerrera formidable, sino también una guía para algo que apenas comenzábamos a comprender. Su sacrificio había sido necesario, pero no pude evitar preguntarme si algún día pagaríamos otro precio por habernos enfrentado a una fuerza tan primigenia.

A pesar del dolor y la pérdida, algo más comenzó a florecer en el campamento. Las alianzas que habíamos forjado durante la batalla se mantuvieron, y nuevas ideas comenzaron a surgir de las cenizas del conflicto. No solo habíamos sobrevivido; habíamos crecido, aprendiendo que la luz y la sombra no eran enemigos irreconciliables, sino fuerzas que, cuando se entendían y respetaban, podían trabajar juntas.

Laundry asumió el liderazgo del campamento, con Kharos como su mano derecha. Yo, por mi parte, sabía que mi papel de guardiana aún no había terminado. Había más preguntas que responder, más misterios que desentrañar sobre el equilibrio que mantenía a nuestro mundo unido.

Aunque el vacío había sido sellado, no podía ignorar lo que había sentido durante la batalla: una fuerza antigua, más allá de nuestra comprensión, que aún acechaba en las sombras. El vacío no era simplemente una amenaza externa; era parte de algo más grande, algo que había existido desde antes del inicio de los ciclos de luz y oscuridad.

Sabía que mi siguiente misión sería descubrir más sobre esa fuerza. Los templos antiguos que había visitado anteriormente contenían secretos, pero ahora me di cuenta de que apenas habíamos arañado la superficie. Algo más profundo y más aterrador aguardaba en los recovecos de la historia.

Con la paz temporal asegurada, tomé la decisión de regresar a los templos, esta vez con un nuevo propósito. Me despedí de mis compañeros, sabiendo que el viaje sería largo y peligroso, pero también sabiendo que era necesario. No podía ignorar las advertencias que había sentido, ni el poder del vacío que todavía susurraba en los rincones de mi mente.

—Encuentra las respuestas —me dijo Kharos antes de partir—. Y regresa a nosotros cuando lo hayas hecho.

Asentí, con el corazón pesado pero resuelto. Sabía que este era solo el comienzo de un nuevo capítulo en mi viaje.



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En el texto hay: #amor, #acción, #aventura

Editado: 07.12.2024

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