La clase de química pasa demasiado rápido gracias al entendimiento que tengo en la materia, de no ser así se harían eternos los 50 minutos de clase.
—Hey Lex, ¿Qué tal? —saluda Kate al verme en el pasillo.
—Todo bien, ¿Que hay de ti?
—Lo normal —ríe— ¿Qué tan cierto es que Axel irá a Blood Moon y nos llevará?
—Muy cierto —respondo con una sonrisa— quiere que conozcan al Beta y se asocien con él para que no haya problemas en el futuro.
Axel, como futuro Alpha decidió tener a ambos hermanos como Betas, no le gustaría decidir entre sus amigos sabiendo que ambos están calificados para ocupar el puesto.
Mi hermano parece querer mantener la Paz entre todos, es algo bueno, pero el tener que entablar amistad con cada representante de las manadas me parece algo innecesario. Solo con llegar a un buen acuerdo las cosas estarían bien, pero como no soy el próximo Alpha no tengo porque preocuparme de ello.
—¿Crees que podríamos encontrar a nuestros Mates ahí? —pregunta con ilusión.
La percepción que sus padres le han dado de un Mate es muy diferente a la que los míos me han dado. Mis padres pueden amarse demasiado, pero sigue habiendo resentimiento por parte de mi madre; y para ser sincero, no quiero a alguien como mi padre en mi vida, como él lo fue en la vida de mamá.
—Pensé que estabas más enfocada en ti —respondo y de inmediato su semblante cambia.
—Oh si, solo fue curiosidad —responde de inmediato— por el momento no es necesario, quiero vivir bien mi juventud.
—Así se habla chica —chocamos los cinco y reímos ante esto.
—¿De que ríen? —pregunta Nate al unírsenos.
—De tu rostro —responde Kate.
—Yo pensaba que reían de tu horrible cabello.
—Paren —intervengo antes de que Kate responda con otro "insulto"— peleen cuando no estén frente a mi que me sacan de mis cabales y me dan ganas de golpear sus rostros hasta que se deformen y que ni siquiera su madre los reconozca.
—Ay, tranquilo —murmura Kate.
—¿Hace cuanto no tienes sexo? Estás de muy mal humor —ríe— y no me vengas con la mentira de que eres virgen porque un Lobo puede distinguir entre virgen y no virgen, tú definitivamente no entras en esta última categoría.
—Touché.
—¿Quién es la afortunada? —pregunta Brad— es obvio que ya lo sé, pero quiero ver si confías en mí tanto como yo en ti.
—Maldito brujo —gruño y ríe a carcajadas.
—No puedes culpar que los genes de mis progenitores sean tan poderosos y me los hayan heredado.
—Pero el que seas un brujo tan poderoso como lo son tus progenitores no significa que puedes ir por ahí descubriendo secretos.
—Fue por accidente, no pretendía descubrir tu amorío, el hechizo se me fue un poco de las manos —responde restándole importancia.
Chismoso, nada salió mal.
—Ajá —ríe Nate— haremos como que creemos eso, es hora de entrenar.
Estúpido entrenamiento. Además de las clases básicas, llevamos historia de los licántropos y entrenamiento. Lo peor es que papá está presente y nadie quiere pelear conmigo o Axel hasta que reciben un buen golpe. Su miedo a papá les advierte que si llega a hacernos daño morirán, pero a Evan no le interesa que nos hagan daño en entrenamientos, para eso son.
Golpear, ser golpeado y aprender para no fallar en un combate.
—Oh, repentinamente enfermé —dice Brad y chasquea sus dedos— iré a enfermería, disfruten su entrenamiento.
—Te odio —gruñe Nate.
—Yo se que me amas, no puedes mentirle a un brujo —ríe y desaparece dejando a Nate con la palabra en la boca.
¿Por qué le dieron tanto poder a ese sujeto?
—Tú padre viene en camino, corramos —susurra Nate y todos corremos hacia los vestidores como si nuestra vida dependiera de ello.
Kate desaparece con un grupo de chicas y junto con Nate, entramos a nuestro vestidor y rápidamente nos cambiamos por la ropa deportiva.
Papá parece tener una obsesión con el tiempo, si no estás a la hora indicada se desespera o, dependiendo de su humor, se enfada.
Guardo mi ropa en el locker junto a mi mochila y salgo de los vestuarios. Me acerco a donde todos se encuentran y ahí se encuentran mis padres.
Mamá es buena en esto, fue ella quien me enseñó la autodefensa y me ha servido demasiado. Es una mujer que gobierna sabiamente, y sería un gran ejemplo como mujer si no siguiera al lado de papá, pero nadie comprende porque sigue aquí.
—¿Tú y yo? —pregunta Axel al llegar a mi lado y asiento. No me queda otra opción.
—Formen parejas y que inicie el combate —dice finalmente y nos posicionamos.
Axel puede ser bueno, pero no tanto como yo después de tantos entrenamientos junto a mamá y Lexa. Estando con ellas aprendes a desarrollar tus reflejos, nunca sabes cuándo soltarán el golpe.
(...)
—Mañana iremos a Blood Moon, por favor despierta temprano que no quiero llegar impuntual —asiento y entro a casa.
¿Porque Axel es tan perfeccionista? Yo quería descansar.
—¿Me escuchaste?
—Que si, pesado —respondo y voy hacia el comedor.
—Está manada también es tu hogar, deberías preocuparte más —gruñe y mi paciencia ha llegado a su limite.
—Me preocupo por esta manada más de lo que alguna vez harás, pero eres tú el que tiene ADN de lobo y yo solo soy una mezcla así que no puedo ser Alpha, si fuera yo el próximo gobernante te darías cuenta, pero eso no es mi responsabilidad.
Salgo tirando todo a mi paso, escucho que me llaman pero la furia me ha nublado y prefiero salir antes de lastimar a alguien inocente por culpa del idiota de mi hermano.
—¡Alex! —grita Jonathan tomándome por los hombros— vas a destrozar la casa como sigas así.
—Déjame —gruño y hago que me suelte— solo quiero estar solo ¿entiendes?
—Bien, al menos lo intenté —bufa y se aleja dejándome solo.
Estoy harto de Axel, juega a ser el hijo perfecto cuando de no ser por mi no sería nada de lo que es ahora. Estoy harto de que pretenda ser mejor que yo, fácilmente podría superarlo y pelear por el puesto de Alpha, pero es mi hermano y no quiero lastimarlo, aunque me saca de mis cabales.