Caminamos rumbo a la heladería hablando de cosas banales. Cosas de las que solo suelo hablar con Brad, que es quien mejor sabe del tema debido a sus habilidades. Vida, muerte, reencarnación, magia, cielo, infierno, etcétera.
Al llegar teníamos las miradas de todos en el establecimiento sobre nosotros, y lo comprendí. No soy conocido exactamente por socializar con otras manadas, mucho menos con chicas. Desde Scarlett evitaba cualquier encuentro con una dama para evitar chismes y problemas con mi pelirroja.
—Que incomodo —murmura la rubia mientras camina a mi lado en busca de una mesa vacía.
—Lo siento —me disculpo— al parecer es algo de otra galaxia verme con una chica —murmuro con socarronería.
Sabía que todos habían logrado escucharme, y así como todos pusieron sus miradas sobre nosotros la apartaron en ese instante.
—Eso fue algo rudo —dice Valentine al sentarnos— pero divertido —añade acompañado de una risa.
—Bueno, algo tenía que hacer para detenerlo —respondo contagiado de su risa.
—Está bien —ríe— ¿Cuál es tu sabor favorito de helado? —pregunta mientras ve el menú de sabores.
—Es una decisión difícil —murmuro y asiente dándome la razón.
—Tienes razón, hay demasiados que no he probado, pero suenan a delicia.
—Así es, todo en el menú es una delicia, deberías pasarte más a menudo para probarlos todos. —rio— Creo que optaré por menta con chocolate, ¿ya has decidido?
—Bueno, Alysa me contó alguna vez que el helado de dulce de leche aquí es el mejor, pediré ese.
—Mi madre tiene gustos raros, no deberías escucharla.
—¿Por qué dices eso? —pregunta entre risas.
—Sólo mírala, sigue con mi padre a pesar del daño que se han hecho mutuamente —respondo y de inmediato me retracto— Lo siento, aveces digo cosas sin pensarlas, solo olvida lo que dije.
Aparto la mirada deseando poder huir y olvidar este momento tan incomodo. ¿Por qué rayos debo hablar de mi inconformidad con la relación de mis padres? Y lo peor es que lo hago con quien mi madre tiene una gran amistad. Genial.
—Tranquilo —menciona después de algunos incómodos segundos de silencio— yo no hablaré de nada de esto con Alysa, tenlo por seguro. Si necesitas alguien con quien desahogarte aquí estoy yo, juro por mi vida que lo guardaré hasta la tumba.
¿Debería confiar en alguien que recién conozco?
—Lo entiendo —sonríe— soy amiga de tu madre y una completa desconocida. Pero deberías hablarlo con alguien, creo que te guardas demasiado y eso no es bueno.
—Gracias —murmuro.
—Iré a pedir los helados, ahora vuelvo —menciona al levantarse.
Mierda. ¿Por qué no puedo ser normal? ¿Por qué no puedo entablar una conversación normal? A este punto seguramente ella ya se ha arrepentido de haber venido.
La observo en la fila, ella lo nota y me regala una sonrisa al momento. Devuelvo el gesto y ella se gira para pedir nuestros helados.
—Toma, yo invito —dice al llegar a la mesa mientras me entrega mi helado.
—No, yo te he invitado, dime cuanto fue.
—Nada de eso, déjame invitarte el helado, no aceptaré un no como respuesta.
—Está bien, la próxima ronda la invito yo —menciono y noto de inmediato como sus sonrisa se ensancha y sus ojos brillan.
—Gracias, enserio amé este helado —ríe— y por cierto, puede que no comprendas el porque tu madre sigue ahí después del daño que se han hecho, pero las relaciones de licántropos así funcionan. No estoy justificando la violencia, solamente que desde el momento en que ella fue marcada no hubo manera de retornar. Tu padre es un Alpha de linaje puro, más poderoso que un Alpha común, su unión es mucho más fuerte que la de un licántropo normal y es imposible de romper. Es como si tu madre hubiera sido cegada, el amor siempre será más fuerte que la razón.
—¿Te parece eso justo? —pregunto y niega con su cabeza.
—No creo que sea correcto tener que aceptar a alguien por el simple hecho de que ha sido predestinada para ti —bufa— es absurdo el tener que soportar la violencia solo porque no puedes separarte de esa persona.
—Pensé que defenderías eso a toda costa.
—El que seamos licántropos no significa que debamos estar a favor de la violencia generada por una relación creada por una deidad —ríe.— Algo que se supone es sagrado no debería ser utilizado de esa manera, el amor no es una excusa ni justificación para la violencia.
—Eres la primera que no me ha contradecido con la típica frase "No todos son como tu padre, no todos tienen relaciones así."
—La violencia entre parejas así es más común de lo que crees, la masculinidad tóxica que nuestros antepasados impusieron sigue presente a pesar de los siglos y la lucha por desaparecer esta —menciona al terminar su helado— y en cierta parte es verdad, no todos los licántropos o Alphas son igual que tu padre. No todos son así de agresivos y no tienen historial brutalmente sangriento.
—Mamá dice que él ha cambiado —rio— pero me frustra escuchar las historias sobre ellos y no puedo evitar pensar que tal vez ella se quedó solo por nosotros.
—Cada familia tiene sus problemas y no sabría como ayudarte, pero puedes hablarlo con ella, sabes que te escuchará y te dará las respuestas que quieras.
Instantáneamente la observo fijamente buscando algún indicio de broma en sus palabras, pero todo parece indicar que va enserio.
—¿De verdad crees que ella me responderá a eso? Está loca por Evan.
—Bueno, ahí tienes una respuesta a una de tus tantas incógnitas —ríe— con el tiempo ha aprendido a quererlo, él ha echo su esfuerzo en cambiar por ella y su familia, pero si crees que hay más allá de eso deberías preguntárselo.
—Tienes razón, pero creo que ya es hora de dejar ese tema.
—¿Qué es lo que más te gusta de la manada? —pregunta sonriente.
—Creo que el bosque, es un lugar tranquilo cuando no hay cachorros corriendo por ahí —respondo y asiente.