Busco disimuladamente a la pelirroja por toda la casa y finalmente la encuentro en el jardín. Miro la hora en mi reloj y se encuentra en su hora de descanso, así que tenemos tiempo para dialogar como los seres civilizados que somos y llegar a un acuerdo.
—¿Interrumpo? —pregunto al estar a su lado y esto parece sorprenderla.
—Oh, no —responde sacudiendo su cabeza— es mi hora de descanso.
—Lo siento, por lo de ayer —murmuro al sentarme— sé que puse demasiada presión y sé que ya tienes suficiente con saber sobre el embarazo, pero vengo en paz.
—¿A qué te refieres? —pregunta dirigiendo su mirada hacia mí.
—No puedo obligarte a quedarte, no puedo obligarte a nada, pero por lo menos lleguemos a un acuerdo —respondo— respetaré si lo que quieres es irte de la manada, pero debería existir algún acuerdo para que me permitas conocer al cachorro.
—Está bien —suspira— sólo déjame pensar bien las cosas por favor.
—Lo haré —digo con una sonrisa y de inmediato me devuelve el gesto— creo que tienes cosas que pensar, así que no te molesto más.
—No —dice al instante— digo, si quieres puedes quedarte, no me molesta en lo absoluto.
Suspiro aliviado y regreso a mi lugar. Ninguno de los dos dice nada, solo miramos el Sol esconderse entre los frondosos árboles que adornan el jardín. El aire tira suavemente de estos y los sonidos que se producen son relajantes.
—Tienes razón —murmura captando mi atención.
—¿Sobre qué? —pregunto curioso.
—También es tu hijo y no puedo privarte de verlo o conocerlo —responde.— No tengo familia más que quienes me adoptaron aquí, así que no puedo arriesgarme a salir de la manada a un lugar desconocido y sin nadie que este para mí. Puedo quedarme aquí, criar al cachorro aquí y así podrás formar parte de su vida, pero no como su padre.
—¿Por qué? —pregunto de inmediato.
—Tú tendrás tu propia familia con tu Mate a su tiempo Lex.
Otra vez con lo mismo...
—¿Y qué harás cuando comience a cuestionarse dónde está su padre? Sabes muy bien que yo no tengo problema alguno con criar a ese niño como mi hijo. Quiero que tenga mi apellido, quiero darle una buena vida Scarlett, no quiero solamente ser un amigo de su madre, quiero formar parte de su vida realmente.
—Eres demasiado terco, ¿lo sabes?
Escuchar su risa me alivia un poco, pero aún así me molesta la manera en que quiera que conozca a nuestro hijo. Quiero ser su padre, quiero ser yo quien lo ayude a dormir, quiero ser yo quien lo lleve al maldito colegio, quiero ser yo quien le enseñe a defenderse.
—¿Ya has pensado bien eso? —pregunta llevando su mirada hacia mí— ¿Qué pasará cuando crezca y sepa que tu tienes dos familias?
—Le diré la verdad, yo estaba tan enamorado de su madre pero a la diosa le pareció correcto asignarle a alguien más como pareja, pero para ese entonces su madre y yo ya planeábamos una familia. Para no recibir el castigo de la diosa decidí que igualmente cuidaría de él y de su madre.
—Eres un gran mentiroso —ríe.— Háblalo con Valentine primero por favor, háblalo con ella y después decidimos que hacer.
—Está bien —respondo resignado.
He quedado de verme con Valentine dentro de 5 minutos, me encuentro fuera de casa esperando por ella y me siento demasiado nervioso.
Tengo que comentarle sobre el tema con Scarlett pero no sé cómo hacerlo. No puedo sacarlo de la nada, poco a poco debo ir introduciendolo, pero no tengo ni la menor idea de cómo hacerlo.
—Hola —saluda al verme.
—Hola rubia —devuelvo el saludo— ¿Cómo te encuentras?
—Bien —responde con una sonrisa— ¿Y tú?
—Bien, contento podría decirse —respondo con media sonrisa.
—¿Qué tienes planeado para hoy? —pregunta con emoción.
—¿Quieres dar un paseo por el bosque? —pregunto y asiente.
—Claro, oye sé que no debo meter el tema de tu familia en nuestras conversaciones, pero ¿Cómo crees que reaccioné tu padre ante la publicación del libro? —pregunta curiosa.
—Mamá es su adoración, estará feliz por ella —respondo— pero en cuanto se enteré de que mamá planea ir a Nueva York para estar físicamente durante los acuerdos con la editorial va a volverse loco —agrego.
—Tienes razón —ríe— Sólo espero que no sea piedra de tropiezo en el camino de Aly.
—Ten por seguro que si lo llega a ser no dudaré en patear esa piedra lejos del camino —añado a manera de broma.
—No dudaremos —menciona entre risas.
—Pensé que me dirías algo como "Es tu padre y tu Alpha, deberías ser más respetuoso".
—Si deberías —ríe— pero si tu padre resulta ser un estorbo para que tu madre después de tantos años logré uno de sus más grandes sueños, no dudaré en alejarlo de su camino.
—Es bueno saber que tengo una aliada —bromeo.
—Ten por seguro que dentro de tu hogar encontrarás más —añade con una ligera risa.
Y tiene razón, puede que en casa el abuelo, Kane, Abraham, Doth y sus respectivas parejas respeten a papá por ser su líder, pero en cuando este se mete con mamá pierden todo respeto por él. Por parte de mis hermanos no creo que haya aliados, papá tiene muy bien controlados a los tontos. Lexa aún es pequeña y a nadie le gustaría hacerla decidir entre sus padres.
El camino hacia el bosque continúa entre bromas y algunas anécdotas que ciertas cosas nos hacen recordar. A pesar de que a Valentine no se le permite el contacto con los integrantes de su manada sus hermanos se encargaron de darle una infancia buena, incluso se dejaron vestir como princesas. Esos tipos definitivamente tienen mi respeto.