Luna

CAPÍTULO 14

La mañana llegó y con esta un nuevo día de clases. Si no fuera por todo lo que conlleva, mataría por estar en el lugar de Lexa.

Mamá suele decir que me encuentro en la mejor etapa de mi vida pero eso me parece una gran mentira. ¿Que de bueno tiene levantarse a las 6 de la mañana 5 días a la semana y pasar al menos 7 horas en un lugar que detestas?

Con mucha pereza tomo una ducha, ni siquiera el agua fría logró despertarme por completo. Al estar listo tome mi mochila y baje al comedor, a juzgar por el olor el desayuno ya está listo.

—¿Y mamá? —pregunto al entrar al comedor.

Todos mis hermanos, incluida Lexy, se encuentran sentados en sus respectivos lugares, pero nuestros padres no se encuentran aquí, algo demasiado extraño.

—Ella y papá salieron a cenar, se quedarían en la cabaña —responde Axel.

—¿Estás diciendo que pude haber faltado a clases y no me avisaste antes? —pregunta Ashton fingiendo estar molesto.

—No hables con la boca llena de comida —exclama Lexa.

—Lo siento princesita —dice a modo de burla.

—Ya cierra la boca Ashton —ordena Jonathan— mientras mamá y papá no están yo estoy a cargo de ustedes, y no quiero ningún castigo por parte de Evan, así que todos irán a la escuela.

Ruedo los ojos ante sus palabras y parece notarlo pues bufa y su mirada permanece sobre mí.

—Yo si le tengo respeto —dice antes de levantarse— ha hecho demasiado por mí, y también por todos nosotros, también deberías considerar eso y tenerlo un mínimo de respeto a tu padre.

No respondo nada, sigo comiendo de mis panqueques y todos quedan en silencio.

—Los quiero a todos en 10 minutos fuera, yo los llevaré —dice antes de salir.

Termino mi desayuno lo más rápido posible y cepillo mis dientes. Salgo de casa y ahí se encuentra Jonathan junto a Ashton. Solo paso a su lado y entro al auto.

Minutos después todos ingresan y acompañados de música tomamos el camino hacia la escuela de Ashton, al dejarlo, Jonathan sigue rumbo a la nuestra.

—Gracias —menciono al bajar del auto.

No espero por su respuesta y camino hacia donde veo a mis amigos reunidos.

—¿Qué hay? —pregunto al llegar con ellos.

—Les estaba diciendo que Will hará una fiesta este fin —dice abrazándome por los hombros— y todos iremos, hace tiempo que no salimos.

—Sabes que ahí estaré hombre.

—Podrías invitar a cierta rubia —murmura picando mis costillas— Kate podría darte algo de lo que compró.

—¡Cierra la boca Brad! —chilla la mencionada.— Nate puede estar por aquí.

—Bien —ríe— pero sabes que el silencio tiene un precio.

—Maldito brujo, te odio —gruñe.— ¿Qué es lo que quieres?

—Sé que me amas querida —menciona con un guiño de ojo.— Pero mi precio lo sabrás más adelante.

La campana suena salvando a Brad de algún insulto de la pelinegra y todos nos dirigimos a nuestras respectivas aulas.

—Buen día —saluda el profesor al entrar y algunos suspiros femeninos se hacen escuchar.

Recuerdo que mi meta en la vida solía ser como él. Daniel Landon es el profesor más cotizado de la institución, amado por muchos, en su mayoría chicas, y odiado por algunos, que por lo general son los tipos a los que quien les gusta suspira por él.

La clase pasa más rápido de lo usual, pues este se encontraba ocupado y sólo nos dejo actividades. Sólo dos horas de historia sobrenatural y tendré un merecido descanso.

Con solo llegar a casa tiro mi mochila en la entrada y corro hacia el comedor, tener deportes antes de la salida me deja demasiado hambriento

Con solo llegar a casa tiro mi mochila en la entrada y corro hacia el comedor, tener deportes antes de la salida me deja demasiado hambriento.

—Hola —saludo al entrar.

¿Qué rayos hace Valentine en casa a esta hora?

—Dime qué rayos es lo que impide que haga un trato con los Blood acerca de su unión —pregunta papá molesto y de inmediato dirijo mi mirada hacia la rubia.

¿Qué hiciste Valentine?

—No la mires a ella, ya bastante te ha querido ayudar —grita asustando a la chica.

—Lo siento —murmura y asiento.

—Nosotros no queremos apresurar las cosas, por el momento estamos conociéndonos, las cosas se darán por sí solas —respondo— no hay nada más que eso.

Lo veo masajear sus sienes, Ashton parece tensarse y de inmediato aleja a Valentine de ahí. Eso solo logra ponerme más nervioso. Sabe que papá está por explotar y no será bueno para ninguno de nosotros.

—¿Quieres saber una de las ventajas de vivir tantos años? —pregunta continuando con el masaje. El miedo me paraliza y me impide responder, pero aún así levanta su mirada y me responde.— Aprendes a leer a los demás, y tu tienes el mismo maldito gesto que hace tu madre cuando me miente.

Con cada palabra que menciona el volumen de su voz aumenta y un frío recorre mi espina dorsal al verlo levantarse de su silla.

—Ambos mienten, así que te pregunto por última vez...

—Está bien, te lo diré —responde interrumpiéndolo.— Tendré un hijo con mi antigua relación —digo sorprendiendo a todos, menos a Valentine, quién ya lo sabía.— y pedí a Valentine algo de tiempo para nuestra relación porque quiero hacerme cargo de ese cachorro.

—¿Acaso nunca me escuchas? —pregunta molesto— Te dije miles de veces que usaras protección si estabas con alguien.

—Lo sé, lo siento —murmuro avergonzado.

Esto no podría ponerse peor.

—¿Quién es la madre? —pregunta y siento mi cuerpo tensarse aún más.

—Ella no quiere que lo sepan —miento.



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En el texto hay: hombreslobo, mate, magia

Editado: 30.01.2023

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