Luna

CAPÍTULO 20

Al recobrar mis sentidos, no lo pienso demasiado y corro en busca de Brad o alguno de mis amigos. Quienes me prestan atención me miran extraño, pero ahora mismo da igual, debo encontrar a quien tiene las llaves del auto, aunque sería preferible encontrar al brujo.

—Kate —la llamo y esta de inmediato se acerca.

— ¿Dónde estaban tú y Valentine? Los estuvimos buscando

—No tengo tiempo de explicarlo todo, pero ella ya se ha ido —respondo— ¿Sabes quién tiene las llaves del auto?

—Más tarde me explicarás todo —bufa— En cuanto a las llaves, no sé quién las tenga, pero puedes preguntar a Nate.

—Demoraría más, ¿Sabes dónde está Brad?

—Por allá —menciona y señala la terraza.

En esta se encuentra el brujo, bailando junto a un grupo de personas.

—Gracias, los veré mas tardé —me despido. Corro intentando ser cuidadoso para evitar problemas y retrasarme más.

—Lex, mi amigo —ríe— No me digas que dejaste sola a la rubia otra vez.

—Olvídate de eso, necesito que me envíes a casa de inmediato —respondo y me toma por los hombros.

— ¿Ahora qué hiciste? —Pregunta y suspira— Se nota que es urgente, por eso te daré la oportunidad de que me lo cuentes después, sólo recuerda que debes enfocarte en tu hogar porque si te distraes y piensas en algo más sabes que habrá problemas.

—Lo sé, lo sé —bufo— Hazlo ahora, por favor.

Nos alejamos del montón y me hace una señal antes de abrirme un portal.

—Gracias —menciono antes de adentrarme.

Por mi mente no pasa más que mi hogar, no sé cuánto tiempo pasa, pero ya me encuentro en casa.

—La señorita Blood ya se ha ido, vino a verlo pero se fue hace unos minutos —menciona uno de los guardias al verme.

—Gracias, ¿sabe si dejo algún mensaje? —pregunto nervioso.

Siento como mi corazón late desbocado y él parece notarlo, pues me responde que la Señora Lucy estuvo con ella. Agradezco y me adentro en casa, voy lo más rápido posible al área de los empleados y por suerte encuentro a la pelirroja ahí.

—Hola, ¿te encuentras bien? —pregunto recibiendo una mirada extraña de su parte.

—Claro —responde— pero no podría decir lo mismo de ti, ¿ahora qué te pasa?

—Nada —respondo de inmediato— ¿De casualidad no viste a Valentine por aquí?

—Si —sonríe— estuvimos conversando por unos minutos, pensé que te buscaba a ti, pero sólo vino para aclarar que no tiene ningún problema conmigo y que piensa apoyarme durante este proceso.

Menos mal... pero aún así algo no está bien, tal vez durante el camino recapacitó y entendió que la pelirroja no tiene nada que ver con nuestros problemas.

¡Por la diosa, Lex! Scarlett es el centro de sus problemas, y todo gracias a ti, genio.

—Está bien, descansa —me despido ignorando aquellos pensamientos, y de inmediato me dirijo al despacho de papá.

Sé que tal vez pudo haberlo dicho en un arranque de ira, pero no puedo tomar las amenazas a la manada tan a la ligera.

Doy dos toques en la puerta y escucho un: —Adelante.

Al entrar me percato de que se encuentra, o por lo menos se ve mejor.

—Regresaste más temprano de lo que creí —ríe— ¿Qué tal te fue?

—No tan bien como me gustaría —respondo y me tiro sobre uno de los sofás— Promete que no vas a matarme.

— ¡Por la diosa, Lex! —Exclama— ¿En qué problema te metiste ahora?

Veo como masajea sus sienes y me siento mal, papá no está en condiciones para soportar todo esto.

—Es con Valentine —respondo haciéndolo suspirar— Ella se enteró de que estuve con Scarlett una última vez y yo traté de hacerle creer que era una mentira, pero no salió bien y lo único que logré fue hacerla molestar más.

—Lex, sé que esto de los Mates nunca te ha gustado, pero por favor, haz el intento de mantener las cosas bien con ella —suspira— Lo último que quiero es verte sufrir, así que sugiero que te tomes un tiempo alejado de ambas, y decidas quién es la mejor para ti.

—Gracias papá, pero el problema no acaba ahí —menciono haciéndolo rodar los ojos.

— ¿Qué tan grande es tu problema?

—Tan grande que involucra la manada —respondo entre dientes. — Ella se molestó mucho y amenazó con acabar con mi vida, y mencionó que si tú pensabas involucrar a la manada ella no dudaría en atacar de vuelta, sabe que estamos vulnerables sin mamá aquí.

—Si que la hiciste molestar —ríe— Alex, sabes que no tengo ningún problema con Scarlett, pero es ella quién ha originado todos estos problemas, y si tú sigues jugando para ambos bandos, Valentine enloquecerá, y yo no tendré más remedio que echar a la chica de la manada antes de que los Blood piensen en aniquilarnos. Sabes que esto no es nada fácil para mí, pero si esta manada fue la más fuerte aún cuando no encontraba a tu madre, o cuando ella huyó, lo volverá a ser ahora que ella no está.

Agradezco el esfuerzo que hace papá por mantenernos bien, y aunque me duele pensar en que por mi culpa podrían echar a Scarlett, o que tendré que mantenerme lejos de ella, papá tiene razón. Debo alejarme de ambas y decidir qué será lo mejor para mí, antes de seguir jugando para ambos bandos y afectar a quiénes no tienen nada que ver con esto. Lo que menos quiero es terminar lastimando a ambas.

—Gracias papá, tomaré en cuenta el consejo.

—Ve a dormir, mañana discutiré sobre esto con los demás —ordena al momento en que se levanta.

—Sí, tú también deberías descansar —respondo antes de salir.

Tengo el resto de la noche para pensar bien las cosas, debo tomar una decisión en cuanto antes, y aunque esta pueda doler, será lo mejor para todos.



#219 en Fantasía
#160 en Personajes sobrenaturales

En el texto hay: hombreslobo, mate, magia

Editado: 30.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.