Luna

CAPÍTULO 47

— Alex, por favor, respóndeme —escucho el grito de mamá.

Abro los ojos de golpe, sintiendo como palpita mi cabeza. Las voces cada vez se distorsionan más, pero lo más importante lo tengo claro.

— ¿De quién hablas, Lex? ¿Quiénes vienen? —pregunta papá de inmediato y veo como mamá le clava una mirada.

— Está reaccionando, hay que esperar —dice con voz firme y en cuanto recobró la consciencia puedo verlos a todos a mi alrededor.

— Hay que irnos, ellos vienen —digo rápidamente mientras intento levantarme, pero mamá me detiene.

— Relajate un poco, Alex —ordena autoritaria— necesito que nos cuentes que pasa, has estado gritando por horas y no reaccionabas ante nada.

Los miro a todos y parecen preocupados, algo que para mí parecieron segundos, para ellos han sido horas.

— No tengo mucho tiempo para explicar, solo deben saber que debemos irnos ahora, ellos están de camino y no podremos hacer nada si nos encuentran primero —respondo cuidadosamente.

— Bien, en casa hablaremos, tomen las cosas más importantes, que salimos en 30 minutos —dice papá mientras toma a mamá de la mano.

— Está bien, niños, hagan caso a su padre, en un momento voy a ayudarlos —dice antes de salir con él.

— No pensé que pasaría tan pronto —murmura Ashton antes de salir, y siento curiosidad por lo que ha dicho, pero Lexa me detiene.

— ¿Qué fue lo que viste? —pregunta curiosa.

— Después te lo cuento, ahora hay que empacar.

Se aleja no muy convencida de mi respuesta, pero lo haré, en cuanto esté a salvo, les contaré todo.

Tomo una maleta y guardo rápidamente solo cosas importantes, intento llamar a Izumi, pero no recibo ninguna respuesta, tampoco por parte de Rena, o Kendall, y eso me preocupa.

Decido arriesgarme en llamar a Mali, pero tampoco recibo respuesta.

Intento calmarme, pues, tal vez los hombres de Gabriel se los están llevando a un lugar más seguro, y por esa razón no pueden responder, pero hay una parte de mi que presiente que no es así.

Salgo a la sala y ahí me encuentro a Ashton, quien parece absorto en sus pensamientos.

— Ashton —lo llamo— necesitamos hablar.

— Sé de qué quieres hablar —responde sin despegar su mirada del suelo— pero en cuanto estemos en casa hablaremos, ahora no es momento.

Su respuesta me deja aún más intrigado, pero antes de que pueda reprocharle algo, veo a mis padres salir junto con Lexa.

— Llamaré a Gabriel para avisarle que no regresaremos a los clanes —dice mamá mientras busca su móvil en su bolso.

— No lo hagas —digo mientras tomo mi maleta— Cuando estemos en casa solo envíale un mensaje avisando que no regresaremos, ahora hay que irnos.

— Lex tiene razón, hay que irnos ahora —dice papá mientras toma las llaves— se nos hará tarde.

Sin mencionar nada más, salgo, siendo seguido por Ashton, y una vez más reviso mi móvil, esperando alguna señal de vida de mis amigos, pero sigue sin haber nada.

— Relájate un poco, te vendría bien un té, le diré a papá que compre por el camino —murmura Ashton al pasar a mi lado.

Inhalo y exhalo intentando calmar mis nervios, pero todo esto me tiene tan tenso, que lo veo imposible.

El auto se mantiene en silencio, hasta que Lexa decide encender la radio, tararea algunas de las canciones que suenan en la estación, y así llegamos al aeropuerto.

Al parecer papá pudo tirar de algunos hilos para conseguir un vuelo rápido, y solo para nosotros, algo que agradezco, pues no quiero pasar un minuto más en este lugar.

En cuanto logramos aparcar, veo como papá rápidamente sujeta a Lexa y en un abrir y cerrar de ojos, en la oscuridad, noto como hemos sido rodeados. Ellos nos encontraron.

— Tardamos demasiado, hay que irnos, rápido, acelera, los perderemos —grito y veo como ante las luces del auto aparece Gabriel.

Ese maldito, sabía que había algo mal en él.

— Alysa, no queremos hacerles daño —grita mientras pone sus manos en su cabeza— solo entreganos a la niña, ella estará mejor con nosotros.

— Estás completamente loco si crees que te entregaremos a nuestra hija —grita papá sonando molesto.

— Tranquilo, Lobo —ríe— sabes muy bien que en ese lugar al que llamas manada, ella no alcanzará su potencial, no tienen los mismos conocimientos que nosotros, hemos estudiado el fenómeno de Lexa por siglos, solo entregala.

— Ese lugar, es nuestro hogar, el hogar de Lexa, y nunca has estado ahí para dar esas afirmaciones, no voy a permitir que hables así de mi manada —dice mamá en respuesta, y suena muy molesta.

— No quiero usar la violencia, sabes que a diferencia de tu esposo yo no soy así —menciona en tono burlesco— pero tengo compañeros a los que no les importará hacer el trabajo sucio por mí.

Escucho a Lexa sollozar y mi corazón da un vuelco, es solo una niña, y ni siquiera le importa si lo que dice pueda afectarla.

A lo lejos, escucho un aullido conocido, y me sorprende, a la vez que me asusta, pero en cuanto veo la confusión en el rostro de Gabriel, todo se aclara.

— Vayan por ellos —grita y papá aprovecha ese momento para sacarnos de ahí, conduciendo lo más rápido que puede hacia la entrada.

— Alysa, quiero que tomes a Lexi y corras hacia ese avión, chicos, ustedes sigan a su madre, yo trataré de detenerlos.

— No, Evan, por favor no me haga esto —dice mamá tomando su mano— si tu no regresas yo tampoco lo haré.

— No es una opción, Alysa —gruñe— váyanse ahora.

Salgo del auto rápidamente tomando a mamá de la mano, la escucho llorar mientras corremos, y eso me parte el alma. Veo cerca a los hombre de papá y un grupo de ellos nos lleva hacia el avión, mientras que otros siguen a su Alpha.

— Estamos siendo interceptados, que bajen los refuerzos —escucho a uno de ellos decir, y no puedo hacer más que sujetar fuertemente la mano de Ashton y pedirle a mamá que corra más rápido.



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En el texto hay: hombreslobo, mate, magia

Editado: 30.01.2023

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