— No entiendo por qué hiciste todo eso, mamá más que nadie siempre te trato como alguien de la familia, ¿Por qué la dañaste de esa manera? —pregunto sintiendo un gran nudo en la garganta. Mi voz ha sonado más débil, y ella lo ha notado, pero de nada sirve pretender ahora.
Me duele. Todo esto que ha contado duele, no por lo que tuvimos, sino porque se metió con toda mi familia, porque intencionalmente dañó a mi madre. Alguien que no hizo más que hacerla sentir en familia
— Tienes razón, Alysa siempre me hizo sentir parte de la familia, pero yo ya tengo una familia, Alex —responde fríamente— lo hice porque había personas que me querían y confiaban en mí, no debía dejar que los sentimientos me cegaran.
— Ellos solo te querían para cumplir con un objetivo, ¡fuiste solo su herramienta! —exclamo— Nosotros te dimos un verdadero hogar, siempre te quisimos por quien aparentaba ser, no porque obtendríamos algún beneficio de ti.
— Tu no lo entiendes —grita y la veo caer sobre sus rodillas— a ellos les debo la vida, ellos tal vez me usaban, pero me dieron lo que mi madre jamás me dio, y yo les debo todo lo que soy. Si ellos no me hubieran rescatado, no sería nada, todos me odiaban, pero cuando supieron que el Alpha me adoptó, me trataron con respeto, recibí la mejor educación, era bien cuidada y nadie se atrevía a hacerme algo.
— ¿No fue lo mismo que hicimos? —pregunto bajando hasta su altura— te dimos todo, te dimos alimento, un hogar, todos aquí te respetaban y querían, Scarlett.
Veo un par de lágrimas rodar por sus mejillas, y me permito llorar también. Sus sollozos hacen eco dentro de su pequeña celda, y la veo tan vulnerable que quisiera que esto no estuviera pasando.
— Yo te quise —digo finalmente— a pesar de que el enamoramiento fue solo una obsesión por tener algo que Axel no tuviera, yo te quise, te apreciaba, fuiste alguien en quien podía confiar plenamente y quien me enseñó a confiar en mí mismo.
— Yo solo quería ser aceptada por ella —consigue decir entre sollozos— lo único que quería era que ella me viera como al resto de sus hijos, y estaba dispuesta a hacerlo todo, incluso si tuviera que matarte, lo haría.
Su mirada fría me provoca escalofríos, y limpio mis lágrimas antes de levantarme.
— Así como tú harías todo por la aceptación de tu madre, yo haré de todo por mi madre, y créeme que esto no quedará así, Scarlett —gruño y veo como se levanta.
— No hay más de que hablar, todo quedó aclarado, y ambos sabemos cual será mi final —dice mientras juega con las cadenas que cuelgan de sus brazos— hasta luego, Alex.
Me quedo en shock al ver lo que hace, y en cuanto reacciono, solo puedo gritar a los guardias, mientras los gritos de la pelirroja se oyen de fondo.
Veo a los guardias apuntarle con algún arma de electroshock, y pronto cae evitando su cometido.
Me acerco un poco viendo las quemaduras en su cuello, y puedo notar como la carne ha sido expuesta.
— Hay que llamar a Meredith —dice uno de los guardias— usted debería retirarse joven Alex.
Asiento, sintiéndome aún confundido por lo que acaba de pasar, y salgo del área. Aquella escena se repite una y otra vez, dejándome un amargo sabor, y por momentos deseo no haberla visitado.
Sigo caminando, pensando en todo lo que ha dicho la pelirroja, y de pronto siento como unos brazos me rodean.
Pronto reacciono, dándome cuenta de que todos mis amigos están ahí, abrazándome.
— Gracias —digo a todos, sintiendo como un par de lágrimas vuelven a brotar.
Aquella calidez que Scarlett me había robado, me es devuelta al ver ahí a Izumi, a Rena, a Kendall, a Mali, a Brad, a Nate y a Kate. Tenerlos a ellos aquí, me reconforta.
— Te estuvimos buscando por todas partes, tu madre nos dijo que ya habías despertado, pero cuando fuimos a tu habitación ya no estabas, ¿te encuentras bien? —pregunta Rena y doy un ligero asentimiento con mi cabeza.
— Estoy bien, solo tenía que hacer algo —respondo y parecen saber de inmediato de lo que hablo.
— Deberías ir a comer algo, Alysa pidió que prepararan tu platillo favorito —dice Kate mientras me guía de vuelta a casa.
Ahora lo que menos tengo es apetito, pero basándome en lo que me han contado, debería comer algo, solo debieron haberme estado suministrando sueros.
— Claro, ¿ustedes están bien? —pregunto a los chicos.
— Ya habrá tiempo para hablar, pero estamos mejor ahora que estás despierto —responde Izumi con una ligera sonrisa.
— Si, ahora lo primordial es que arregles esto con tu familia —dice Mali— tu padre ya nos ayudó a incorporarnos un poco en la manada y se nos ha brindado protección en caso de que intenten hacernos algo.
— Además, tus amigos y familia nos han hecho sentir muy cómodos, no tienes porque preocuparte de nosotros —dice Kendall dando algunas palmadas en mi espalda.
— Si, sabes que cualquier amigo tuyo, es amigo nuestro —dice Brad abrazándome por los hombros.
— Me hace sentir mejor saber que podemos convivir juntos —les digo con una sonrisa. Nunca imaginé que ellos podrían estar aquí, en casa, que conocerían a Kate y Nate, o a Brad.
[...]
Después de la comida me sentía con un ligero dolor de cabeza, y después de que me insistieran en volver a mi habitación a descansar un poco, finalmente lo hice.
Solo me tiré en la cama y cerré los ojos. Siento que la vida está pasando tan rápido, hace tan solo unos meses era solo un tipo normal tras de una mujer, y ahora parece ser que soy como el resto de mis hermanos, y aquella mujer resultó ser el enemigo.
— ¿Cómo te sientes, Alex? —escucho a papá preguntar y abro los ojos— perdón que venga a verte hasta ahora...
— No tienes que disculparte —lo interrumpo— sé que Axel es aún inexperto en esto, y hay que mantener la seguridad, sé que tienes cosas por hacer.
Le doy una sonrisa que parece tranquilizarlo, y noto como camina con más naturalidad hacia la silla al lado de mi cama.