Luna

CAPÍTULO 51

Aquella conversación con papá, parece tranquilizarlo. Hablamos por horas que parecieron minutos hasta que mamá se apareció para llevarme algo de cenar.

— Me gustó hablar contigo, Alex —dice papá mientras que pasa su mano por mi cabellera, despeinándola. Justo como cuando éramos unos pequeños niños.

La sonrisa que se forma en el rostro de mi madre ante la escena me enternece. A pesar de todas las complicaciones que estamos viviendo, soy feliz sabiendo que mi familia está unida de nuevo.

— Tengo que irme para ver como van las cosas, pero te dejo en las mejores manos.

— Nos vemos, papá —me despido.

Giro mi rostro aparentando no ver su momento romántico con mamá, y en cuanto escucho la puerta cerrarse, veo a mamá acercar la bandeja de comida hacia la cama.

— ¿Cómo te encuentras? —pregunta mientras acomoda las cosas.

— Bien mamá —respondo mientras tomo agua del vaso que ha traído— solo fue un dolor de cabeza, nada de que preocuparse.

— Soy tu madre, no importa que tanto me digas que no es algo grave, siempre estaré preocupada por tu salud —dice acompañado de una ligera risa.

— Está bien —rio— gracias mami, por todo.

— No hay porque agradecer, cariño.
Veo la comida que ha traído y mi estómago comienza a rugir. Una jugosa rebanada de pizza es la culpable, y no dudo ni un segundo en tomar un gran bocado.

La escucho reír y volteo a mirarla, aquellos ojos me miran con tanta ternura, y siento el calor asentarse en mis mejillas.

— ¿Vale sigue aquí? —pregunto en cuanto he pasado la comida.

— Si, está durmiendo en esta misma ala —responde— uso mucha de su energía intentando llamarte y cayó rendida.

Asiento, recordando que fue gracias a ella que pude despertar.

— Si ella despierta podrías llamarme, necesito hablar con ella.

La escucho suspirar ante aquella petición, y busco su mirada, pidiendo una explicación.

— Si es de lo que creo que planeas hablar deberías tener en cuenta que Valentine ya no es la misma que conociste —dice finalmente— por el momento ella quiere enfocarse en otras cosas.

Aquellas palabras me hacen pensar en las palabras que llegamos a intercambiar hace unas horas. ¿Estaba evitando aquel tema o simplemente ya no es algo primordial para ella?

— Tampoco soy el mismo, mamá —digo con una sonrisa— y me parece bien, no es como que quiera pedirle matrimonio ahora.
— Si, después de todo esto dudo que quieras iniciar otra relación —dice con un toque bromista. Pero tiene razón, ahora lo que menos deseo es una relación, quiero tiempo para mí, quiero conocerme mejor.

— Perdón mamá —digo después de unos minutos de silencio— si no hubiera perseguido ese capricho de tener a Scarlett, esto no estaría pasando.

— Mi bebé —dice con ternura mientras pasa suavemente sus nudillos por mi rostro— es bueno reconocer nuestros errores, pero no creo que seas tu quien deba disculparse, has sido solo otra víctima más.

Sus palabras intentan reconfortarme, pero sé que no es así. En parte tiene razón, fui parte del plan de la pelirroja, pero si hubiera sido más listo, si hubiera notado las señales antes, nada de esto habría ocurrido.

— Aunque tu no hubieras seguido a Scarlett, ella habría ido detrás de Axel, y si el no le hacía caso tal vez iría por Jonathan, no te culpes así.

Aquellos brazos que siempre han estado abiertos para mí me envuelven dentro de una inmensa calidez, y las lágrimas salen. Vuelvo a ser aquel niño pequeño llorando en brazos de su madre, y en silencio agradezco a la diosa por haberme traído hasta ella.

— Todos cometemos errores, Alex —dice mientras da caricias en mi cabello— aún eres joven, aprenderás de ellos, y por más complicadas que veas las cosas recuerda que siempre tendrás a tu madre para ayudarte —siento como besa mi frente y sorbo mi nariz— y a un padre que ha vivido más de medio siglo, no hay nada que papá no sepa como manejar.

Ambos reímos y me siento mejor. Me hace bien saber que a pesar de mis errores tengo una familia con la que puedo contar, que tengo amigos que siempre me van a apoyar, y que aún estoy a tiempo de enmendar mis errores.

— Eres fuerte, Lex —dice al deshacer el abrazo— siempre lo has sido, y solo tengo algo más que decir, fui joven, también cometí muchos errores, hay cosas que quisiera poder revertir y no es posible. Tal vez hagas cosas que para ti no son malas, pero con el tiempo hacen daño, solo no esperes a tocar fondo para tratar de arreglarlo, háblalo, pide ayuda, siempre habrá alguien que podrá guiarte a la salida de tus problemas, nunca estarás solo.

Aquellas palabras me recuerdan a Cedric, y no dudo en preguntar por el.

— No sabemos mucho del resto —responde con tintes de tristeza— hemos intentado contactar con algunos, pero no hemos tenido respuesta y solo hay tres opciones, se unieron a Gabriel en nuestra contra, Gabriel tomo represalias por la rebelión, o lograron huir y tienen miedo de que pueda ser una trampa.

— ¿Entonces se ha comenzado una guerra? —pregunto deseoso de una respuesta negativa.

— No lo sabemos —responde después de un largo suspiro— tu padre no quiere participar de ninguna guerra, han intentado hablar, pero no se ha recibido una respuesta por parte de Gabriel y se teme lo peor, en todo caso hay que estar listos para no recibir un ataque estando desprevenidos.

— ¿Qué piensas que pasará? —pregunto sintiendo un gran nudo en el estómago.

— Honestamente, no tengo idea, Gabriel siempre se pintó como un tipo pacifista, pero creo que a ambos nos ha quedado claro que el hombre que conocimos, fue solo una fachada —responde inquietándome aún más.



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En el texto hay: hombreslobo, mate, magia

Editado: 30.01.2023

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