Suspiro mientras me acerco a mi madre. La noto muy nerviosa, aquel caminar de un lado a otro mientras hace su cabello hacia atrás es un gran indicio de ello, pero lo que menos necesito ahora es que este así. Lexa y la manada necesitan a la mujer racional que hay detrás de esa madre furiosa.
— Hay que tranquilizarnos, sólo él logró cruzar y está solo ahí afuera, lo que debemos pensar ahora es en como evitar que entre aquí —digo llamando su atención— y tampoco es algo en lo que me gustaría pensar, pero hay que tener uno o dos planes de respaldo, en caso de que consiga entrar.
— Lo sé —suspira— ya he hablado con tu padre, ha dejado a toda su gente a cargo de las fronteras, no saben como fue que logró entrar.
— ¿Conocen su habilidad? —pregunta Valentine de inmediato.
— Se suponía que era la sanación, pero ahora lo dudo mucho —responde mamá en un tono de voz neutral, pero sus ojos advierten de todo sentimiento a aquel hombre.
— Estamos en desventaja —murmura la rubia— desconocemos su habilidad y lo más probable es que después de que escaparan, haya decidido investigar las suyas.
— Dios, por qué siempre tengo que equivocarme con los hombres —escucho a mamá susurrar, y no puedo evitar soltar una risa.
La mirada que posan ella y Valentine sobre mí, me hace estremecer. Una de advertencia, y la otra nunca la supe descifrar. Es aquella mirada que te da tu madre cuando te atreves a desafiarla, cuando sabes que estás en problemas.
— Lo siento —murmuro y veo a Ashton regresar con Mali tras de él.
— Había un aura siendo perturbada —explica antes de que podamos preguntar algo.
A veces no pareciera que aún es un adolescente, maneja tan bien su don que parece todo un adulto en cuanto se refiere a auras.
— Está intentando comunicarse conmigo —dice Mali mientras sujeta su cabeza con ambas manos— lo estoy tratando de evitar, pero no podré por mucho tiempo.
— Déjalo —pide Valentine— deja que te diga lo que quiera, pero repítelo para nosotros, tal vez sea de ayuda.
— ¿Sabes cuál es el miedo de Gabriel, o su debilidad? —pregunto de inmediato, recordando la prueba.
— Si, pero es algo de lo que no puedo hablar —responde y muestra su lengua, dejando ver una marca de algún hechizo.
— Es magia muy potente —menciona Valentine con asombro— será mejor que no diga nada, estoy segura de que si no muere, por lo menos su lengua desaparecerá, y no será indoloro.
— Habla con él —dice mamá interrumpiéndonos.
Mali asiente, y por un momento parece desconectarse de la realidad, solo mira fijamente hacia el suelo por un par de segundos.
— Mali, mi pequeña, sabes que no quería hacerte daño, tu mejor que nadie sabes cuanto tiempo llevo preparándome para esto —menciona— tu puedes convencerlos de que solo quiero lo mejor para Lexa.
Todos observamos con atención, y en cuanto Mali abre sus ojos con sorpresa, sabemos que no se trata de nada bueno.
— En caso de que sigan sin aceptar, sabes cómo acceder a sus sistemas, te necesito más que nunca, nos llevaremos a esa niña, te perdonaré si lo haces.
Veo lágrimas resbalar por sus mejillas y la escucho sollozar, nunca había visto a Mali tan vulnerable.
— Recuerda que me debes la vida, sin mi tu madre habría acabado contigo, debes hacer esto por mi, te prometo que después de esto podrás vivir la vida normal que tanto deseabas, nada de clanes, solo nosotros tres... de lo contrario, sabes que no es bueno tenerme de enemigo, y puedes ir advirtiendo a ese amigo tuyo.
Bien, aquello ha sido cruzar los límites. Meter chantaje emocional es caer muy bajo.
— Puedes estar tranquila —dice mamá con dulzura mientras la toma suavemente por los hombros— no permitiré que te haga daño, primero va a tener que pasar por mí.
Ashton se acerca cautelosamente, y hace algo que hace tiempo no hacía. Toma la mano de la castaña con suavidad, y para ella podría ser solo un simple gesto, pero aquel pequeño hombrecito ha decidido limpiar su aura, retirar todo aquello que la está entristeciendo. Puedo notarlo por sus ojos, porque se han vuelto de un color azul claro, pero de inmediato los cierra, para que nadie más lo note.
Solo una vez lo había hecho, y juro no hacerlo más porque lo dejaba cansado y débil, pero que lo haga ahora solo me hace sentir orgulloso de él.
— Tengo un plan —exclama Valentine en medio del silencio— pero necesitaré de tu ayuda y del Alpha, Aly.
Mamá asiente, y se aleja de Mali para ir junto a la rubia.
— Vayamos a la sala de reuniones, cuéntame el plan y cuando tengamos todo listo informaré a los demás.
Las veo alejarse, y siento mi corazón saltar al pensar en Valentine cumpliendo con un rol de Luna. Es algo que no debería estar pensando ahora, cuando tenemos a un psicópata afuera, y por el momento creo que ninguno de los dos quiere pensar en eso, así que prefiero lanzar ese pensamiento en lo más profundo de mi mente y encerrarlo ahí.
— Ella estará bien —escucho a Ashton decir— llévala con el resto de tus amigos.
— Primero déjame llevarte a ti —digo mientras me acerco y lo veo negar con su cabeza.
— Yo estaré bien, llévala —asiento, pensando que tal vez solo desea estar solo después de aquel esfuerzo que ha sido limpiar un aura.
Tomo cuidadosamente a Mali del brazo y camino despacio con ella hasta la habitación donde puedo oler a Izumi.
— ¿Qué le pasó? —pregunta Kendall en cuanto me ve llegar.
— Gabriel le ha dicho cosas hirientes, mi hermano se encargó de limpiar su aura, pero ahora ella está tan relajada que no está consciente —respondo— cuiden bien de ella, por favor.
— Claro que lo haremos, tengan cuidado de ese hombre —menciona Izumi mientras ayuda a Kendall a acostar a Mali.
— Lo tendremos, en caso de que las cosas se pongan feas, estas habitaciones se cerrarán y no hay manera de que puedan acceder a ellas, así que necesito que se queden aquí y por nada en el mundo salgan, quiero que estén a salvo.