Capitulo 11: La Confrontación en el Corazón de la Ciudadela

Elara y Thomas se movían rápidamente por los pasillos, guiados por el sonido de la batalla. Elara sabía que Kael estaba luchando, y una parte de ella necesitaba estar a su lado. De repente, se encontraron cara a cara con Garrick. El cazador, con el rostro arañado y la ropa rasgada, estaba furioso.

"¡Mocosa estupida! ¡Sabía que volverías a por tu bestia y este a venido hacia ti como abeja atraida hacia su flor!" Garrick apuntó su arma a Elara, pero antes de que pudiera disparar, Kael, transformado en su forma humana, apareció de la nada y lo interceptó, golpeando el arma de su mano.

Kael y Garrick se enfrentaron en un duelo brutal. La fuerza bruta del lobo contra la astucia y la experiencia del cazador. Garrick era implacable, atacando con un cuchillo de plata, un metal venenoso para los licántropos, el cual tambien contenía Wolfsbane, mortal para los licantropos. Kael, sin embargo, era más rápido, más fuerte, y su furia por la captura de Elara le daba una ventaja salvaje.

"Nunca la tendrás," gruñó Kael, sus ojos brillando con una luz dorada y sobrenatural.

"Los monstruos como tú no merecen nada," escupió Garrick, intentando acuchillar a Kael en el pecho.

Elara observaba, el corazón en la garganta. Sabía que Kael estaba herido por el tranquilizante y el roce de la bala. Tenía que hacer algo. Mientras Kael y Garrick forcejeaban, Elara vio un frasco de un líquido brillante en el cinturón de Garrick, una esencia paralizante que los cazadores usaban en sus trampas para atrapar a los lobos e inducirlos a la inconsiencia. Con un movimiento rápido y desesperado, lo arrebató y lo arrojó a los ojos de Garrick.

El cazador gritó de dolor, sus ojos ardiendo. Kael aprovechó la oportunidad, inmovilizándolo contra la pared. El cuchillo de plata cayó al suelo. "Esto termina aquí, Garrick," dijo Kael, su voz un trueno contenido.