Luna de Ceniza y Corazones Salvajes

Capitulo 18: La Caida del Alfa y el Sacrificio de la Luz

El grupo llegó al lugar del Corazón de la Luna, una caverna resplandeciente con cristales que pulsaban con energía mágica. Pero Garrick y su banda ya los estaban esperando. La trampa se cerró.

Kael, con la confianza de su manada dividida, fue emboscado. Un dardo tranquilizante, más potente que el anterior, lo inmovilizó por completo. Elara y Thomas, junto a los lobos restantes, lucharon valientemente, pero eran superados en número y la magia de la Oscuridad los debilitaba.

Garrick se acercó a Kael, que yacía en el suelo, indefenso en su forma de lobo. "Tanto poder, tan inútil," se burló. "Ahora verás cómo la Oscuridad de la Sombra te consume, y yo reclamo tu poder."

Elara, viendo a Kael a punto de ser devorado por la Oscuridad, supo lo que tenía que hacer. Su abuela le había contado la historia del Corazón de la Luna, el único artefacto que podía controlar esa fuerza. Pero el poder del artefacto era tan grande que requería un sacrificio: un alma pura y dispuesta a unirse a él para sellar la Oscuridad.

Mientras Thomas y los lobos luchaban, Elara se lanzó hacia el Corazón de la Luna. Garrick intentó detenerla, pero Mikaela lo interceptó, dándole el tiempo suficiente para llegar al centro de la caverna.

"¡Elara, no!" gritó Thomas, comprendiendo lo que iba a hacer.

Pero Elara, con los ojos llenos de lágrimas, miró a Kael por última vez. "Lo siento, mi amor," susurró, una telepatía de amor que llegó a la mente de Kael. "Pero debo hacerlo. Para salvarte. Para salvar a todos."




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