Luna de lobos

Capítulo 17 (Final)

Nadie ha dormido en demasiadas horas. La mayoría hacemos turnos para vigilar a Marcus, al principio muy poco espaciados, pero su salud ha estado mejorando prácticamente desde que se empezaron las rondas por lo que en estos momentos, Kate, es la que pasa mayor tiempo con su marido y el resto hacemos rondas por el exterior o dejamos pasar el tiempo hasta que Marcus despierte.

Daiki y Selene no se han despegado apenas el uno del otro. Él está decidido a cuidar de ella, a hacerle más llevadero el mal trago que ha pasado con el ataque a su familia y la salud crítica de su padre.

—Es un guerrero increíble. Tu madre me ha dicho que fue atacado por tres hombres lobo... —oigo como el asiático alaba las capacidades de Marcus emocionado. Selene no puede evitar sonreír cuando está con él y quizá se lo niegue a sí misma, pero no puede negarlo ante mí, percibo lo que siente cuando está con él. Nuestra conexión tras este suceso se ha intensificado todavía más.

Everett me indica con un golpe de cabeza que vaya con él al piso de arriba. Así que tras disculparme con Anya y Leah y Luca me alejo para pasar un rato a solas con él.

—No tenemos mucho tiempo —afirmo dejando caer la chaqueta al suelo.

—No, yo quería saber cómo estabas —dice sujetándome por los hombros.

—Estoy segura de que una parte de ti quiere saber cómo estoy, pero otra, quiere algo más —digo zafándome de su agarre —y yo también lo quiero.

—La casa está llena de hombres lobo cuyos oídos son muy finos y tú estás conectada a tu prima de una forma muy íntima —susurra a escasos milímetros de mis labios. Sus labios se rozan con los míos cuando habla.

—No creo que les importe que haya un poco de felicidad en medio de este caos y si lo hace, tendrán que aguantarse.

Le empujo encima de la cama antes de saltar sobre él.

—Eres toda una leona.

Sonrío con suficiencia antes de besarle.

&

Al bajar a la planta baja todos los ojos se posan en nosotros.

—No esperaba que fuera a ser tan exagerado —le digo en voz baja.

—Intenté advertirte.

Mi prima me mira sonrojada. Y su pensamiento viene claramente a mí, como si estuviera hablándome directamente: "no vuelvas a hacerlo cerca de mí. He sentido todo lo que estabas sintiendo tú, el calor, la necesidad de tener a esa persona junto a ti... Tu puñetero orgasmo. Se me han encendido las mejillas como si fueran dos fogatas"

Estallo en risas sin poder evitarlo mientras el resto de personas de la sala me miran como si hubiera perdido un tornillo.

"Lo siento" me limito a responder.

Mi vista se fija poco después en dos personas que han hecho caso omiso a nuestro embarazoso incidente. Gael y Cassandra están sentados en las escaleras de la entrada, sin quitarse ojo de encima, muy cerca el uno del otro y las suaves caricias son constantes entre ellos. Miro extrañada a Anya que se encoge de hombros y levanta las manos. Sacudo la cabeza sonriente.

Suelto la mano de Everett despacio y me alejo para ir a la habitación donde descansa Marcus junto a Kate, seguida de Selene. Mi novio va directo a jugar con mi hermano y el perro, que por fin ha decidido dejar el lado de Marcus. Creo que no hay cosa que le guste más que los animales y los niños.

Mi tía los ve en el jardín a través de la ventana.

—Es un buen chico —afirma.

—Lo es.

—¿Estás enamorada de él? —la miro sorprendida. Es la primera vez que mi tía me pregunta algo así.

Suspiro.

—Con toda mi alma.

Ella sonríe. Sus ojeras son visibles con un simple vistazo. Pero su alegría y energías van mucho más allá de lo que en un primer momento se podría pensar.

—Yo respondí lo mismo cuando mi madre me preguntó acerca de Marcus.

Abrazo a mi tía y la aprieto contra mi costado mientras que Selene se acurruca en mi lado derecho.

—Yo se lo dije a tu padre, aunque creo que era un secreto a voces —la voz de Marcus nos sorprende a las tres.

—¡Marcus! —Kate se abraza directamente a su pecho y estalla en un llanto de pura felicidad.

—Ay... —se queja suavemente Marcus.

Parece que la felicidad a vuelto a nosotras de golpe, como si un fantasma nos hubiera atravesado. Jamás he experimentado nada igual, ni he visto tanta felicidad genuina, real y pura. La mayoría irrumpe en la habitación para ver a Marcus con sus propios ojos, para hablar con él, para abrazarnos. Desde que Marcus ha despertado, Nigel no se separa de su lado, está abrazado a él como una lapa y se le ve feliz. Nuestro tío se ha convertido en una persona especialmente importante para él, desde que llegamos pasan casi todo el tiempo juntos. Marcus siempre ha querido tener un hijo, un hermano para Selene, pero Kate no puede tener más hijos por lo que, que mi hermano le considere un padre y que de hecho haya empezado a llamarle papá hace ya un tiempo, no podría hacerle más feliz. Nigel tampoco ha tenido nunca un padre así que para ambos es una relación tremendamente especial.

—Papi... ¿Te duele? —pregunta acercando su mano a la barriga de él.




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