Prólogo

No pienses que la vida es injusta, solo porque te enseña a los golpes lo cruel que suele ser la familia. No olvides que de ti depende transformar el mundo, tú mundo.

Esas son las palabras que le digo al reflejo en el espejo del rostro de mi hermana y el mío.

 ─ Es hora de ir a asumir nuestro destino ─ tomo las manos de mí hermana y retiro la lagrima traviesa que resbala por su mejilla, en lo que continuo ─ Es hora de ver la cara de muchas personas que querían recibir la lápida con nuestros nombres como símbolo de su triunfo, un triunfo que nosotras disfrutaremos al sorprender a todos cuando descubran quienes somos en de verdad, quién es Shyllen Arthisa Luter y Kaliza Maure.

─ Así será, es hora de enfrentarlos, no debemos seguir ocultando nuestra verdadera esencia de esas familias, familias a las que, por un juego cruel del destino, pertenecemos.  ─ Veo tanta seguridad en las palabras de Kaliza, su rostro dice todo el mar de sensaciones que este día trae para nosotras, al ser presentadas ante la sociedad, no como las protegidas de la Luna de Lunas, si no…

Mis pensamientos son interrumpidos por las palabras de mi hermana.

─ Creo que es hora de retirar esto ─ es así como retira mi collar y luego el de ella, me toma la mano y pregunta ─ ¿Estás lista?

─ Sí, es mi simple respuesta en lo doy un halago a su belleza, hoy está increíble, más hermosa que de costumbre. Pero mi halago es reciproco, pues dice que en cambio yo estoy impactante y deslumbrante.

Ambas desplegamos una sonrisa, nos fundimos en un abrazo que dice todo lo que una significa para la otra y cómo desde hoy nuestras vidas y las de muchos cambiará, para siempre....