Luna de Lunas

6. Solo quería protegerla

Con un gracias finalizan su homenaje, toman las urnas y bajan del improvisado escenario. Todos abren paso en el recorrido hasta a la mesa.

─ Gracias por estar con nosotros en este momento, sé que no tuvimos el mejor de los encuentros, pero hemos aprendido a sentir un gran aprecio por ustedes chicas. ─ las palabras de mi hermano Varick, me llevan a proponer que nos retiremos, es hora de hablar con ellos y éste no es el lugar indicado.

─ ¿Les parece si nos vamos a un lugar más privado? ─ ¿Privado? ─ por la manera que Antoine me hace la pregunta, estoy por creer que mal interpreto mis palabras ¡Vaya! Que sí lo hizo.

─ ¡Perdón señoritas! Creo que mal interpretaron las cosas, por mi parte no estoy interesado en ninguna de ustedes ─ ¡yo menos! ─ agrega un desconcertado Varick.

─ No de la manera que, creo se están imaginando. Si nos acercamos fue porque nos recodaron a nuestras hermanas, ellas tendrían sus edades, pero de ahí a pretenderlas no podría. Ustedes son unas mujeres realmente hermosas y dignas de cualquier caballero, pero hay algo que, no nos permite verlas de esa manera, solo en forma fraternal. ─ pese al dolor que emana Antoine, sé que sus palabras son sinceras, ellos no están para amores, no esa clase de amores.

─ De hecho creo que éste no sería el momento de tener un consuelo de cama, no buscamos eso ─ Kaliza ríe por las palabras que agrega Varick, por mi parte hago lo mismo, es que en verdad son muy cómicos y pretender que queríamos darles ese tipo de consuelo. Ahora sus caras son de confusión….

─ ¡Qué pena! ─ trato de reponerme por el ataque de risa con el cometario─ No me supe explicar, debemos hablar con ustedes y es de algo muy confidencial y delicado, este no es el lugar adecuado, para que sepan la verdad... nuestra verdad ─ hablo en tono serio, no puedo permitir que regresen cada uno a su país sin saber, que no estamos muertas. Quizá estoy siendo muy tosta, pues no hace menos de unos minutos ellos y nosotras estábamos sufriendo, pero quiero abrazar con libertad a este mocoso frente a mí y cada minuto es una eternidad…

─ Sí chicos, ¡por favor! ─ Kaliza realiza un gesto de súplica con sus manos en lo que le hace un puchero ─ Nosotras tampoco los queremos para amarlos, ¡bueno! No de esa forma ─ Antoine y Varick ya los pico la curiosidad ante las palabras de la loca de mi hermana, porque pese a todo ella es y seguirá siendo mi hermana. 

Frente a tanta insistencia deciden acompañarnos.

Tomo por sorpresa a Varick y me cuelgo de su brazo, él lleva la urna con las supuestas cenizas de su hermana. 

Llevada por la emoción Kaliza retira las rosas, me entrega una y dice que esa me pertenece ─ en este momento no sé quién está más desconcertado con su acción, si los chicos o yo. Ella va casi que abrazada a un extrañado Antoine, sé que pronto entenderán nuestro comportamiento ¡Eso espero!...

Les pedimos que nos llevarán donde ellos se están hospedando, por obvias razones no pueden ir a nuestro apartamento, el chismoso del portero le dará aviso al administrador y hasta el momento llevamos la fiesta en paz y queremos que eso siga así.

Es una fortuna que el apartamento de los chicos cuenta con sistema de bloqueo interno de sonido, en este momento es una gran ventaja, así nuestra charla está protegida. Es un lugar espacioso y cómodo, cuenta con una sala muy elegante, ¡era de esperarse! Se trata de dos futuros Alfas y no de cualquier manada, ellos están en la línea de las manadas más poderosas, rango que les permite gozar de muchos privilegios.

─ ¿Desean tomar algo? ─ Sí, un trago doble del licor más fuerte que tengan, les aconsejo que ustedes se sirvan uno triple ─ por el comentario de Kaliza, Antonie por fin nos regala una sonrisa, aunque un poco apagada, pero eso es algo...

─ Antes de iniciar ¿me pueden contestar una cosa? ─ Por supuesto ─ contesta de inmediato Varick, ante la pregunta de Kaliza.

─ Chicas la verdad no sé qué es lo que ustedes tienen para contarnos, pero lo único que quiero es irme de esta ciudad, no quiero estar un día más acá ─ por la expresión de Antoine, sé que quiere estar solo, que en este momento no somos una buena compañía.

─ Disculpen a Anton, sé que para él las cosas son muy difíciles, no quiere decir que para mí no, pero no tuve la oportunidad de ver nunca a mi hermana, mi amor por ella era muy grande, pero de alguna manera mi carga es menor, recuerden que él llevaba una promesa que no pudo cumplir. ─ ¿Quién dice que no pudo? ─ contesta una muy efusiva Kaliza.

─ Yo digo que no pude. Ves a mi hermana, está ahí en ese cofre, no está viva, llegue tarde ─ pese a todo, Antoine contesta con voz tranquila, no está para discusiones, pero Kaliza sip.

─ ¿Y que si estuviera viva? ¿qué harías? ¡¡Salir corriendo y entregarla a una familia que nunca la quiso!!  O ocultarla si ella lo quisiera, si quisiera vivir sin ser descubierta, dime ¿¡¡la ocultarías!!? ─ Kaliza, por favor ─ digo para calmarla.

¡¡Kaliza nada!! Estoy cansada de que todos quieran llegar y "¡decir soy bueno!" Luego se quiten la máscara y muestren su verdadero ser. Y no creo el teátrico de hace un momento, no creo que en verdad quieran a esas chicas para algo bueno, de esas familias nada bueno se puede esperar y es una lástima que ustedes sean parte de ella, porque en verdad que les tomamos aprecio. ─ mi hermana está verdaderamente enojada, esta cegada por su dolor, por tantos recuerdos, no sé en qué momento cambio su emoción por abrazar a su hermano, ahora lo quiere es matar...




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