─ Sé que lo harás, ¡perdón! Lo habrías hecho ─ digo con una sonrisa melancólica.
─ Sí decidimos hablar y decir sus nombres, así como el de nosotros en esta ciudad ─ Varick me ofrece su mano, la cual tomo sin dudar, pero no solo tomo su mano, me aferro a su pecho, ese que buscaba mi consuelo y el cual le daré ─ fue porque contábamos con el apoyo del Alfa de los Alfas, así como el de nuestra Luna de Lunas, ella ordeno que nadie podía revelar que estábamos en su territorio. ─ ¿Por qué los apoyaron? ─ pregunté sin rodeos despegando un poco mi cabeza del pecho de mi hermano ─ digamos que nuestros padres no están en sus afectos.
─ En los míos tampoco ─ digo algo feliz. ─ Estoy cansada de ocultar tantas cosas ─ me retiro de los brazos de mi hermano.
─ Quiero que sepan ─ suspiro y tomo una de las manos de Varick ─ Qué no es fácil escuchar y ver como ustedes han luchado, luchado tanto por proteger a sus hermanas. ─ Por nosotras ─ dice una acelerada Kaliza.
─ ¿Cómo? ─ es la pregunta que hace que Antoine se separe un poco del regazo de Kaliza, retira las lágrimas con el brazo. Su expresión es de asombro y cruza miradas con Varick, pero mi hermano aún no procesa lo que escucho.
─ Es hora que sepan la verdad ─ con un movimiento de cabeza llamo a Kaliza, ella niega y se abraza más fuerte a un atolondrado Antoine.
Hago un gesto de desesperación, esta mujer monta un show, hace enfurecer a los chicos y ahora está como Koala en los brazos de su hermano. Pero el pobre no sabe qué está pasando y la muy tarada no me hace caso.
─ Cómo quieras ─ suelto con desdén ─ en esas urnas no está los restos de sus hermanas ─ mis palabras hacen que Antoine retire de forma delicada a Kaliza. Él fija su mirada en ella, lo veo negar.
─ Pero ¿qué es lo que están diciendo? ─ Eso Antoine, que ellas no son sus hermanas ─ digo señalando las urnas y aumentando más el gesto de sorpresa de ambos chicos.
─ ¿Cómo pueden estar seguras? ¿Cómo saben que ahí no está mi hermana? ─ Ni la mía ─ agrega Varick volviendo a la realidad, pero sin dejar de sujetar mi mano.
─ Porque ─ pausa sus palabras Kaliza, toma aire y suelta sin filtro ─ soy yo, soy tu hermana ─ y yo la tuya ─ agrego abrazando a mi hermano, pero el pobre ahora si que se congeló.
─ Eso no puede… ─ Antoine niega y pasa su mano por la cabeza, retoma aún muy incrédulo ─ ser, es broma ¿verdad? ─ no ─ dice Kaliza retirándose por completo de él, me mira y sé que debemos hacer.
─ So-solo les pediremos que cumplan con sus pro-promesas, que todo lo que han dicho sea verdad, que respeten nuestra decisión de no vo-volver ─ las palabras de Kaliza salen un poco distorsionadas, es normal, estamos arriesgando nuestro pellejo.
─ Confiáremos en que todo lo que ha dicho sea verdad ─ agrego apoyando las palabras de mi hermana.
─ Solo ustedes sabrán la verdad, no podemos durar más de un minuto con nuestra verdadera apariencia, pero ese tiempo será suficiente para que vean y nos crean ─ mis simples palabras dan paso al retiro de nuestros collares.
Ver como sus ojos se abren por el asombro, están ante lo que podríamos describir como sus copias femeninas.
─ Tanto tiempo ─ dice mi hermano Varick acunando mi rostro en sus manos y no pensé que ese chico tan falto se sentimientos se desplomara, su llanto no se hizo esperar, para él como para Antoine esto es solo un sueño hecho realidad.
De la nada un te amo salió de sus labios y su abrazo me llego al alma.
─ Seré tu sirviente.
Esas simples palabras hacen que mi agarre se fortalezca, solo puedo sentir los besos que no paran de mojar mi rostro por las lágrimas que los acompañan.
─ Nada, ni nadie te dañará, no, en lo que me tengas para protegerte, nadie te separará de mi ─ lleva beso tras beso con cada palabra ─ te he soñado tanto mi princesa, mi hermosa hermana mayor, mi Alfa ─ esa ultima palabra, hace que me tense, no seré su Alfa...
─ Y-yo ─ trato de decir que no quiero el cargo, pero mis palabras se atoran, es como si no pudiera hablar, debo calmar mi tartamudeo, él debe saber que no volveré ─ Yo no se-seré el ─ Shii mi pequeña, solo yo sabré que lo eres, será nuestro primer secreto de hermanos ─ con esas palabras él me coloca el collar y luego con su pulgar delinea mi rostro ─ me gustaría seguir viendo a mi verdadera hermana, pero sé que está apariencia te tiene a salvo y así permanecerás hasta que lo decidas, mi pequeña ─ Acá el pequeño es otro, yo soy la mayor ─ le recuerdo con algo de burla, aunque tiene razón, su cuerpo sobre pasa al mío por unos buenos centímetros. ─ no parce ─ la burla en su rostro hace que una sonrisa se adueñe de mi rostro, nos fundimos en un segundo abrazo que hace que todo a nuestro alrededor desaparezca.
─ Tengo tanto que contarte ─ yo también ─ digo sin despegarme de sus brazos.
Kaliza
Antoine no dice nada, solo tiene la mirada tan fija en mí, siento que no tomo bien la noticia. Escuchar las primeras palabras de Varick para con Shyllen me tiene al borde de estallar en llanto, creí que Antoine tendría la misma reacción que, en este momento tiene él ser de piedra.
Decido volver a poner mi collar, pero su voz me detiene.