Luna de Lunas

12. Nadie se puede enterar

Después de la gran pelea, la sorpresa dada por nuestros hermanos y una suspensión de una semana, es hora de volver. No sé qué sucedió y porque no nos echaron del trabajo, de la casa y hasta de la manada de la Luna de lunas. Kaliza dice que nuestros adorados parientes tienen mucho que ver.

Para ser franca no me arrepiento de nada. gracias a ese suceso, pasamos una semana asombrosa los cuatro. Recorrimos muchas ciudades, comimos como ballenas, bailamos, vimos mil películas, jugamos y nos embriagamos sin control.

Soy la novia hermana más feliz del plantea, eso sin contar a Kaliza y Antoine, ese par son la representación del mal en la tierra. Debía cuidarme de cuanta travesura querían realizar, sus fechorías llegaron al límite de hacer salir a todos los asistentes del estreno de una obra musical, todo porque querían cantar y gritar sin control.

Antoine como su más grande aliado, le ayudo. Le pago a un muchacho de mi edad, para que gritará que había una bomba, lo debía hacer en lo que pasarán la publicidad, todos salieron, menos nosotros. Causaron el despido del chico, por lo menos cumplieron la promesa de darle trabajo y su hermano alcahuete les regreso el dinero a las personas que afecto, solo por el capricho de él y su hermana diabólica.

Varick tuvo que pagar una muy elevada cuenta, nuestros acompañantes se fueron en la madrugada a la fiesta que se celebraba en el gran hotel y Antoine reto a Kaliza para que besará al novio como felicitación y que él haría lo mismo con la novia. Todo fue un maldito desastre y amanecimos con el equipaje en la playa.

Ahora mis bellos hombres están calvos y nosotras con el cuerpo morado. Esta vez se les fue la mano con la chanza.

Kaliza cambio el shampoo de los chicos y agrego pintura de aceite rosa mezclada con pegamento, yo de ingenua los coloqué en sus respectivos baños, ¡pero juro que no sabía lo que en verdad contenían!… pero no me creyeron. Ellos como represalia, nos ataron mientras dormíamos a la cama y nos bañaron con una tintura de cabello morada, fue una suerte que solo lo hicieron en el cuerpo.

Como resumen de mi trágico y divertido viaje de descanso, puedo decir que cambie más de hotel que de calzones, de todas partes nos echaron y siempre por esos dioses del desastre. Pero aun con todo y todo, fue la semana más loca que he vivido en todos mis años y cada día me convenzo más del amor que nuestros hermanos nos profesan, así como el de nosotras hacia ellos.  

Volver al trabajo fue más complicado de lo esperado, los chicos estaban en su plan de hermanos lapa sobre protectores. Para ellos no teníamos por qué pasar trabajo, solo aceptar que nos mantuvieran, como siempre fue una batalla que perdieron y aceptaron a regañadientes.

No quiero que tengan problemas, se deben concentrar en sus actividades y afianzar sus habilidades administrativas y de dirección como futuros Alfas que serán.

─ Hola, buenos días ─ saludo a mis compañeras que están reunidas en el área de Vestier, seguido lo hace Kaliza. ─ hola ─ contestan todas muy alegres.

─ Buena tarde ─ giro y veo a una señora muy elegante y de aspecto gentil.

─ Mi nombre es Coral, soy la nueva coordinadora de servicios generales y mantenimiento. ─ miro a Kaliza algo confundida y ella hace cara de que esta igual o más sorprendida por no ver a la bruja de Lucrecia.

─ Haré algunos cambios, pero los publicaré en la cartelera, sé que deben ir a sus respectivos turnos y no quiero que tengan problemas. Las iré llamando por grupos para conocerlas un poco mejor, soy mala para los nombres, así que de antemano me disculpo si las confundo, muchas veces hasta se me olvida el mío. ─ ese último comentario hace que muchas rían y el lugar se llene de una calma que hace mucho no sentía.

─ Pueden retirarse a sus labores, lo que necesiten me lo hacen saber, estaré dando rondas por las áreas que están a nuestro cargo, no quiero que estén dando papaya para llamados de atención, acá quiero que se apoyen y cubran su espalda como el grupo de trabajo que son y del cual ahora hago parte.

─ Si señora ─ contestan muchas y yo solo puedo pensar en que no todo es tan bello como se pinta.

─ Señoritas Luter y Maure, iniciaré con ustedes mi charla, por favor no se retiren, las demás a sus actividades. ─ ¡válgame! Ya decía yo que todo no era bueno, ahora debo escuchar las recriminaciones, hacer un compromiso y firmar otro memorando.

Todos salen y nos miran con cara de pesar.

─ ¿Cómo han estado chicas? ¿mucho trabajo? ─ Bien, si señora ─ contesto medio trastornada por el inicio de su charla.

─ De trabajo no mucho, llegamos de una semana de “descanso obligado” ─ dice Kaliza como apoyo a mi respuesta y haciendo énfasis en las dos últimas palabras. Coral solo niega muy risueña.

─ Quiero que sepan que estoy enterada ─ si, que casi matamos a medio mundo, pienso con disgusto, odio este tipo de charlas ─ que son asiladas de la Luna de Lunas, pero eso no hará que tengan un trato diferente, yo las trataré igual que a las demás. ─ suspira y se sienta, nos da una señal para que la imitemos y así lo hacemos.

─ Quiero que cualquier inconveniente que tengan, me lo hagan saber, no quiero chismes de corrillo y malos tratos con sus compañeros o superiores, ni de ustedes hacia ellos o de ellos hacia ustedes. Acá todos tenemos el mismo valor y merecemos un trato digno. Odio las personas que se meten en los problemas de los demás, si alguna realiza un acto indebido, soy yo la que debe intervenir. ─ afirmo con un movimiento de cabeza, en lo que espero que saque a colación el tema de la pelea.




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