Luna de Lunas

13. ¿Es real?

Al salir cierro de manera brusca la puerta. Tengo mal genio, ¿por qué Shyllen tenía que parar en el mismo lugar que ese doctor? Sé que ella cree en las personas, pero él es un hombre acostumbrado a jugar con todas las mujeres.

La pobre de Samanta sufrió por el desprecio de Cohen. Ella llego como residente al área de urgencias, muchas de las nuevas no conocen la fama y récord amoroso del doctor.

Iniciaron un romance, le prometió tantas cosas y la ilusionó para luego de unas cuantas calentadas de cama… dejarla. Siempre le pidió no hablar de su relación, que, por el trabajo y el compromiso que tiene, según era mejor mantener todo en secreto, que él arreglaría todo para poder hacer pública su relación y así evitar problemas laborales. Ahora la pobre está trabajando en otra ciudad y dejando atrás la relación por la que aposto por más de un año, un año en el que lo compartió con muchas, pero solo se enteró de pocas.

Me enteré sin querer de su relación, un día que ingresé al cuarto de médicos. Quise empezar por hacer el aseo al baño, así que dejé todas las cosas en la ducha y cuando me disponía a iniciar mi labor ellos ingresaron, iba a salir, pero no me dieron tiempo, me toco quedarme quieta y muy calladita. Samanta inicio a reclamarle porque lo encontró muy caliente en los brazos de una jefe de enfermería, pero él no le dio importancia y le explicó algo de una enfermedad que padece, algo llamado satiromanía (conducta sexual descontrolada). Luego dijo que ella era otra más que no lo comprendía, así que no perdería su tiempo explicando cosas que ella no entendería. Antes de salir le dejó claro que todo entre ellos había terminado y que él no cambiaría por ella ni por nadie. La pobre chica inicio a llorar, no tuve de otra que salir y tratar de consolarla, no pensé que ese hombre pudiera ser tan frio.

Desde ese día Samanta confió en mí y me conto de las muchas que vio pasar por los brazos de ese hombre y que trato de asimilar su condición, que lo complacía en cada oportunidad, pero no fue suficiente, él siempre ponía sus ojos en otra y otra, era como si su deseo no tuviese limite. Adicional le pidió asistir con una terapeuta sexual, pero él muy sínico dijo que disfrutaba de su condición.

No deseo que mi hermana haga parte de su colección de aventuras sexuales, ella a cuidado de mí y yo haré hasta lo imposible por cuidarla también.

Mi pensamiento se detiene, cuando la veo ingresar y sé que me quiere interrogar, pero no le voy a decir nada aún, este no es el lugar… ¡y no se aguantó! Pienso cuando escucho su llamado.

─ Kaliza ¿qué te pasa con el doctor? ¿por qué eres tan grosera con él? ─ Shyllen de eso hablamos en la casa, por el momento quiero que me acompañes a un lugar ¿Puedes? ─ veo que duda, pero quiero ir por una pizza, y no quiero arruinar mi almuerzo. Así que decido rogar un poco.

─ ¡Porfa! Shy, prometo que te explicaré y contestaré todo lo que quieras, pero si te fijas, este no es el lugar correcto y no quiero que seas el tema para alimentar a todos estos buitres. ─ con mi explicación, mi carita de perro y la súplica de mis manos, logro que acceda.

Al llegar a la pizzería Marcus nos atiende con el mismo ánimo de siempre, no pregunta lo que pediremos, solo dice que en cinco minutos trae el pedido.

─ Sí, ya sé que te debo una explicación, solo déjame almorzar en paz. ─ prefiero intervenir antes que Shyllen inicie hablar.

Veo ingresar al demonio angelical acompañado de dos chicos muy atractivos, nos saluda con un movimiento de mano y se sienta frente a la mesa de nosotras.

Al terminar el almuerzo le digo a Marcus que me pase la cuenta, pero me indica que el Príncipe Alfa ya pago todo. Es un hombre muy atento, amable y detallista, pero sé que no es solo conmigo.

─ ¡Vaya! Pero ya tienes un muy buen pretendiente. ¿te gusta? ─ Mucho ─ contesto con voz apagada.

─ Veo que es muy atento contigo. ─ agrega mi hermana en lo que toma un poco de su gaseosa.

─ Es igual con todo el personal de limpieza y administrativo ─ aclaro, aunque yo quisiera ser especial ─ siempre los sorprende con refrigerios y obsequios para sus cachorros, así que acá no hay atención preferencial.

─ Pues yo no opino lo mismo, desde que ingresó no te quita la mirada. ─ las palabras de Shyllen me alientan a pensar en un quizá, pero él puede tener a cualquier mujer, una de mejor posición, no una de limpieza, ellos no fijan sus ojos en los de rango tan bajo, a menos que sea su mate, en este caso su Luna.

─ Sabes muy bien Shy, que ver no es lo mismo que tener, él debe ser como el doctor Cohen, hombres que cuentan con todas las cualidades físicas suficientes para meter en la cama a la mujer que deseen, y luego que su compañera aparezca, simplemente la desechan y ya. ─ digo sacudiendo mis manos en lo que continuo ─ Acá no estamos para creer en cuentos de hadas, debemos vivir la realidad, por más que él me guste o me vea como dices que “supuestamente me ve” ─ hago comillas con mis dedos.

─ Digo lo que veo, es solo eso. ─ ignoro su comentario y continuo.

─ No dejaré que me vea como su juguete nuevo, si se fija en mí, que lo haga porque en verdad le gusto y no para tener una relación a escondidas o clandestina. Quiero algo de verdad, alguien que le grite al mundo que soy su novia, no la que deba besar a escondidas y luego ser castigada ¿lo recuerdas? ─ finalizo con una risa.




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