Veo a una Kaliza pensativa, se ríe de vez en cuando, toca sus labios como si recodar los besos de alguien la llevará a otro planeta.
─ ¿Te pasa algo? ─ No, digo sí ¿Cómo sé si soy la compañera de alguien? ─ la pregunta me perturba, sé que esto sucedería, pero con el bloqueo la esencia es muy difícil de detectar, a menos que sea un Alfa o un Gamma…
─ ¿Por qué lo preguntas? ─ ¡Vamos, Shy! No me contestes con otra pregunta, solo dime como hago para detectar a mi compañero, se puede ¿o no? ─ Solo un Alfa o Gamma lo puede lograr, ellos son los únicos con esa capacidad ¿Por qué el interés?
─ ¡No puede ser! ─ dice y luego toma un cojín del sofá y grita muy fuerte, se levanta me abraza e inicia a llorar.
─ Kaliza me asustas ¿Qué pasa? ─ soy la Luna del demonio angelical ─ dice entre lágrimas.
La aparto muy suave, ella niega, pero aun así la retiro.
─ ¡Mírame! ─ No quiero ─ aprieta sus ojos y niega. Le pellizco los cachetes y reacciona, ─ eso siempre funciona ─ le digo con una gran sonrisa, pues estoy muy feliz, ella se merece la felicidad de este mundo y todos los que aún no conocemos.
Lástima por Marcus, él en verdad me agrada, pero acá el que tiene loca a mi amiga es el demonio angelical como ella dice, o sea el futuro segundo Alfa más poderoso de todos, Alay Belzhur.
─ Es que Shy, no entiendes, si le confieso quién soy en verdad, él podrá reaccionar de otra manera, no quiero que me rechace, desde que lo vi sentí algo diferente, algo que no siento por Marcus ni por otro hombre ─ agacha su cabeza apenada y en voz baja agrega ─ es como si el deseo me dominara. ─ no aguanto y me rio.
─ ¿Por qué te ríes? No le encuentro el chiste. ─ ¿Dime que por lo menos, colocabas atención a alguna materia? Porque es muy curioso que no sepas nada del comportamiento o la naturaleza de nuestra especie. ─ Kaliza tiene cara de no recordar nada, así que mejor le aclaro.
─ Mi querida hermana, debes saber que ese deseo se despierta solo con tu compañero ─ ella arruga el ceño en señal de no entender, mejor prosigo.
─ No quiero decir que no sientas deseo por nadie más, es solo que con tu pareja ingresas en una especie de pre-celo inmediato. ─ fija su mirada en mí.
─ Lo cual indica que, al encontrarlo, así él no tenga la certeza que soy su Luna completamente, nuestros lobos se reconocen y adelantan la temporada de celo. ─ contesta entre trastornada y asombrada. ─ Exacto.
─ ¿Pero no he tenido ni la primera temporada? ¿Cómo puede ser eso posible? Cuando hablaba de tener sexo lo hacía por experimentar, no soy de las que crean en que se debe llegar virgen al matrimonio o la unión, así que no sé qué está pasando. ─ Pasa que él te halló, así que tu loba y tu cuerpo lo reconocen como tu pareja. Solo desea acoplarse para ser reclamada.
─ ¡Pero no quiero! No aún, Shy no quiero dejarte sola, si él me marca significa que debo tomar mi puesto como Luna, no me siento preparada. ─ el silencio me demuestra lo frustrada que se encuentra con todo esto.
─ Debes hablar con él y con la verdad Kaliza. ─ hablo en tono firme, sé que ella no me quiere dejar sola, pero no puede temer a decir lo que quiere y desea ─ Sé que él te comprenderá, no tienes por qué acceder a ser su Luna ya, pueden empezar un noviazgo, ¡claro! Antes debes terminar con Marcus.
─ Gracias ─ dice regalándome un muy fuerte abrazo.
Kaliza paso una noche tranquila después que hablamos, pero hoy está muy ansiosa. Sé que hablar con el Alfa la tiene con los nervios de punta. Ella podrá manejar la situación y su ángel demoniaco la deberá aceptar o de lo contrario yo le haré entender las cosas. Ahora mejor concentro mi atención en mi trabajo.
─ Buen día. ─ Buen día doctor.
─ Me puedes llamar Joyner o Cohen. ─ su sonrisa en muy bonita, aún me pone nerviosa verlo o estar cerca de él. Pero con todo lo que me contó Kaliza, temo a cualquier cosa que él me pueda decir o proponer.
Él termina de atender a una paciente muy bella, ella le entregó una nota, sé que es su número, todas terminan haciendo lo mismo.
─ Shyllen, después del turno podemos ir a comer un helado o al cine, ¿te gustaría? ─ Bueno ─ mi respuesta es corta pero efusiva.
Le avisé a Kaliza que saldría con el doctor Cohen, se molestó un poco, pero le expliqué que ella tenía una cita y yo no quería llegar a la casa a comerme las uñas, así que lo mejor es salir a distraerme.
─ Debo hacer algo primero, así que te veo en media hora en esta dirección. ─ Joyner me pasa un papel y luego se retira.
Llego al lugar indicado, la bocina de un vehículo me espanta un poco, giro y es el doctor. Me abre la puerta y me indica que ingrese.
─ ¿Llegaste fácil? ─ Si ─ digo algo sorprendida con su aspecto, se ve algo desaliñado, sudado y despeinado.
Llegamos a un bar, es confuso ya que según iríamos por un helado o al cine, así que no entiendo del cambio de planes.
─ Espero no te moleste que haya cambiado un poco el plan ─ ¿un poco? ─ pregunto con molestia.
─ Tranquila, en este sitio también preparan pizza y de la mejor ─ me indica que mire el lugar. Efectivamente es un “pizza bar” por llamarlo de alguna forma. ─ La verdad no almorcé y tengo un poco de hambre, ─ yo igual ─ digo bajando la guardia.