Luego de un merecido almuerzo. Uno que fue algo tarde, pues nadie se levantó de la cama hasta que el reloj dijo que era suficiente, aunque para mí no era suficiente, solo deseaba poder seguir durmiendo, pero muy a nuestro pesar teníamos un compromiso que cumplir.
Antoine y Varick tenían todo organizado, ellos se encargaron que el personal nos ayudará con la preparación para poder asistir ante el congreso. Nuestros hermanos se aseguraron que todo lo que nosotras teníamos en la mansión listo para ese momento, estuviese en el hotel dos horas antes para no tener demoras.
La presentación ante el consejo fue algo formal. Como nuevos gobernantes de la manada Renacer, tanto Alay como yo, debíamos firmar el acta en el que aceptábamos el cargo de Alfa y Luna, también todas las responsabilidades inherentes a nuestra nueva posición.
Lo único que no me gusto de la ceremonia, fue el hecho de tener que firmar con sangre dicho documento. Aún me duele mi dedo índice por el pinchazo ¡No es que sea floja! Pero odio las agujas y más cuando son utilizadas en mis bellos dedos.
¡Claro! La peor parte la llevo Shyllen y Breisthell, ellos les tocó cortar la palma de su mano derecha. Luego verter ese líquido rojo en una especie de copa de barro, para poder hacer la unión de sangres, sangres que se usarían para humedecer la almohadilla para el sello que, contiene su marca de linaje.
─ ¡Wow! ─ Digo cuando trasmiten en una pantalla el diseño del sello con la figura del nuevo linaje. Es la silueta de un lobo sobre un aro, en el interior del aro está el símbolo de la justicia, en uno de sus platillos entrelazados están las iniciales del nombre de mi hermana y en el otro las iniciales de Breisthell. Es simplemente hermoso.
Mi hermana y su esposo como nuevos líderes de todos los seres sobrenaturales, proceden a firmar y sellar todos los registros que oficializan el inicio de su gobierno. Uno que estoy segura, será justo, tan justo como su linaje lo ha sido.
La ceremonia culmina entre felicitaciones, buenos deseos y un brindis en honor a los nuevos Alfas y Lunas.
Al salir del congreso, el ex Alfa de Alfas y su esposa se despiden de los que hoy partimos de Dresde, no pueden acompañarnos al aeropuerto, tienen unos compromisos que atender y asuntos que finalizar.
Al llegar al aeropuerto, fue difícil apaciguar el ambiente de tristeza que se adueñó del lugar, pero también, teníamos claro el acuerdo al que llegamos. No íbamos a permitir que la unión de hermanos se dañara, así como así. Por eso siempre uno debía esperar la visita de los demás en su ciudad de origen cada fin de mes, siendo esta la solución que encontramos para sosegar la separación que, por motivos más que obvios, no podíamos ignorar u omitir.
Nos despedimos con un abrazo acompañado por un nudo en la garanta. Nadie oculto el sentimiento que lo embargaba, ese que sabíamos no era eterno, pero si difícil de asimilar. Antoine fue el primero en abordar, seguido de Varick, ellos sabían que, pese al acuerdo, separarme de mi hermana me costaría el doble de lo que a ellos les costó dejarnos.
Me acerco y nos fundimos en un abrazo. Recuerdo que muchos sucesos han ocurrido a lo largo de nuestra existencia, algunos dolorosos, innombrables o tormentosos. Pero ninguno de ellos se compara con lo que estoy sintiendo…
Pese a que no derrame una lagrima, tengo claro que mi corazón fue dividido y con mi hermana se quedó una parte muy significativa, esa parte que espero soporte el vernos solo una vez al mes.
Es así, como con este pensamiento y un profundo dolor en mi alma, inicio mi camino, uno que me conducirá a vivir nuevas aventuras y experiencias, experiencias que compartiré desde la distancia con ella.
(…)
Poco a poco los días avanzan y es cuando descubres que el tiempo es tan efímero, que en un parpadeo has vivido cuatro de los mejores años como esposa, madre, hermana, amiga y Luna. En estos años comprendí que el tiempo o la distancia no son un obstáculo para que la verdadera amistad y hermandad se mantengan solidas.
En estos cuatro años han sucedido cosas maravillosas, logré que mi proyecto de crear la segunda clínica que atendiese a toda clase de seres sobrenaturales se diera, ahora solo es cuestión de un par de meses para que sea inaugurada ¡Amo esa idea! Podré ver de nuevo uno que otro demonio pecaminoso contoneándose por los pasillos de la clínica ¿¡Qué puedo decir!? ¡Esos condenados son un verdadero pecado! No tan guapos como mi esposo.
Que puedo decir, me encanta ver el rostro de Alay cuando digo que, de todos los seres del universo, los demonios se llevaron el mejor molde de belleza. El pobre por más que trata de ocultar sus celos, estos le afloran con un grado elevado de naturalidad…digno de un Alfa.
Dejando de lado mi parte pervertida, debo agregar que como Luna he tenido mucho trabajo, trabajo que fue la excusa perfecta cuando hace dos años dejé de entrenar para iniciar mi cuidado y poder preparar mi cuerpo para el embarazo.
Alay y Breisthell jamás se enteraron que junto a Shyllen planeamos quedar embarazadas ¡Sí! El sueño de ambas era ser madres por primera vez, y al mismo tiempo, la desventaja es que, aunque sabíamos que ambas estábamos en esa ardua tarea de la reproducción, ninguna tendría la certeza del día exacto en el que la gestación se diera, por eso pensamos que nuestros hijos nacerían con algunos días de diferencia, cosa que no fue así.