Capítulo 21.

Ambos amanecieron juntos, ella estaba recostada en el pecho de Liam mientras usaba una sudadera de él.

—Uhm… ¿ya despertaste? —Dijo bostezando. Ella asintió—¿Sabías que te ves linda dormida?

—¿Me viste dormir?

—Si…encontré mi nuevo pasatiempo favorito —sonrió acariciando su cabeza.

De pronto el estómago de la chica interrumpió su momento romántico.

—Bajaré a preparar el desayuno ¿sí? —avisó dándole un beso en la frente.

Melissa bajó despacio por las escaleras y se detuvo a verlo cocinar. Liam se volteó al verla y se rio.

—Te quedan mejor que a mí.

Opinó jocoso sobre los shorts que usaba la pelirroja y ella rio; se acercó a él mientras seguía cocinando.

— ¿Cómo amaneciste?

—Bien…solo algo cansada —admitió tímida— ¿te ayudo?

—Ya casi termino, tú descansa —pidió dándole a probar un trozo de hot cake— ¿está rico? —Preguntó sonriendo y Melissa le asintió.

Después de un rato Melissa se volvió a poner su ropa y ambos fueron al refugio.

— ¿Estás usando…la misma ropa…de anoche? —Vaciló confundida Miranda.

Jace y Lexi estaban en el sofá, al oír llevaron la vista a los recién llegados; Alec le dio un codazo a Miranda cuando vio que ambos se sonrojaron.

—Algo luce diferente aquí —entrecerró los ojos Lexi.

— ¿Te refieres a ti y a Alec? —Alegó Liam para cambiar el tema.

—Jum —fingió sonreír—. Como sea, Lissa ¿nos acompañas a Miranda y a mí a la plaza?

La pelirroja asintió nerviosa y se fueron. Jace se acercó a Liam con una actitud picara.

—Sé que algo cambió —susurró—, pero no preguntaré…no es mi asunto —sonrió pícaro.

En camino a la plaza las dos chicas molestaron a Melissa sobre la situación que había ocurrido en el refugio, y aunque esta tratara de cambiarles el tema su cara sonrojada la delataba.

—Oh miren allá está Lydia —señaló Lexi—, los postres de esa cafetería son ricos.

—Lydia siempre viene aquí —comentó Melissa—, al igual que Elijah.

Las tres sonrieron y dejaron de hablar cuando entraron al lugar y saludaron a Lydia. Compraron sus postres y empezaron a charlar cuando una voz femenina las interrumpió, llamaba a Melissa, quien puso mala cara igual que Lydia.

— ¿Saben quién es? —Preguntó Lexi en voz baja.

—Karina Webber —respondió irritada Melissa—, estaba en los recuerdos de Alice y no le agradaba mucho.

—A nadie en realidad —agregó Lydia.

Karina Webber, morena alta de cabello rizado y oscuro se acercó a saludarlas actuando con un entusiasmo excesivo y un toque de egocentrismo que de inmediato irritó a las que no la conocían.

—Soy Karina, por cierto —dijo a las otras dos—, ¿ustedes son?

—Son Lexi y Miranda —presentó Melissa seria—. ¿Qué te trae por Richmond Karina? Creí que no querías volver a este lugar…

—¿Húmedo y poco alegre? Recuerdo que lo llamaste —apoyó Lydia.

—Solo vine por el cumpleaños 98 de mi abuela —expresó fastidiada.

— ¿Todavía sigue viva? —Habló sorprendida Lydia quedando boquiabierta.

—Si…por desgracia la anciana sigue viva y también su malhumor.

Las cuatro la vieron impactadas por la falta de cariño en sus palabras.

—En fin, hace mucho que no nos vemos ¿Por qué no tenemos una salida de chicas?

— ¿Te refieres ahorita? —Frunció el ceño la pelirroja.

—Obvio tonta, deberíamos ir al spa…te vendría bien —sonrió—, luces muy ojerosa y un cambio de look no está de más ¡Mira esas puntas abiertas!

Melissa quedó callada con mala cara que sus amigas pudieron notar.

—Deberíamos comprar unas bebidas ¡Yo invito!

Sugirió con mucha energía y fue al mostrador para ordenar.

—Perra —despotricó y comió un bocado de su pay.

— ¿La llamaste perra?

—Si, eso hice —reviró sus ojos exasperada.

Tras unas horas las chicas se dispersaron, Karina y Lydia fueron a sus casas mientras que las demás volvieron al refugio.

—Cielos tardaron mucho —mencionó Jace al verlas entrar a la sala—, creí que se habían perdido comprando ropa…pero no veo nada.

— ¿Eres tonto o qué? —Alegó Alec— Lissa tiene el cabello liso, Miranda ahora lo tiene un poco menos rizado y Lexi…

—Cuidado con lo que vayas a decir —amenazó entrecerrando sus ojos.

—Sigue siendo igual de encantadora —sonrió sarcástico.

Todos se rieron jocosos.

—Nos encontramos con una vieja amiga de Lydia y Alice que nos hizo ir a un spa —explicó la rubia.

— ¿Quién? —intervino Liam desde la ventana de la cocina.

—Karina Webber…vino por el cumpleaños de su abuela.

— ¿Sigue viva?

Las chicas le asintieron a Liam que siguió sorprendido.

Al día siguiente Lissa y Liam paseaban por la plaza cuando Karina los vio sin disimulo, se acercó a ellos para interrogar a la pelirroja sobre su relación con Liam quien tampoco era del agrado de Karina como lo era Alice y Jackson en el pasado.

—No puedo creer que salgas con Liam —susurró alejándola de Liam—, te caía mal ¿Qué te pasó?

—Las personas cambian Karina, supéralo.

—Pero Melissa Thompson no, eras de las chicas más populares de la preparatoria, hacías fiestas increíbles y te rodeabas de gente con estilo y atractiva —siguió reprochando.

—Egocéntrica y vacía, querrás decir —alegó molesta—, personas falsas e idolatras de gente igual que ellos… como tú.

Karina abrió más sus ojos impactada por la forma en que le habló, miró de reojo a Liam con desprecio.

—No puedo creer que hayas dicho eso —fingió ofenderse—. Me das lástima, esta relación te ha lavado el cerebro.

—Mi relación con Liam no tiene nada que ver con tu espantosa actitud y tu poca capacidad para aceptar que lo que digo es verdad —reviró sus ojos y se cruzó de brazos.

—¿Cómo te atreves? —Protestó enfadada.

Karina Webber la sujetó de la muñeca para que le prestara atención a sus reclamos, pero Melissa se limitó a soltar un suspiro exasperado para después jalar su brazo para soltarse de ella y al hacerlo derramó el frappé de Karina sobre ella, quien quedó en shock; la pelirroja se dio la vuelta revirando sus ojos con fastidio y cuando escuchó el insulto de Karina no se inmutó, siguió caminando junto a Liam lejos del lugar.