Luna de Plata

Claude De Brisol

El hombre tenía sus años, sus cabellos blancos estaban atados en una coleta detrás de su nuca realmente eran muy largo, tenía una barba tupida y extensa también, a pesar de su edad tenía una postura muy firme y señorial, alto y su expresión no era la de alguien que transmitiera temor.

Lug bajo su cámara y se acercó.

_Disculpe…pensé que estaba abandonado…

El hombre dibujo una sonrisa.

_ ¿Te parece abandonado?

Lug movió su cabeza aceptando la ridiculez que había dicho

_Tiene razón pero no puede negarme que desde afuera lo parece…

_En eso te doy la razón, pero sabes-dijo acercándose más a Lug-Es una estrategia para que no invadan el lugar…Claude De Brisol._ Le ofreció su mano en forma de saludo la cual Lug respondió con respeto.-Muchos me conocen como el “viejo loco”, pero eso no debe asustarte…

_A mí me han dado apodos peores señor-bromeo Lug ante la sonrisa del hombre.

_Francés ¿verdad?

_Oui…

La puerta rechino nuevamente al entrar Valentina. Su asombró se percibió cuando se sobresaltó al ver al hombre.

_Calma compañera…el “viejo loco” es inofensivo -dijo bromeando Lug, pero a Valentina aquello no le parecía nada gracioso. Sus pasos se aceleraron y llegaron junto a Lug a quien tomó del brazo.

_Disculpe señor el es el Hijo de la señora francesa, la del proyecto, disculpe le pedí que no entrara aquí…pero no entiende-dijo entre dientes tironeando a Lug para salir de allí.

_Calma Valentina, calma, no hay problema, solo conversábamos con Lug.

_Oye quieres soltarme, el señor ha sido muy amable, no entiendo tu locura niña…

_Lug el es el señor Del Brisol…

_Sí lo sé él se presentó…

_Es el dueño de todo aquí…el contrató a tu madre…

Lug lo miró confundido, ¿qué hacia un multimillonario en aquel lugar?, por lo que tenía entendido el lugar le pertenecía a una corporación.

_No importa Valentina, entiendo tu confusión Lug, vengan acompáñenme a mi casa, conversaremos un rato.

_Le agradecemos Señor Claude pero debemos regresar ya se nos ha hecho tarde…-sugirió Valentina tironeando del brazo de Lug.

_Regresa si quieres me interés conversar con el señor De Brisol…

Valentina entrecerró sus ojos ¡que muchacho terco por dios! Pensó.

_Está bien señor pero no queremos incomodarlo-dijo Valentina mirando directamente a Lug.

_No lo harán, será bueno compartir un té y hablar con ustedes, vamos acompáñenme.

Fueron tras él. Detrás de la iglesia seguía un sendero bordeado de piedras que se perdía junto a una loma donde una frondosa arboleda rodeaba una cabaña hecha de piedra y madera. Allí un gran jardín de rosas blancas dominaba el lugar.

_Son hermosas_ dijo Valentina sintiendo el aroma increíble que despedían las mismas.

_Lo son…sin dudas perfectas-las palabras de Claude De Brisol se sintieron con la pesadez de la tristeza. La cabaña en su interior era muy acogedora. Valentina jamás había estado allí porque como había manifestado aquel lugar era prohibido. No entendía como había permitido que ellos fueran a sus dominios sabía claramente que al señor Claude no le gustaban las visitas y su abuela la castigaría sin dudas al saberlo. Pero bien ya no se podía con aquel muchachito y sus ideas.

Valentina aprovechó que el señor Claude se fue hacia la cocina.

_Estás loco, no podemos estar aquí, el detesta que vengan aquí, además-coloco su sedo en la sien dando la idea de locura-Puede ser hasta peligroso que estemos aquí dicen que le dan unos ataques que es…-Claude regreso trayendo una bandeja con masas y te.

_Bien espero que lo disfruten…y no creas lo que Valentina te dice, no estoy loco, no me dan ataques, y es verdad disfruto mi soledad, pero me permito conocer gente interesante…

_Señor yo-balbuceo Valentina.

Claude tomó su te y le ofreció una masa.

_Valentina no te preocupes tu solo repites lo que te enseñaron y es lógico que lo creas y adviertas a tu amigo…

_No es mi amigo-dijo firmemente Valentina-es un dolor de cabeza.

El comentario hizo reír a Claude.

_Mmmm veo que hay una conexión entre ustedes.

_No la hay_ insistió Valentina-Ni la necesito.

Lug mientras tanto solo disfrutaba del te y las masas como si Valentina no estuviese diciendo nada.

_Una de las características que tenemos los seres humanos es escapar de lo que sentimos, le tenemos miedo a sentir, nos asusta que los sentimientos nos dominen.

_Perdón-dijo Lug limpiándose los labios-el único sentimiento que puedo tener hacia ella es de repulsión no soporto las mujeres, ya demasiado con mi madre.

_Lo ve…-Valentina cruzo sus brazos y piernas.

_Esa postura que adoptaste es de negación pura Valentina, me recuerdas a tu abuela…_El comentario hizo que la muchacha inmediatamente tomara una postra más relajada, odiaba ser comparada con su abuela._ en tu caso Lug la palabra “repulsión” es demasiado y solo sirve para ocultar lo que en verdad sentimos.




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