Capítulo 4

REYNA

—Está será tu alcoba.

—¿No hay muchas ventanas? —pregunto abrumada —. A mí no me puede dar el sol. Soy alérgica.

—Dado que eres una vampira y tu organismo rechaza el sol, hemos instalado un cristal especial para que los rayos de sol no penetren dentro. Además para salir al exterior, te daremos una pastilla especial que dura más que el elixir.

Es de noche así que no puedo comprobar que lo que dice es cierto. Las grandes ventanas me tienen aterrada, a simple vista no puedo ver ese cristal especial que dice. Pero debe ser cierto, no tendría sentido que me muriera tan pronto.

Es ridículo que me aceptaran en este concurso solo para morir.

Ni siquiera es el primer día.

ACADEMIA PARA FUTURAS LUNAS es el nombre del reality en el que participaré. Nos han grabado mientras nos cambiaban el look, nos han hecho fotos del antes y después. Nuestra apariencia no era suficiente para ser una Luna Reina, así que han hecho cambios para que nos viéramos adecuadas para ser vistas por todo el mundo. Este vestido que llevo puesto es hermoso, pero pesa como el demonio.

—La cena será a las nueve. Alguien vendrá a acompañarla y mañana por la mañana será la presentación con el rey. Para entonces las cámaras empezarán a grabar y retransmitir las 24 horas del día. Las clases empezarán en dos días, le traeremos todo el material que necesite, podrá solicitar lo que le falte.

—Gracias.

¿También tengo que estudiar? Oh, vaya.

Entonces esto es como un reality de academia, donde tendremos que pasar pruebas, y exámenes también.

A mi no me gusta estudiar.

La mujer cierra la puerta con delicadeza, dejándome sola en esta enorme habitación.

Curioseo la estancia en busca de algo familiar, mi maleta está al borde de la cama. Es negra, por lo que destaca. Las paredes de mi nueva alcoba son de un color beige, es tan blanco que me ahogo un poco.

Estoy acostumbrada a las sombras y oscuridad. Las ventanas grandes que inician en el suelo y terminan en el techo, miden cuatro metros por lo menos. De las ventanas hay enredaderas de plantas que descienden, además de otras macetas con flores de color rosa, blanca y moradas. Las paredes son de mármol, y el suelo también.

El lujo no me permite moverme.

Y los pensamientos tampoco.

Estoy en el lugar correcto. Lo repito como cuatro veces más.

🦇

Necesito aire.

La ducha refrescante, no ha sido suficiente, no puedo tranquilizar mis nervios después de la cena tan estresante. No me han puesto nada para que pudiera comer. Así que, sigo hambrienta. Se han disculpado y me han traído un chuletón cocido.

Como es obvio no me lo he comido.

Estoy que me subo por las paredes. Una ansiedad de mil demonios. Me he puesto mi pijama que consiste en un camisón de seda color blanco, y he elegido soltar mi cabello para dejarlo con las ondas que me hicieron esas mujeres.

He colocado mis prendas en el armario que hay, pero quedan ridículas junto con los pomposos vestidos que me han regalado para lucirlos. Ya me he recorrido toda mi alcoba para examinarla, está vacía. No hay nada. Cajones que casi explotan de todas las joyas bonitas que guardan. Es como una habitación de hotel, bonita y vacía, sin vida. Con todo lo que puedes necesitar, y soñar, pero carente de esencia. Si voy a quedarme por aquí un tiempo, voy a tener que decorarla a mi estilo.

Porque es demasiado...

Clásica.

Aburrida.

A mi me gusta la oscuridad.

Lo siniestro.

Las telarañas.

Y mis mascotas las arañas.

Mi maleta negra está en medio del dormitorio, la salto cuando me aproximo al gran ventanal. Es de noche, la luna roja está en lo alto. Luna de sangre me parece que lo llaman aquí los licántropos. La tela del vestido para dormir me pica en el escote.

¿Será posible que tenga alergia a la seda?

Puede que esté metiéndome en un problema, pero no me importa.

Abro la puerta de la ventana, el aire fresco se aproxima a mi cuerpo y doy una bocanada de aire. El ambiente está húmedo, seguramente vaya a llover en la madrugada. Salgo al balcón, inspecciono primero lo que hay debajo, vi a algunos guardias merodeando dentro de nuestro palacio, así que deben haber más hay afuera.

Es extraño, porque no hay nadie.

Premio.

Puedo salir.

Aprovecho para convertirme en mi estado de murciélago. Estoy débil todavía, porque no he bebido sangre desde hace unas horas, pero tengo la energía suficiente para dar un paseo entre la noche. Se que voy a estar mejor y dormir en esa cama mullida.

Revoloteo por el jardín de nuestro palacio, observo el espacio en el que voy a vivir. Descubro que no es tan grande como yo pensaba, a unos metros de distancia, bastantes metros, hay un edificio majestuoso que parece un palacio. Tiene que ser el del rey, porque los jardines de allí son enormes, seguro hay ratones para tomar su sangre y abastecer mi sistema.

Algo mejor.

Veo un búho posado en una de las barandillas de los balcones, justo el que emite una luz desde dentro. Aleteo mis alas hasta ese palacio. La brisa de la noche golpea mi pequeño cuerpo, pero la utilizo para desplazarme más rápido por las olas del aire. Tomo impulso para proyectarme contra él, pero maldito emprende vuelo y terminó por estrellarme contra el cristal de la ventana.

Demonios.

Mi cuerpo de murciélago rebota en la ventana, termino entrando a la habitación de alguien. Pero me choco contra un caballete de madera, rompo el lienzo donde alguien estaba dibujando. La cabeza me empieza a doler como si me hubieran apretado con tanta fuerza, que mi cerebro fuera a explotar.

Cuando voy a incorporarme para salir, caigo de nuevo, no puedo ver perfectamente, mis ojos se han cegado por el golpe. Estucho una puerta abrirse, tengo que irme ya. No puedo aguantar mucho tiempo, estoy al borde de la transformación.