Luna Hechizada

Capítulo 8

Tyler

Capto la luz de la mañana iluminar la habitación, un adorable aroma a flores, una suave respiración en mi pecho, los latidos de un corazón y el dulce calor de su cuerpo, Natty dormida entre mis brazos, la cosa más hermosa que puede sucederme ahora.

Somos dos corazones rotos dándose consuelo por la pérdida de quienes amamos.

Pasó toda la noche a mi lado, dándome consuelo, palabras de aliento y un abrazo cálido y una caricia gentil; ella es la única razón por la cual puedo soportar tanto dolor. Su aroma me está matando, mi lobo interno la reclama, ruge desesperado por su hembra, deseo tanto hacerla mía, marcarla como mía y que todos sepan quién es su único dueño.

Miro su rostro apacible, sus largas pestañas, sus labios entreabiertos, es una ninfa seductora que me embriaga con su olor y enciende mis más bajos instintos.
Quiero, deseo y necesito que su cuerpo, alma y corazón sean míos así como yo solo le pertenezco a ella.

Los lobos solo amamos una vez, cuando encontramos a nuestra compañera nos unimos a ella para toda la vida, olvidando a cualquiera que haya estado en el camino.
Solos seres monógamos, esclavos de nuestras mujeres a quienes les entregamos todo lo que somos.
No puedo evitar el deseo que tengo de tocarla, de besarla; por ello me atrevo a acariciar su mejilla cosa que la hace removerse entre mis brazos y mirarme a los ojos con una bella sonrisa.

– Buenos dias Ty...estás bien?– me pregunta separándose de mí, viéndome con preocupación.

Su mano acaricia mi rostro encendiendo cada fibra de mi cuerpo con su gentil toque.

– Lo estoy, Gracias Natty por quedarte conmigo – Lo admito estoy felíz por estar con ella a mi lado, es así como quisiera amanecer cada día por el resto de la vida.

Ella corresponde con una sonrisa, que muere cuando se da cuenta que pasamos toda la noche juntos.

– Que hora es? – Dice algo confusa.
Rebusco con la mirada donde dejé el bendito móvil, nos separamos un poco en la cama para dar con el dichoso aparato.

– Las 9 de la mañana. – le digo viendo mi celular.

– Oh Dios mío. ¡Dormimos tanto! Debo irme, debo ir a ver a mi hijo. Nos vemos Ty...– responde saliendo apresuradamente.

Yo no digo nada solo la veo ponerse sus zapatos, arreglarse un poco la ropa y el cabello, cualquiera que la vea salir de mi habitación pensaría que fue una noche de sexo pero nada más lejos de la realidad.

La dejo ir porque sé que tiene una prioridad, porque dejo a su hijo para estar conmigo y no puedo ser egoísta el pequeño también la necesita.

La quiero conmigo, a mi lado, cada día que me quede de vida.
Sé que debo ganarme su corazón y compartirla con su hijo aunque no puedo evitar sentir una pizca de celos. Pero ambos van a ser míos debo agradarle a su pequeño espero algún dia ganarme el amor de los dos y seamos una familia.
Una familia... Esa sola palabra me vuelve a la realidad y hace que mi dolor vuelva. 
Ya no tengo tal cosa, estamos rotos, con un vacío que no tiene fin, mis padres no están pero si mi hermano, lo único que me queda.

Me levanto tratando de llenarme de fuerzas, siempre pensé que la nieve era hermosa, verla caer siempre me dio alegría y ahora todo ha cambiado.

Cada copo de nieve que cae parece una lágrima de mi alma.

Cierro los ojos intentando aferrarme a que tengo seres a quienes amo todavía a mi lado, por quienes debo seguir.
Cada paso es difícil para mí, mi día es silencioso y gris, me desnudo sintiendo nada, me meto bajo el agua fría y no siento nada, ni siquiera me di cuenta de la temperatura, estoy aquí y a la vez no estoy.

Sé que estoy llorando pero mis lágrimas se confunden con el agua, cierro la llave cuando creo que ha sido suficiente, busco la toalla para secarme.

Todo es mecánico.

Como sigues tú vida después de perder a quienes amas, cuando vuelves a ser tu mismo. Busco la ropa que usaré y procedo a cambiarme e ir a buscar a Ethan, mi querido hermano menor debo verlo, sé que está sufriendo pero no deja que nadie se acerque a él.

Tuvimos que sedarlo, no dejaba de abrazar el cuerpo de mamá, el recordarlo tan indefenso aferrándose a la mujer que nos dio la vida hace que llore de nuevo.
Una vez listo y un poco más sereno camino hasta su habitación, pero no está ahi, esta limpia como si no hubiera pasado la noche aquí.

Me preocupo por ello, no quiero pensar que ha hecho una locura, mi corazón me lo advierte. Busco en el despacho de papá, pero tampoco está ahí, es raro en él.
Tal vez, solo tal vez ya decidió salir a ver la manada, quiero pensar que es así mientras sigo buscándolo pero no lo encuentro sólo veo a James quien ha estado ayudando mucho en reconstruir las piezas de la manada mientras Ethan se prepara para asumir su cargo de Alfa. Lo cual debe ocurrir pronto ya la manada necesita uno para seguir adelante, y volver a ser lo que era.

– James has visto a mi hermano, estoy preocupado no lo veo por ningún lado llevo rato buscándolo. – Miro alrededor de las cabañas, algunos hombres trabajan duro por arreglar sus casas por el frío invierno.

– Buenos días a ti también. – Lo miro mal – Salió esta mañana se fue a reunir con el consejo de ancianos, Ian lo acompañó.–

James mueve sus hombros con desinterés, no cree que el consejo sea útil pues hasta el día de hoy nadie ha venido a darnos apoyo por lo sucedido.

– ¿Porque? James han pasado solo tres días del ataque porqué dejar sola la manada – esto es raro en Ethan eso es muy arriesgado e irresponsable de su parte, es nuestro alfa y guía de ahora en adelante.

– Está planeando reunir fuerzas con otras manadas para su plan de venganza – contesta James serio ambos sabemos que ahora el dolor de Ethan solo lo hace desear destruir a quién nos atacó, lo entiendo yo siento lo mismo pero la verdad me preocupa mi hermano menor.

Su dolor se está transformando en odio, algo me dice que puede perderse en su deseo de venganza y yo no puedo perder a nadie más.




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