*Narra Aria *
"¿Me dejarias conocerte?"...No pude responder aquella pregunta de Pablo, no podía decirle que Si pero tampoco quería decirle que No...
La realidad es que no soy un ser común, y Pablo quizás se aleje de mi si le rebelo lo que soy o lo que puedo llegar a ser... hace muchos años atras mi madre se enamoro de un hombre llamado Caín, mi madre lo describía como un hombre serio, frio y algo egoísta, pero aun así mi madre lo amo perdidamente y de ese hermoso romance pude nacer, pero como ya eh dicho, Yo no soy un ser Común, y mis padres tampoco lo son; Mi madre es Neferet, hija de Caliope y Galagos, ambos eran lideres de la manada de hombres lobos blancos del Norte, y por el contrario mi progenitor era Ízaro, hijo de Nebet y Atem,ambos lideres de la manada de los hombres lobos Negros del Sur; ambos bandos no se llevaban bien, pero trataban de mantener la paz, se dice que ambos bandos estaban en constante guerra por ocupar más territorio entre los bosques y montañas y con ello aumentar su poder autoritario, en ese entonces cuando mis padres se aventuraron a tener un romance no pensaron en las consecuencias de sus actos y solo se entregaron a sus sentimientos.
Tiempo después mi madre resulto embarazada, y en cuanto Caliope y Galagos supieron quien era el padre iniciaron una nueva guerra.Caliope mintió, diciendo que Mi padre había abusado de mi madre, aun cuando ella le aseguraba que había sido por amor. Nadie quiso entrar en razón y mi padre fue acusado por traición a los suyos y condenado a muerte.
La unica alternativa de mis padres fue huir lejos de ambas manadas, y así lo hicieron, huyeron semana tras semana, mes a mes, lograron alejarse lo suficiente como para no ser encontrados tan fácilmente y pude nacer en una pequeña cabaña escondida entre los pinos de una lejana montaña, vivimos en paz hasta el dia en que cumplí 7 años, ese dia todo acabo...porque hubo Luna llena.
Mis padres se convencieron de que ya no los buscaban y quizás hasta los habrían olvidado, pero no fue asi; la luna llena hace a los hombres lobos más hábiles, rapidos y hace que su instinto del olfato sea más agudo, esa noche los lobos nos encontraron, ambas manadas se hallaban revueltas, algunos se ayudaban y otros se miraban listos para saltar unos sobre otros, entre todos los lobos se alcanzo de divisar Caliope, mi "no muy querida abuela", la cual le había dicho a mi madre que debía eligir: Si salvaba a mi padre Yo moriría, una sangre sucia como yo no podía ser su nieta ,solo si deseaba conservar mi vida, debía matar a mi padre ella misma, mi madre hizo caso omiso y a quien trato de matar fue a Caliope, a su propia madre, pero lo único que hizo aquella acción apresurada fue desatar una masacre de hombres y mujeres lobo, durante la luna llena, todos tenemos más apariencia de animal que de humano e incluso actuamos más por instinto que por razón.
Mi padre trato de protegerme lo más que pudo, pero uno de los hombres lobos me había atrapado entre sus colmillos, mientras gritaba el nombre de mi padre pude observar toda la escena, había sangre por todos los rincones, algunos ya estaba muertos y a otros no les faltaba mucho para estarlo, la masacre duro horas, hasta que solo quedaron de pie Caliope, mi madre, mi padre y el lobo que aun me tenía entre sus colmillos...No supe nunca de que hablaron, fue una charla minuciosa y casi eterna pero...Mi madre acabo mordiendo vilmente a mi padre hasta matarlo, yo no podía creerlo, mi madre había matado a mi padre frente a mis propios ojos, vi como su sangre corría y pintaba de carmín todo el suelo.
El lobo me soltó y corri con mi madre, esta no parecía triste por lo que acababa de hacer pero su mirada estaba perdida, como si ella misma no entendiera lo que acababa de suceder.
Caliope se dio la vuelta para irse, pero no sin antes decirme "Tu harás lo que tu madre acaba de hacer a muchos inocentes...Porque eres como ella quería nieta impura"
Nunca comprendí que quizo decirme con aquellas palabras, solo se que desde aquel acontecimiento mi madre no fue la misma, pasados los años mamá y yo nos trasladamos a las grandes ciudades, ahora se vestía como una mujer extravagante, de vestidos rojos y con escotes muy pronunciados, los lobos teníamos habilidades sobrenaturales que se iban desarrollando con el paso de nuestro crecimiento, y la habilidad de mi madre era EL CONTROL, cada que miraba a un hombre le obligaba a hacer lo que ella quería, tubo muchos amantes gracias a eso, se volvió avariciosa y egoísta, durante las lunas llenas, salía a antros y discotecas, a veces no regresaba en semanas, y cuando volvía, regresaba con un terrible olor a alcohol y su ropa desecha, y así fue hasta después de varios años.
Cuando cumplí 15 años, mi madre llevo un hombre a casa, era diferente a los demás, este era muy elegante, olía bien, era una persona agradable a la vista y parecía que trataba muy bien a mi madre, pero entre mi alto nivel visual pude detectar un anillo de matrimonio,no había duda que aunque no fuera como los demás hombres que había traído mi madre, también era otro amante.
No me entrometí mucho en su relación, hasta que mamá empezó a dejarlo quedarse en casa, y con algunas semanas le permitió quedarse en casa permanentemente, me causaba curiosidad saber si era divorciado o si tenía hijos, pero no quería preguntar algo que lo incomodara.
Una noche mi madre viajo a California, y regresaría mañana en la mañana, ese dia aquel hombre se quedo en casa, nunca le había prestado atención para no ponerlo incomodo pero esa noche algo llamo mi atención. Así como mi madre puede Controlar, mi habilidad era SENTIR, yo podía sentir la energía de las personas y con ello sus emociones y sentimientos, esa noche sentí "deseo" pero no cualquier deseo...el novio de mi madre olía a lujuria...y la recargo en mi.
Entro a mi habitación y se acostó a mi lado, empezó a tocarme, yo sentía miedo, no sabia que hacer, trate de salir corriendo pero me golpeo, tenía demasiada fuerza y no pude safarme, empezó a desvestirme sin delicadeza, parecía más animal él que era un mortal, que yo que era un lobo con forma humana, me embistió unas 5 o 6 veces en una noche, me golpeaba cada que gritaba por el dolor y el asco que me hacia sentir, cuando por fin saseo sus deseos con mi cuerpo me amenazo con matar a mi madre si yo me atrevía a decirle algo, en cuanto salió, no pude mover mi cuerpo, las lagrimas se deslizaban lentamente por mis mejillas...me acurruque entre mis piernas tratando de calmar el dolor, y no solo el dolor que había entre mis piernas y el de mi cuerpo entero, sino el dolor de toda mi alma, no sabia que había echo para merecer esto. Cuando desperté en la mañana, el dolor no había desaparecido, la cama estaba manchada de algunas gotas de sangre, con un poco de esfuerzo fui hasta el baño, me quite lentamente la bata que cubría mi cuerpo y no podía para de llorar, tenía golpes por todo mi cuerpo acompañados de mordidas, mi rostro tenía un golpe enorme en mis labios;entre a la ducha con deseos de no salir del agua, aunque ni la misma agua podía limpiar lo sucia que me sentía, no se cuantas horas pase sentada en la ducha, pero al salir me encontré con el rostro preocupado de mi madre: