Luna Llena

Lobos

*Narrador*

 

El sol empezaba a caer, Pablo se sentía (aunque no quisiera reconocerlo) enamorado de la personalidad y esencia de Aria. Su percepción y deseo de la mujer que él deseaba en su vida era una mujer de carácter fuerte, coqueta, sensual y atrevida, pero en Aria no había nada de eso, ella era sumisa, su manera de hablar desprendía cierta inocencia, era tierna y algo tímida sin dejar de ser seria y directa a el momento de opinar, Pablo no dejaba de cuestionarse ¿Esto que sentía...era Amor? ¿Empezaba a desear conocerla? ¿Porque ella le hacía sentir vivo en medio de su diluvio de problemas? Aria no era común.

 

-A ver-dice Pablo mientras sigue los pasos saltones de Aria- ¿Que te gusta Leer? 

 

-De todo un poco, pero disfruto mucho leer Fantasía, ¿Te gusta leer sobre seres fantásticos?

 

-Creo que nunca e leído sobre eso, pero a Draco, mi mejor amigo, le encanta leer sobre Vampiros y Hombres lobos.

 

-Crees en los hombres lobos?-pregunto Aria observando a Pablo por el rabillo del ojo. 

 

-No lo sé, es difícil imaginar a un ser humano con mucho pelo, patas enormes y colmillos de más de 10cm-rie- Draco a veces me cuenta que son seres increíblemente grandes, que tienen mucha velocidad y su carácter cambia según la luna...a y dice que comen personas.

 

-¿Personas? Qué asco, deben saber horri...Digo...Si claro, comen carne humana...como animales comunes y corrientes-trata de disimular mirando hacia otro lado-¿Si fueran reales serias amigo de una mujer lobo?

 

-¿Una mujer lobo? Bueno creo que, ya que existe la posibilidad de que me coma, muy seguramente No.

 

-¿Y si es una mujer lobo buena que come empanadas y pizza como una persona normal?

 

-Supongo que eso sería muy extraño, se supone que son como los vampiros, solo chupan y tragan humanos, incluso creo que físicamente son muy similares.

 

-Debes leer mucho más sobre vampiros y hombres lobos Pablo, no son parecidos en absoluto, empezando por sus habilidades e incluso por sus transformaciones, un humano puede transformarse en vampiro en cualquier momento y en cualquier lugar, mientras que la transformación de un hombre lobo tiene lugar en las noches de luna llena o almenos solo en luna llena se transforma en su totalidad-Aria se coloca en frente de Pablo para empezar a caminar de espaldas y poder dirigirse a su compañero- los vampiros suelen ser fríos tanto en su forma de ser como en el tacto de su cuerpo, mientras que el hombre lobo tiene una piel cálida, un vampiro es débil ante objetos sagrados y el lobo lo es ante objetos de plata, el vampiro es ágil y puede moverse entre los arboles desde arriba como si volara, el hombre lobo es rápido y fuerte.

 

-Sabes mucho-Pablo hace un gesto de asombro- 

 

-Es...es que me gusta mucho leer sobre ese tipo de seres místicos, se me hace muy interesante.

 

-¿De verdad crees que existen?

 

-¿Porque no creer? en un mundo tan diverso, cualquier cosa es posible...pero...Si conocieras a un ser extraordinario... ¿Le temerías?

 

-Mucho, no son seres a los cuales se les describa de una forma muy agradable.

 

-Y si ¿Se equivocan? Qué tal si los lobos son buenos.

 

-Si algún día llego a conocer un lobo y me salva en lugar de devorarme quizás cambie de perspectiva, deeecho el bosque no está lejos de la ciudad y a veces se escuchan maullidos después de ciertas horas de la noche, y para ser sincero me causa bastantes escalofríos, aunque...debo admitir que son seres muy hermosos.

 

-¿Hermosos?-Aria regresa su mirada a Pablo-

 

-Sí, su pelaje es brillante y abundánte, además tienen ojos tan intenso como...como los tuyos.

 

Aria perdió el equilibrio tras escuchar esas palabras de parte de su compañero, pero para su sorpresa Pablo logro sostenerla entre sus brazos antes de que callera al piso, Pablo pudo sentir la calidez del cuerpo de Aria nuevamente, pero esta vez había quedado muy cerca de sus labios, si hubiera hablado o dicho una mínima palabra muy seguramente sus labios se habrían rozado, los Ojos se Aria brillaban con una intensidad que atraía violentamente a Pablo a querer besarla, su aliento se sentía dulce, sus labios eran pequeños y rojizos, ella lo miraba expectante de lo que podría llegar a hacer Pablo, pero a pesar de eso, Ella tampoco se alejó de él, seguía adherida a su cuello, sintiendo como los sentimientos de Pablo se controlaban cuando ella estaba tan cerca, era una combinación de amor y éxtasis que ni él ni ella comprendían.

 

-¿Van a besarse de una maldita vez o van a seguir respirando el oxígeno del otro?

El comentario hizo que Aria se sonrojara y retomara su postura agradeciéndole a Pablo por el acto, para su sorpresa cuando voltearon a ver quién era el individuo que había echo intromisión en su momento, se encontraron con Draco.

 

-¿Qué haces aquí?-pregunta Pablo un tanto confuso-

 

-Nada, vine a buscar a mi madre, pero los vi y no pude evitar ver su escenita de amor.

 

-No es nada de eso.

 

-Si claro, y yo soy un unicornio-ríe- Es más aprovechando que estoy aquí, porque no cumples tu apuesta y me traes un refresco de naranja. 

 

-Viniste por tu madre viejo, luego te doy el refresco.

 

-Hay mi abuela siempre decía que no dejes para mañana lo que puedes hacer ahora, y sé que no sacarías a pasear a una chica sin dinero, así que, yo cuido a la chica y tu ve por mi juguito, mi madre no cargara una sola bolsa de compras sin mí.

 

-Te matare maldito chantajista- le susurra Pablo antes de alejarse.

 

-Valla, se la estaban pasando muy bien-dice Draco dirigiéndose a Aria con una sonrisa coqueta.

 

-No es nada de lo que piensas...solo me sujeto para que no me lastimara.




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