Era luna llena y como noches atrás la vió salir sola, con sus tacones de aguja, una minifalda blanca y una blusa roja holgada pero que dejaba ver un pecho firme. Era una rubia despampanante con curvas bien pronunciadas, él la miraba como un depredador a su presa, tenía que tragar saliva cada vez que la veía pasar con ese contoneo de caderas. Ya llegará tu día pensaba. Él, de tes aceitunada y complexión fuerte, de manos anchas y mirada lobuna.
Amaneció sentado en el sofá pensando en aquella rubia que últimamente le quitaba el sueño. Salió a buscar el periódico de la mañana. En la primera hoja se hablaba de un asesino en serie que descuartizaba a sus víctimas con una fuerza brutal, se decía que ya iba por el tercer crimen, todas fueron encontradas en callejones y lo que más llamaba la atención era una especie de mordida en el cuello, al parecer era la firma del asesino. Leyó aquello con una taza de café y un cigarrillo. Solo un pensamiento cruzaba por su mente. Tenía que preparar todo para la próxima Luna y para aquella rubia.
Era luna llena y como otras noches la vió salir sola, esta vez la siguió. El pelo suelto le caía sobre los hombros desnudos, el vestido dejaba ver unas piernas bien tonificadas. él pudo ver algo más, con cada bamboleo de caderas se le veía el empezar de las nalgas. El escote del vestido dejaba ver parte de
la espalda, aquella piel se veía suave, era una invitación a ser tocada. Él se sentía cada vez más excitado, la adrenalina del momento lo embriagaba.
Ella al doblar a la izquierda se adentró en un callejón oscuro, solo se oía el repiquetear de sus tacones de aguja.
De momento, todo era silencio como si la ciudad durmiera. Oía el retumbar de su corazón en los oídos
caminaba con cautela. El silencio de la noche fue roto por una voz sensual. -¿quieres conocerme? Acércate más-. de repente desde la oscuridad saltó un lobo directo a su garganta, pudo esquivar el ataque del animal, pero la feroz bestia no se iba a rendir tan fácil. Volvió a arremeter contra su presa y se fundieron en un abrazo violento, hasta que el animal quedo tendido en el suelo asfixiado por las grandes manos de aquel hombre.
Al amanecer el periódico de la mañana publicaba en la primera plana. Encontrada muerta mujer
rubia en un callejón oscuro, causa del deceso, muerte por asfixia.