Capitulo 15

Odio tener que estar débil ante el, odio sentirme vulnerable pero no tengo otra opción, y este tipo al parecer no me dejara en paz hasta que me vaya con el.

— linda Isla no me hagas enojar más y apresúrate

— pero no me puedo ir así por que así, tengo una familia entiende.— trato de hacerlo razonar aun que con una bestia lo dudo.

— entiendelo tu , desde que te convertiste en mi mate yo soy tu familia — niego.

— no lo eres ni nunca lo serás — lo miro con odio.

— esas miradas no funcionan en mi, y tardate un segundo más y ya no tendré paciencia, te traeré la cabeza de tu hermano — el quiere avanzar y yo le pongo una mano deteniendo su paso.

— porfavor, me iré con usted pero inventare algo para que no se preocupen, porfavor .

— ya estuvieras — yo me voy la vuelta y no consigo dar ni 2 pasos cuando escucho;

— intenta escapar o alguna estupidez y el mocoso estará en el otro mundo antes de que te des cuenta— se me eriza la piel del miedo pero me trato de recomponer. Voy a la habitación de Owen. Este tipo no me dijo ni el pensamiento de querer escapar.

— hey — Sonrió pero trato de que no se vea fingido. El al parecer no me escucha por estar con sus auriculares. Le toco su hombro el me mira asustado.

— que susto hermana — le sonrio, al parecer no escucho nada y eso me alegra demasiado. Se quita sus auriculares.

— mira tendré que irme — frunce el ceño.

— ¿donde?

— a casa de una amiga

— de cual? — me alegra que el no se meta mucho en mi vida y no sepa el nombre de mi única amiga Jackie.

— mira me iré con ella unos días, dile a papá para que no se preocupe. — el me mira desconfiado.

— hermana ¿y el tipo que estaba en la puerta quien era? No te iras con el verdad? — niego.

— no,no,no el es ... El es hermano de esa amiga mía — me mira aun desconfiado.

— hermana eso esta raro ¿por que te vas? Papá te corrió?

— no— niego — solo que pues ya sabes que pues tengo que convivir con mis amistades, ya sabes que paso o en el trabajo o en casa y bueno — volteo los ojos — ya sabes uno hay que divertirse.

— no quiero que te vayas hermana — quiero llorar.

— no,no me iré, volveré

— ¿promesa?

— te lo prometo — Sonrió y asiento. Le doy un pico en la frente. Salgo de la habitación de Owen con el corazón roto, como lo voy a extrañar. Cuando salgo lo veo con su celular apoyado en las escaleras, aprovecho la distracción y voy por el mio. Cuando estoy cerca el quita la vista de su celular y me mira.

— ya era hora, camina — volteo los ojos y salimos de la casa, al salir veo un semejante carro parqueado, es una carro doble cabina color negro. — ¿por que te quedas allí parada? No esperaras que te abra la puerta verdad — yo volteo los ojos.

— no, para eso yo tengo manos fíjese.

— así como también tienes pies, así que camina — el sube al auto y yo vuelvo a voltear le los ojos. Me subo al auto de copiloto. El conduce y yo de tanto árbol quede loca, así qué solo cerré los ojos, aun que no me dormiría claro. No se cuanto paso pero el carro hizo una parada, yo ni me moleste en abrir los ojos, pero al poco tiempo de eso el me vuelve a hablar— ya llegamos. — yo abro los ojos y quiero volver a cerrarlos. Estamos al frente de su casa. — ve a la cocina, luego te alcanzo. — el saca su celular para hacer una llamada, al ver que no me muevo me mira — ¿que esperas? — yo me encojo de hombros y me dirijo hacia la cocina, la verdad es que tengo algo de hambre. Me siento en una de las sillas y me recuesto en la mesa. Escucho pasos así que levanto la cabeza. —¿Que quieres cenar?

— lo que sea — digo sin mucha importancia. El entrecierra los ojos.

— si te pregunto es justo para que no te traigan lo que sea. — su mirada y su cara es seria como siempre.

— ¿macarrones? — el me mira confuso.

— eso ni siquiera debería de considerarse comida— el se dirige hacia la cocina, luego sale y lo escucho subir las escaleras. Yo subo también pero a la habitación donde me e quedado, agarro mi celular y reviso el WiFi, casi brinco al ver que salen redes pero me desánimo al saber que no me se las contraseñas, ahora que me acuerdo traje el celular pero no el cargador, me pego en la frente. maldita idiota. — Isla — lo miro.

— y mis macarrones? — pregunto al ver que no trajo nada. El me mira extrañado.

— no esperaras que yo te los traiga verdad — yo lo miro igual de confundida qué el.

— pues si, la verdad eso esperaba — el parece ofendido.

— no creerás que yo siendo un hombre de traiga o sirva comida y si lo crees estas muy equivocada — volteo los ojos. Maldito machista.

— estamos en otro siglo porfavor eso ya ni existe. — el mantiene una postura seria.

— estemos en cualquier siglo la mujer siempre tiene que servirle al hombre — yo suspiro cansada.

— claro que no, eso a cambiado, ahora todo es distinto... pero claro como iba a saberlo usted si pasa entre estos árboles.

— Te equivocas, yo no solo paso aquí, conozco no solo la cuidad si no que hasta otros países que dudo que tu hayas siquiera tenido alguna posibilidad de ir — no niego que la mirada que me tiro de arriba a abajo con algo de desagrado me hizo sentir algo humillda pero no se lo hago saber solo ruedo los ojos.

— pues yo me crié en la cuidad, con pensamientos de la cuidad y uno de esos pensamientos es que el servir, cocinar o trabajar no tiene genero.

— esos pensamientos cambiaran,ya lo sabrás... — se me acerca al oido y yo me paralizo. — por ti misma.

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