Luna nueva.

Capítulo 7

Ethan

Llevo tiempo mirando por la ventana  estoy vestido y algo huraño porque la apartan de mí.

– Mi amor no te pongas así. – musita saliendo del baño con el cabello mojado y una sonrisa.

Soy como un niño ahora que se queja de que le arrebaten a su juguete favorito. No puedo evitar refunfuñar estoy por despedir a alguien.

– El Dr. Brown va a tener serios problemas. – gruño en desacuerdo mientras mi mate coloca la ropa en la cama dejando caer su bata a propósito mientras la miro embobado al ver que hay debajo.

Conozco cada centímetro de su cuerpo ahora pero no niego que verla es toda una tentación para mí y mi alfa interior que quiere saltar sobre ella.

– Creo que podrías llegar unos minutos tarde. – digo mientras me paso la lengua por los labios mirándola con deseo.

Ella sonríe traviesa llevamos menos de una semana casados y lo hemos hecho muchísimas veces pero nunca será suficiente para mí.
Me dirijo hacia ella acechándola, Bree se muerde el labio y niega sabe que eso me debilita.

– Después. – pone una mano en mi pecho para detenerme, se necesita mucho más pero se no tengo opción soy un corderito cuando se trata de ella.

Dispuesto a complacerla en lo que ella desee como y cuando lo desee. Si ella me lo pidiera pondría el mundo a sus pies pero mi mate no es una mujer vanidosa, al contrario tiene un corazón de oro.

– Esta me la cobraré luego. – dejo un beso fugaz en sus labios o no podré detenerme mi lobo esta enloqueciendo por saltar sobre ella y devorarla.

Me ha privado de su cuerpo pero aún puedo observar todo lo que me pertenece. Soy muy posesivo con mi luna y no puedo evitarlo lo llevo en la sangre, al igual que mi hambre de ella.

Resignado observo a mi luna vestirse frente a mí y suspiro al verla ponerse su ropa, porque es una enfermera muy sexy y el color blanco le queda precioso. Contrasta con su cabello rojo y las adorables pecas en su rostro producto de sus días en la ciudad donde tomaba el sol.

Me dijo que deseaba pagar algo de lo que le había dado, dijo que quería ayudar a la manada cuidando a los enfermos, a niños y ancianos. Su deseo fue altruista y algo que no necesitaba hacer siendo mi luna, pero ella decidió labrar con sus propias manos el camino como mi compañera, yo dirijo la manada y ella se involucra a un nivel más personal con todos nuestros lobos.

Mientras cursaba sus estudios se hizo muy amiga de Ivy quien está a punto de llegar por ella. Fueron dos años muy duros pues debía recuperar el tiempo perdido, pero ella así lo quiso, deseaba estar con jóvenes de su edad, debía adelantar muchisimas materias, realizar miles de examenes; las clases nocturnas y las vespertinas conjuntas fueron difíciles pero ella logró hacerlo, estoy orgulloso de ella, mi luna puede hacer lo que se proponga.

Estuve con ella estudiando cada noche, vivíamos metidos en la biblioteca, pero todo esfuerzo rindió frutos, luego con Ivy cursaron juntas la carrera de enfermería.
Tres años después yo me encargué de hacer las remodelaciones del hospital de mi manada.
Necesitábamos un lugar donde atender a los nuestros y los de la manada vecina; donde los lobos puedan ser atendidos por quienes realmente conozcan nuestras necesidades.

Damon hizo su hotel, yo un hospital de dos plantas, simplemente amplié el lugar y traje nuevos y modernos equipos. Si hubiese necesidad todos podrían venir aquí en caso de condiciones graves de salud.

Ivy es una loba de mi manada, quiere mucho a Bree y fué quien la cuidó cuando fueron a la ciudad, fueron unos meses difíciles, mi luna debió estudiar en medio de humanos me la pasaba angustiado por ella, pero le dí su espacio, además Ivy así fue como ellas se volvieron inseparables.

No es que Bree haya dejado de lado a Cassy, sólo que mientras la esposa de mi primo eligió la vida de ama de casa con sus tres hijos, Bree eligió el crecimiento profesional. No hay nada de malo en ello, cada quien eligió aquello que las hace felices, James jamás hubiera impedido algo a su compañera, estoy seguro que ambos son felices de ese modo son una familia perfecta.

Mi preciosa luna me deja un corto beso en los labios a lo cual le hago un puchero, logrando sacarle una sonrisa; sé que deberíamos darnos más mimos como pareja pero están cortos de personal y Bree es muy responsable.

La tomo de la cintura para besarla como deseo para que sepa lo mucho que la amo y que esta noche me va a pagar con creces el dejarme sólo.
Escucho una risa a mis espaldas y sé que Ivy ya llegó por ella, en efecto la pequeña loba ya está aquí vistiendo su uniforme blanco.
Ella es casi como una hermana, la pequeña Ivy jugaba conmigo a las escondidas y cada mañana se escabullia en la casa del alfa, mis padres la adoran aunque son unos líderes escepcionales, la llamábamos "pequeña revoltosa" Ian tambien lo hacía pero nos volvimos adultos y tomamos caminos distintos en la actualidad Bree es más cercana a Ivy que yo. Beso por última vez a mi luna y la dejo ir a regañadientes, ambas se saludan y caminan rumbo al hospital las veo desaparecer juntas.

"Quien fuera tu Bree" escucho le dice la loba ami compañera que me mira de reojo sonriendo lo cual me saca una sonrisa a mí también.
Nos amamos, somos felices no hay nada más que decir, podría decir que nuestra vida es perfecta y lo que más deseo es vivir cada segundo a su lado.

Suspiro resignado es tan poco lo que hay que hacer, Ian se encargó de todos mis deberes, para darnos espacio en esta luna de miel, pero olvidó buscar reemplazo para mi luna en su trabajo.

Evito quejarme sólo serán unas horas debo ocupar mi mente en algo por ello voy al despacho.

Alana

Después de una larga noche, hoy finalmente estaba en control de misma.
Me levanté temprano, me coloqué un vestido veraniego con unas sandalias blanvas y una cazadora encima saludé a mi padre y a Noah al salir de la habitación, tenían la cara larga pero no me reprocharon nada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.