Alana
No teníamos tiempo antes que las sirenas se escucharan, desconocía si habían sobrevivientes entre tanto amasijo de metal y autos volteados pero la vampira había mordido a mi hermano y yo no había sido capaz de ver, lloré en silencio mientras escuchaba como ella gimió de satisfacción al probar su sangre además del sonido que emitía al succionar con fuerza.
Se me revolvió el estómago, con lágrimas que no me permitían ver más allá esperé hasta que ella dijo que estaba hecho.
Ahora que todo estaba más enredado que nunca tomamos el taxi luego de confirmar que tristemente el conductor murió en el accidente, ella me indicó un lugar a donde había sido enviada por el vampiro que la acompañaba para esperarlo las siguientes horas. Tomé el volante mis manos me temblaban estaba adolorida y con muchas cosas en mi mente pero encendí el motor y emprendí el camino mientras iba atrás con mi hermano.
No teníamos ningún lugar a donde ir, yo estaba sola, perdida y ahora en medio de mi desesperación tenía que confiar en una vampira a la que le permití transformar a mi hermano, mi cuerpo experimentó un temblor general al recordarlo pero a pesar de tanto dolor, del olor a sangre en mi cuerpo, de las heridas sangrantes internas seguí conduciendo.
Noah había muerto, literalmente lo había hecho eso me convertía en la única sobreviviente de mi familia lo cual me dejó un sabor amargo en la boca mientras mi barbilla temblaba yo estaba muriendo desde hace tiempo lo supe porque pensé en Damon romper su corazón había sido tan doloroso para mí porque le amaba y quizás era una estúpida por enamorarme tan rápido pero no lo pude evitar.
Un hombre como Damon tan íntegro no era merecedor de tanto sufrimiento y sinembargo yo quería escaparme de mi propia vida para estar junto a él y ser eso que él necesitaba a su lado.
Miré a la vampira por el retrovisor ella también lo hacía conmigo, me removí incómoda nisiquiera sabía su nombre, traté de mirar en su regazo a mi hermano, tan pálido con sus ojos cerrados y la ropa manchada de sangre, sollocé de nuevo.
— No dejes que te afecte ahora. — volví la vista al frente estaba rota en miles de pedazos no sabía como es que seguía adelante o que me impulsaba.
— Mi nombre es...
— Alana — completó ella. — escuche como te llamaba desesperadamente intentando protegerte a pesar de que no tenía posibilidades.
— Puedo preguntarte ¿Porque...
— ¿Porque los ayudé? — dijo y yo asentí en respuesta.
— No se si realmente ésto podría considerarse ayuda pero lo ví en tus ojos y en los suyos no estaban listos para soltarse.
No dijo más y supuse que por ahora eso debía bastar pero ella volvio a hablar:
— Mi nombre es Agatha.
Asentí en respuesta ante esta extraña manera de conocernos, quizas era una tonta por confiar en ella pero alguna vez pensé lo peor de los licántropos y resultaron ser buenas personas incluso mejores que los humanos.
Ella era hermosa, su vestido elegante manchado de sangre, su cabello castaño, ojos marrones, nariz respingada y piel bronceada su maquillaje impecable y el perfume inundaba el vehículo amarillo, la estudiaba intentando no ser tan obvia estaba segura que ella sentía el peso de mi mirada pero aún así permaneció en silencio mirando por la ventana, yo seguí conduciendo hasta llevar a la vampira hasta el lugar indicado: un apartamento.
Estaba apartado de la ciudad, el lugar gritaba lujo y no habían más personas cerca, me bajé temblorosa con dolor en todo el cuerpo abrí la puerta y ella salió con el enorme cuerpo de Noah en brazos en otras circunstancias esto debió ser gracioso pero estaba tan apaleada que terminé siguiendola no tenía fuerzas mas que para sostenerme ni a donde ir con mi hermano, nos buscaban asesinos y yo me había quedado sin ideas.
Juntas colocamos a Noah en una cama, lo digo porque me encargue de colocarle una almohada bajo la cabeza a mi hermano quise acariciar su rostro, pero ella detuvo mi mano.
— ¿Que haces? — me dijo molesta.
Sus ojos me recriminaban algo pero yo aún aturdida no lo entendía y su mano me apretaba con fuerza
— Solo quiero...
— Despertará en cualquier momento no debes estar cerca.
La realidad me golpeó como un rayo, era cierto el despertaría como uno de ellos pero habían posibilidades de que me recordara.
— Es mi hermano. — trate de defender lo indefendible.
— Que ahora es vampiro, créeme lo primero que va a hacer es buscar comida y tu lo eres.
Sé que era cruel la forma en la que Agatha hablaba yo no era nisiquiera una persona para ellos era alimento pero tenía la sutil esperanza que mi hermano se resistiera a esos instintos oscuros.
— Noah... él nunca me dañaría. — dije y ella rió incrédula como si yo fuera estúpida y quizas si lo era solo estaba demasiado golpeada para que mi cerebro entendiera.
— Primero debemos calmarlo sabes que no sera fácil lo mejor que puedes hacer es mantener distancia, ve a la otra habitación puedes tomar un baño yo también lo haré.
Asentí en respuesta era lo más lógico e inteligente deseaba lavar mi cuerpo para que ella no se sintiera tentada por mi sangre aunque esperaba mi hermano la hubiese alimentado lo suficiente.
Salimos de la habitación donde estaba Noah la vampira la dejó bajo llave y dijo que iba a prestarme algo de ropa dejándome sola mientras ella salía supongo que en el auto amarillo estaba su maleta.
Bajé a la cocina, este era un lugar hermoso equipado con todo lo necesario incluso estaba limpio como si alguien lo hubiera hecho recientemente, no tenía cabeza para describirlo y tampoco desaba hacerlo necesitaba tomar un vaso de agua eran demasiadas cosas en tan poco tiempo.
Y me permití llorar sacar todo el dolor atorado en mi pecho.
En menos de 72 horas lo había perdido todo lloré por mis padres, lloré por Cristal, lloré por mi hermano sabía que iba a odiarme cuando despertara, lloré por todo lo que estaba pasando.