En un mundo paralelo imaginemos a esta pareja.
Ps. No me hago responsable por cualquier triple infarto o bragas húmedas por estos dos 🔥🔥🔥🔥
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Damon
Siempre estuve pendiente de mi padre, de Bree y las pocas cosas que importaban entre ellas la mujer frente a mí a quien estuve buscando por meses desde que me volví alfa. No hubiese sobrevivido de no ser por ella a los castigos de mi padre cuando me encerraba por cualquier cosa que le disgustara, ella se arriesgaba para traerme comida, agua, incluso alguna manta vieja que serviría para calentar mi cuerpo. Tenía once años y ella ocho, pero en aquel oscuro rincón donde estaba encerrado logré conocer a mi primera amiga en el mundo, aquella que se preocupaba por mí de manera genuina. Mi padre era un tirano que no conocía la piedad y aquellos que iban en contra de sus órdenes tenían un triste final.
Por desgracia no supe de ella en meses y para cuando salí ya no era la misma niña risueña que resplandecía como un so de primavera.
Luego hui con Bree y pasé años fuera de la manada tratando de proteger a mi hermana de ser vendida a un vampiro me atraparon mientras intentaba buscar comida para ella cuando volví fui encerrado y torturado pero no revelé donde estaba mi hermana.
Lyca no era la misma, me trataba indiferente y no llegó ni una vez a visitarme a la celda antes de que mi padre me liberara. Vestía ropa dos tallas más grandes, siempre de negro y con un pésimo carácter, cuando mi padre murió y me convertí en alfa me dije a mi mismo cambiaría todo y recuperar la sonrisa de Lyca era una de mis misiones. Bree pasó a ser parte de luna hechizada y yo tenía muchas cosas que hacer empezando por elegir a mis hombres de confianza.
Lyca desapareció de la nada, pregunté qué sucedía pero nadie supo darme su paradero, se había desvanecido cual hoja al viento y a nadie le importaba, excepto a mí que iba a buscarla como loco hasta el fin del mundo si eso era posible.
Cuando me cansé de preguntar por las buenas decidí que era tiempo de cambiar torturé a su padre para entender que había pasado con ella y su confesión me hizo causarle dolor en pago a lo que causó en su hija.
La descubrió mientras me llevaba comida y la golpeó hasta romperle los huesos, no supe de ella en meses debido a que se estaba recuperando física y mentalmente y lo odié. Odié no estar para Lyca como lo estuvo para mí cuando más lo necesité.
Ella al igual que yo compartíamos a un padre hijo de puta que nos había lastimado marcando nuestro cuerpo y alma con cicatrices permanentes. Lyca no es mi compañera, pero es tan importante para mí como lo es Bree por ello obtuve una pista de ella que seguí de inmediato.
Ahora estoy frente al club donde ella viene a bailar cada noche a ofrecer un espectáculo a aquellos que paguen lo suficiente. "Éxtasis" dice en un rótulo de neón un nombre que puede darme una idea de lo que adentro sucede llevo siguiendo sus pasos y no imagino como pudo caer en este lugar. La música suena en los altavoces del lugar a cada paso que doy el olor a tabaco y alcohol se intensifica todos son humanos riendo, bebiendo y pasándola bien en este asqueroso lugar. Me abro camino entre ellos siendo el depredador que ésta noche viene a recuperar a su única amiga.
La mujer que busco está en la tarima, bailando al ritmo de una canción seductora River de Bishop Briggs empieza a sonar y Lyca se mueve al ritmo detrás de ella tubos colgando del techo y luces de colores bañan su piel dando una apariencia misteriosa sus movimientos hipnotizan a más de uno inclusive a mí que no puedo evitar ser atraído cual imán. Dos piezas de cuero la cubren, un top que oculta sus pechos y un pequeño trozo que no puedo creer sea una falda, se mueve como una diosa un espectáculo demasiado real y majestuoso para unos simples mortales. La respiración y los latidos de mi corazón sufren un colapso mi cuerpo se tensa a cada paso que doy hasta detenerme a una distancia prudente. Sus labios están pintados de rojo y se los muerde con picardía para los incautos que dejan caer dinero a sus pies como si el alma se les fuera en ello; nunca pensé que podría ver a una Lyca distinta es hermosa de una manera que no puedes describir en palabras.
Se pone de rodillas y luego baja con lentitud el torso causando revuelo a su alrededor y yo creo que me olvidé de respirar cuando veo esa pose sugerente que me obliga a cerrar la boca y tragar saliva. Este día conocí los celos no quiero que ninguno la vea, aunque no puedan tocarla escuchar las miles de obscenidades que dicen sacan un gruñido de mi cuerpo en advertencia sin embargo nadie puede oírlo por lo alto de la música, cualquier cosa que estén imaginando con ella espero no se les ocurra intentar hacer realidad. Sus ojos conectan con los míos y al principio muestran sorpresa y luego algo más oscuro sus movimientos atrevidos e insinuantes la forma en que baila sin romper el contacto visual conmigo incluso como me recorre de pies a cabeza mordiéndose el labio. Estoy jodido, vine a rescatar a la niña de mi pasado y en su lugar encuentro a una diabla vestida de cuero que está seduciéndome. Baila en el tubo con toda seguridad con movimientos ágiles que denotan su experiencia en ello los hombres silban en aprobación a sus primeras piruetas donde como una experta empieza a dar vueltas cual muñeca sexual disfrutando de moverse en la tarima haciendo de éste su santuario personal.
Sus manos se sostienen del tubo mientras parece flotar en el aire con el cabello ondeando, tiene una pierna enredada al tubo, pero pronto cae con ambas abierta cual gimnasta. Se balancea al ritmo de la música una y otra vez hasta volver a quedar en el suelo, sus manos parecen sus amantes en ése momento, se mueven por su cuello, bajando por sus pechos y sus piernas las cuales vuelve a abrir mostrándome su hilo rojo, se olvida de todos en el escenario es solo ella y yo en una lucha de miradas que está despertando deseos prohibidos entre nosotros.
Incendia el lugar con ese cuerpo que se mantenía oculto debajo de su ropa holgada y quiero gruñir al verla como me da la espalda para mostrar su trasero en pompa cuando vuelve a quedar frente al tubo al cual lame como una descarada poniéndome duro. Quiero ser yo en su lugar, mis manos pican por ser las que recorren su cuerpo además de ser el único que vea toda su magnificencia. Deseo ardiente crece en su mirada que sólo puede igualarse al mío que me encuentro a nada de saltar al escenario y tomarla, mi lobo enloquece intentando salir y reclamar a la loba descarada que nos incita a desatar nuestros más oscuros deseos
Si ella supiera los sucios pensamientos que tengo de ella ahora quizás huiría o no
porque creo acaba de follarme de mil maneras con sus ojos y estoy deseoso de hacerlo una realidad. La pequeña descarada termina su acto sonriendo y con el pecho agitado, las personas se han quedado con la boca abierta y cuando reaccionan empiezan los gritos y los aplausos, ella solo hace una pequeña reverencia antes de dar la vuelta y perderse detrás del escenario, no sin antes darme una última mirada por sobre su hombro. Intentar seducir a un alfa es como pedirle al infierno te arrope y ella sabe que acaba de encender las llamas que van a consumirla.
Me muevo hacia la parte trasera del escenario buscando donde pueda estar su camerino, pero dos hombres me lo impiden.
— Tranquilo amigo, la zona de diversión es por aquel lado. — señalan por donde vine.
— Busco a una bailarina, la que se acaba de marchar.
— ¿Lyca? — dice uno y me molesta que sepan su nombre, en estos trabajos usan nombres falsos para tener privacidad en su vida personal, pero eso para la pelinegra parece no importarle.
— Ella es a quien busco.
— Ella no se acuesta con los clientes, búscate otra que lo haga por un buen dinero. — Aconsejan
No es lo que busco y sin embargo me irrita la forma que en lo dicen, aunque una parte de mí le agrada saber que no se acuesta con nadie.
— Necesito hablar con ella. — indiqué de nuevo, pero ellos negaron bloqueándome el paso.
Di un vistazo alrededor nadie nos estaba viendo tenía la ventaja de mi fuerza, ellos eran humanos aproveché para dejarlos noqueados en una silla, a simple vista con lo oscuro de este sitio, creerán que se dieron un minuto de descanso. Atravesé las puertas siguiendo el olor de la única loba en este sitio a parte de mí y al llegar al camerino adecuado empujo la puerta donde la encontré desnuda con un vestido en la mano y el rostro de sorpresa.
— Damon ¿Qué diablos haces aquí adentro? — reclama.
— Llevo rato buscándote Lyca, no sabes lo difícil que fue encontrar tu rastro.
No es que sea un tabo estar desnudos, pero siendo lobos nos acostumbramos a ello, pero algo me hace cerrar la puerta, no quiero que nadie más la vea.
— Sal de aquí Damon. — pone sus brazos en jarra, es obvio que no le cohíbe estar desnuda frente a mí.
— Necesito hablar contigo, te dejé mensajes, hice llamadas para comunicarme contigo, no quisiste responder mis recados y por ello vine en persona a buscarte.
— ¿Qué es lo que quieres?
— Soy el alfa de la manada ahora, mi padre está muerto.
— Lo lamento.
— No tienes que fingir, nadie lo lamenta ni siquiera sus hijos, pero vine aquí como alfa a pedirte te unas a mí.
— ¿Unirme?
— Quiero que seas mi beta.
— ¿Yo?
— Así es
— Estas loco.
— Tienes la capacidad para hacerlo. ̶ ella no se ve convencida y me pregunto si seguimos hablando de lo mismo.
La hembra desnuda frente a mí con un cuerpo de pecado me mira desafiante, incluso cuando está en desventaja no retrocede ni un ápice ante mi presencia. Somos lava ardiente, ella no es una damisela en problemas, ella es el problema a quien deseo consumir en mi fuego.
Coloco mi cuerpo frente al suyo, ella es más baja solo un poco no dejo de ver esos ojos hipnotizantes, su cuerpo menudo, sus pechos pequeños, sus caderas y los brazos llenos de tatuajes. La apariencia de hembra indomable me prende junto con esa boquita que me vuelve loco por morderla.
– De rodillas ante tu alfa. – ordeno.
Ella se nota que no va a cooperar eleva una ceja de manera desafiante y enloquece a mi lobo.
— ¿Que harás si me niego?
– Quizás deba darte unas nalgadas hasta que aprendas.
– A obedecer
– A quien le perteneces. – digo mirando con lujuria cada rincón de su cuerpo, el olor de su piel me embriaga y quiero hundirme en ella una y otra vez hasta que no nos queden fuerzas.
– Sigue soñando. — dice a pesar que puedo oler perfectamente su excitación y lo mojada que está por mí. Estrello mis labios con los suyos, el roce enciente algo en nuestros cuerpos, tengo el torso desnudo y el contacto de sus pechos con mi piel desata en infierno.
Mis brazos sostienen sus caderas, para evitar que escape de mí Lyca me pertenece desde que éramos niños recuerdo bien cada vez que ella intentaba llevarme comida y agua a la celda y las promesas que nos hicimos.
— Soy tu líder, tu alfa y desde hoy tu hombre. — susurro ronco.
– Demuéstralo. – me reta y quiero comerle la boca con fiereza, degustar sus labios y ver que otras partes a parte del tubo donde bailo hace minutos puede lamer en mi cuerpo. Ella definitivamente es una beta, solo una loba de su rango podría desafiarme de tal manera y quiero ponerla de rodillas y suplicar piedad,
Mi boca se estrella con la suya, no soy un debilucho que cae rendido ante otros, soy una alfa y Lyca lo va a aprender con su cuerpo en mis brazos logro tomar asiento en un sillón viejo, el sabor de ella me vuela la cabeza y jadea en mi boca cuando siente mi dureza rozar su centro, la rodeo con mas fuerza intentando fundir su cuerpo con el mío, el pantalón me empieza a apretar pues toda la sangre se ha concentrado allá abajo en el mástil que quiere salir y hundirse en esa loba seductora y descarada que hurga en mi ropa hasta encontrar mi miembro, gruño ronco cuando empieza a acariciarme de arriba abajo y en un segundo la pongo debajo de mi cuerpo y me detengo al observar sus ojos, quiero que sepa que aún puede huir si es su deseo, de lo contrario voy a tomarla por completo y nada ni nadie va a detenerme una vez la reclame porque sea solo mía.
Como respuesta obtengo sus labios reclamando los míos y mis manos se dirigen a su entrepierna, abro sus labios mojados y suaves mientras acaricio su clítoris en un suave roce, ella grita en medio de mis caricias rogando por mas e introduzco un dedo y luego otro en su húmedo coño. Esta tan mojada que baña mis dedos con sus jugos, empiezo a salir y a entrar en un ritmo que la enloquece y a mi me hace agua la boca porque deseo tanto probarla, pero ella no me lo permite porque se corre en un par de movimientos más y me vuela la cabeza el verla ahí temblando y sudando bajo mi cuerpo. Con mis dedos llenos de su corrida no aguanto las ganas de chuparlos los llevo a mi boca para probar y obtengo un delicioso manjar de dioses. Su mirada se oscurece más si es posible y en un movimiento rápido cambia de posición y se coloca a horacadas sobre mi con dificultad me quita el pantalón y con prisas le ayudo, literalmente babeo al tener su cuerpo desnudo sobre mí, Toma mi miembro con una mano y se deja caer sobre el mismo empalándose a sí misma, lo mojada que esta permite llevarme a lo más profundo de su ser, ella jadea al tenerme por completo y yo ataco sus pechos tirando con violencia de su pezón izquierdo. Ella empieza el vaivén de caderas que va a volverme loco mientras me aferro a sus caderas mientras ella se empala una y otra vez jadeando por el placer que nos embarga a los dos.
Enloquecidos de placer vuelvo a tomar control de todo deseando mas de lo que ella esta dándome, al ponerla de nuevo debajo de mi empiezo a martillar su coño golpeando en lo profundo con esmero haciéndola gemir una y otra vez mientras intenta sostenerse de mi rodeándome con sus piernas mientras no dejo de follarla. Disfruto de verla tan entregada, del sonido de nuestras pieles encontrándose, de sus gemidos, de su olor, de la liberación que exigen nuestros cuerpos. Una de mis manos va a tomarla del cuello, quero que me mire, que mire quien es quien la esta follando, sus gemidos y el rebote de sus senos me tiene ardiendo junto a ese coño goloso que me succiona de manera deliciosa. Esta mujer es mía desde ahora y para siempre; nuestras miradas se encuentran cuando con un grito se corre y yo con ella, con fuerza sin salir de ella la elevo para tener acceso a su cuello y lo muerdo marcando mi propiedad mientras ella hace lo mismo conmigo.
Eres mía Lyca y no pienso dejarte ir jamás.