Luna Oscura

Prólogo

Siempre se nos fue dicho en lo que debíamos creer, lo que estaba bien y lo que estaba mal.. Llamaban locos a los que creían más haya de la vista humana.

Dos astros, luz y oscuridad, amor, sacrificios, separaciones, reencarnaciones y tiempos.

Pasado y presente

En aquel lugar todo era oscuridad y en el reinaban las criaturas sin cuerpo ni forma, no habian palabras cómo paz o Tranquilidad, porque jamás existieron como tal.

Sin aviso alguno, una gran luz inundó aquel lugar, el velo de los siete vértices había sido rasgado y el destello de la luz inundo.

"En el principio Dios creó los cielos y la tierra. La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía por encima de las aguas.
Y dijo Dios— Hágase la luz.—  la luz se hizo. Y  Dios vio que la luz era buena; y Dios separó la luz de las tinieblas y oscuridad."

De todo aquello se desplegaron  tres cuerpos, al ver lo que su padre había creado, se inclinaron respetuosamente hacia él. Ellos serían sus tres primeras creaciones, el universo había sido iluminado y en ese momento lo entendió, ellos protegerian la luz que había creado, porque ellos pertenecían a la luz, sin embargo, el amor que pronto les tuvo a sus pequeños lo cego, no logrando  ver la verdadera realidad de su existencia.

Por fin se había creado, la luz; el amor y odio; opuestos e iguales, la alegría y la tristeza, diversión, todo aquello había dejado atrás la monotonía. La monotonía de la nada.

Uno va de la mano del otro.... Y eso nunca podrá cambiar, no importa que, no importa cuando ni donde, ambos siempre estarán enlazados.

Muchos años después.

—Tú. Mi pequeño te has castigado.
No puedo quitar tu condena. De ahora en adelante vivirás atado a la oscuridad y tinieblas; estarás  en penumbras y tu única aliada será la luz que alguna vez te caracterizó. Si lo logras captar sobrevivirás y si no, tu condena será aun más agonizante, porque siempre te esconderas. Su nombre sera borrado para las próximas generaciones. Te Amo hijo.

—Yo también, a ti y a ella— susurro esto último caminando hacia su exilió, aquel que quizás no se merecía pero la protegeria.  Y si así tenía que volverse un ser de tinieblas, que así fuera.

Y aquella luz desapareció.

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Oscuridad, eso es lo que era, nada era capaz de alumbrar el cielo nocturno.
La velocidad y los secretos se iban conforme las sombras. De un lado a otro, debía sostenerse de ella o caería.
Iban a por ella, y lo sabía, ambas lo sabían. Pero nunca dejaría que se la llevarán, la protegió desde que supo que vendría, al nacer y nunca dejaría de hacerlo, ni muerta.

—Falta poco— pensó.

Ya no podía esconderse más, tenía obligaciones, pero se aseguraría que ella estuviese a salvo, que la historia no se volviera a repetir. La mantendría siempre alejada de él, de quién la enamoró e ilusionó, no dejaría que se acercara a su niña.

Explosiones. Eso la alertó. Volteó, abrazando fuerte, y extendiendo su palma, cerró los ojos, una Luna salió de ella y golpeó aquella sombra detrás suyo mandandola lo más lejos posible.

—Las traiciones empezaron— susurro regresando a su camino.  Bajo de los aires y se centró en correr— falta poco— se reconforto.

Recuerdo aquella noche era muy fría, el sonido y el movimiento del viento lograba atemorizarme. Blanco, ¿Qué es el blanco? Y porque es tan frío. ¿Qué es el frío?
La luna esta triste, no brilla. ¿Porque no brilla? ¿Acaso es porque mamá escapa? —Moriré, hoy lo hare. Las sombras va a comerme—

—¡Paule llegaste!— exclamó la figura abriendo su puerta,  cabellos y ojos castaños, piel palida. Eso lo decribia.

— Cuida de mi hija. Alejandra. Como si fuera tuya— abrazo con más fuerza lo que traía, la niña no entendía la razón por la cual lloraba, si hace unos meses eran felices, ocultas en México, y ahora no había más  de eso. Habían huido y no tenía idea en donde estaban— no quiero que viva sufriendo. No quiero dejarla, pero tampoco puedo estar tranquila sabiendo que ella destruye lo que fue mi hogar con tal de dar conmigo. No puedo tenerla a mi lado.— aquella mujer de tez morena hablaba decidida— Haré todo lo posible para cambiar todo esto. ¿Si?— dijo dirigiéndose a la niña de 7 años.— Luka— elevó su vista a quien la miraba— ¿Lo prometes?

— ¿Reyna, sacrificara su vida por lo que alguna vez fue su hogar?

—No— hablo poniendose de pie, su mirada se veía dispuesta— lo haré  por ella. Así que, prometelo— ordenó, esté solo asintio y sin más que decir, besó la frente de la niña abrazadola con fuerza— Te Amo Alex, nunca lo olvides—  ese abrazo nunca lo olvidaría, y sin más salió de aquel lugar, no lloro más, estaba decidida y si esa era la única manera, así lo haría.  Todo por ella.

Sin poder entender lo que pasaba lloró y grito— ¡mamá!— trato de detenerla, pero ella fue detenida por aquel hombre—

Algo estaba mal y aún para su corta edad, ella lo sabía.

Salio de esa casa para jamás regresar.

—¡No te vallas!— logro soltarse tras pisarle los pies y correr trás ella.—MAMÁ. POR FAVOR SERE BUENA. MAMÁ.

Mientras era perseguida por aquel castaño, sin poder alcanzarla, grito

— ¡Ale, vuelve! ¡Es peligroso!—



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En el texto hay: vampiros, luna y sol, luna oscura

Editado: 08.11.2019

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