Luna Roja

Capitulo 30

Las mazmorras de Tomas Holler no eran de piedra fría y antorchas parpadeantes, sino de hormigón reforzado, acero y cámaras de vigilancia infrarrojas. Un laberinto subterráneo bajo su chalet suizo, donde la luz del sol nunca penetraba y el silencio era tan absoluto que se sentía como un peso físico. Allí, en la celda más profunda y aislada, Borja Torrente era un rey despojado de su corona, un fénix moribundo.

Holler no era un torturador de la vieja escuela. Sus métodos eran más insidiosos, más psicológicos. Borja no fue golpeado, no fue mutilado. Fue despojado. Despojado de sueño, de alimento nutritivo, de contacto humano, de cualquier información del mundo exterior. Día tras día, lo sometieron a interrogatorios interminables sobre sus redes, sus finanzas, sus secretos, con Holler observando desde la sombra, una figura implacable y paciente. Las voces de sus interrogadores, monótonas y repetitivas, taladraban su mente, mientras las luces estroboscópicas parpadeaban incesantemente en su celda oscura, fragmentando la realidad, desdibujando la línea entre la vigilia y el delirio.

Al principio, Borja se mantuvo desafiante, escupiendo amenazas y sarcasmo. Pero a medida que los días se convertían en semanas, su resistencia se desmoronó. Su mente, una vez un prodigio de la estrategia, comenzó a fallar. Su cuerpo se debilitó, su piel se volvió cerosa, sus ojos hundidos y febriles. El hambre y la sed se convirtieron en una constante agonía, y la falta de sueño lo llevó a alucinaciones. En sus momentos de lucidez, el odio hacia Vanessa ardía con más fuerza que nunca, pero estaba atrapado, impotente.

Finalmente, cedió. No con un grito, sino con un murmullo que apenas se oía. Los secretos de Borja Torrente, la intrincada red de su imperio, comenzaron a derramarse, letra por letra, nombre por nombre, cuenta por cuenta. Holler, con una fría satisfacción, anotaba cada detalle, desmantelando la estructura de su nuevo prisionero con la precisión de un cirujano. Borja, el magnate invencible, estaba roto, moribundo, apenas una sombra de su antiguo ser, una marioneta vacía esperando el hilo final que lo llevaría a su fin.

🦋

Mientras el imperio de Borja se desmoronaba desde las profundidades, en Ciudad Esmeralda, Gael y Emma trabajaban incansablemente. El apartamento de Gael se había transformado en un cuartel general improvisado, con mapas de conexiones, pantallas parpadeantes y el aroma constante a café. La información de Hugo, detallada y precisa, había sido el detonante que necesitaban.

Esto es genial, Hugo nos dio oro– exclamó Gael, señalando una pantalla donde se detallaban transferencias masivas entre fundaciones fantasma en las Islas Caimán y cuentas en bancos suizos. –Estas 'donaciones' son el corazón de su lavado. Y la documentación que Jonas consiguió es irrefutable–

Emma, con su experiencia en periodismo de investigación, había establecido contactos con una pequeña pero influyente red de periodistas internacionales conocida por su ética y su capacidad para sortear la censura. Su relación con Gael, cimentada por el peligro y la confianza, les daba una sinergia imparable.

He enviado los paquetes a mis contactos más fiables– explicó Emma, su rostro iluminado por la determinación. –No irán directamente a los grandes medios, pero a través de ciertos blogs y agencias de investigación independientes. La información se filtrará de forma controlada, creando una presión pública que las grandes instituciones no podrán ignorar–

Durante días, trabajaron sin descanso. Gael, recuperado casi por completo, se encargaba de analizar los flujos financieros y las estructuras corporativas, identificando los puntos de presión. Emma, con su pluma afilada y sus contactos, tejía la narrativa, exponiendo la hipocresía y la corrupción de Borja. Se alimentaban mutuamente, su amor un combustible silencioso que los impulsaba.

La primera oleada de artículos comenzó a aparecer en línea, pequeños temblores en la fachada del imperio de Borja. Luego, las agencias reguladoras de varios países comenzaron a emitir comunicados, anunciando "investigaciones preliminares" sobre transacciones sospechosas. Las cuentas bancarias vinculadas a Borja empezaron a congelarse. Los socios se inquietaban.

Es como una hemorragia lenta– dijo Gael, observando los gráficos de las finanzas de Borja desplomarse. –Sus activos están siendo inmovilizados, sus fuentes de financiación, cortadas. Sin dinero, su poder se desvanece. La guerra de Holler es directa, la nuestra es un asedio silencioso–

Emma asintió, una victoria amarga en sus ojos. –Es una victoria, Gael. Aunque no veamos a Borja pagar directamente, lo estamos desmantelando desde dentro. Y lo estamos haciendo de una manera limpia, una que Hugo aprobaría–

Su mirada se encontró con la de Gael, un momento de profunda conexión. Habían elegido el camino de la luz, el de la justicia, para luchar contra la oscuridad. Y en ello, habían encontrado una fuerza y un propósito que iba más allá de la supervivencia personal...



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En el texto hay: mafia, romance, venganza

Editado: 13.09.2025

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