Luna Roja

Capítulo 35

El hedor a humedad y metal oxidado impregnaba las mazmorras de Tomas Holler, un perfume nauseabundo que se aferraba a la piel. Vanessa estaba atada a una silla de metal fría, sus muñecas en carne viva, sus ojos fijos en la escena que se desarrollaba ante ella. La visión era una pesadilla hecha realidad, un acto de sadismo calculado por parte de Holler.

Borja, demacrado y apenas sostenido por sus propios huesos, yacía encadenado a una pared. Su cuerpo, ya debilitado por el cautiverio anterior, ahora era un lienzo para la crueldad de Holler. El magnate, con una calma aterradora, paseaba frente a él, su voz un susurro venenoso que cortaba el silencio.

Así que, Borja– dijo Holler, su tono simuladamente amistoso, mientras jugaba con un pequeño dispositivo metálico. –Has vuelto. Pensé que te había dado una lección la última vez. Pero parece que eres tan persistente como una plaga. Y tú, Vanessa– sus ojos se desviaron hacia ella, fríos y calculadores, –Tú eres el cebo perfecto para esta obra maestra–

Vanessa luchó contra sus ataduras, la desesperación amenazando con ahogarla. –¡Holler, basta!–

Holler rió, un sonido seco y sin alegría. –Oh, Vanessa, mi querida Vanessa. Creíste que podías traicionarme, ¿verdad? Creíste que podías huir. Pero yo siempre estoy un paso por delante. Y tú... tú me has dado una lección. Y ahora, Borja pagará por tu audacia–

La tortura comenzó. No fue brutalidad desmedida, sino una crueldad metódica, diseñada para desmantelar la resistencia de Borja, para romperlo frente a Vanessa. Holler usaba descargas eléctricas, interrogatorios incesantes, privación sensorial. Cada gemido de Borja era un golpe para Vanessa, cada contorsión de su cuerpo un grito silencioso en su alma.

Dime, Borja– siseó Holler, mientras una descarga eléctrica hacía que Borja se arqueara en su silla. –¿Dónde está ese dinero que escondiste?–

Borja, con la voz quebrada, apenas logró pronunciar: –No... no queda nada...–

¡Mentira!– , rugió Holler, su paciencia agotada. –Sabes que te he estado observando. Sabes que todo tiene un precio. Y el tuyo, amigo mío, ha llegado a su fin–

Las horas se convirtieron en una eternidad de tormento. Vanessa observaba, impotente, mientras la fuerza vital de Borja se desvanecía, drenada por la tortura de Holler. Vio la chispa de desafío en sus ojos extinguirse lentamente, reemplazada por una profunda tristeza y, finalmente, una resignación sombría.

Cuando Borja dejó de responder, su cuerpo inerte en las cadenas, Holler soltó una carcajada amarga. –Bueno, eso ha sido... anticlimático. Parece que el espectáculo ha terminado, Vanessa. Y ahora, solo quedas tú. Y yo–

Se acercó a Vanessa, sus ojos brillando con una malicia renovada. El horror en el rostro de Vanessa era palpable. Había sido testigo de la muerte de Borja, y ahora sentía que su propio final estaba cerca.

🦋

Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, en el corazón de una metrópolis estadounidense vibrante y caótica, Hugo recibía una llamada que sacudiría su mundo. La conexión con Denmet, aunque intensa, no había logrado disipar la preocupación persistente por los eventos en Europa.

–Hugo– la voz de Gael sonó tensa, cargada de urgencia. –Necesito que me escuches. Ha sucedido algo...–

Hugo, que se encontraba en una cafetería sintió un escalofrío. La mención de Gael, su tono, todo indicaba una gravedad inusual. –Gael, ¿qué pasa? ¿Es sobre Vanessa?–

Sí, y no– respondió Gael, su voz pesada. –Vanessa... la verdad es que no sabemos dónde está exactamente. Creemos que está en manos de Holler–

Hugo apretó la taza de café hasta que sus nudillos se volvieron blancos. La noticia de la captura de Vanessa lo golpeó con la fuerza de un puñetazo.

¿Capturada? ¡No puede ser!– exclamó, su voz subiendo, atrayendo miradas curiosas a su alrededor.

–Pero eso no es todo, Hugo– continuó Gael, su tono volviéndose más sombrío. –Ha habido un desarrollo importante aquí. Donatella Bossi... ha sido confirmada como la asesina de Atilio Khoury. Ronaldo, su amante, confesó todo. Ella fue emboscada por la policía en su mansión, pero logró escapar. Sin embargo, la persecución terminó de forma trágica–

Hugo escuchó con incredulidad mientras Gael relataba el accidente de Donatella y su muerte en el mar. La noticia era abrumadora. Borja, capturado. Vanessa, en manos de Holler. Donatella, muerta. La guerra, que pensó que estaba a punto de terminar, se había transformado en un torbellino de traiciones, muertes y capturas.

Donatella... muerta– repitió Hugo, la enormidad de todo aquello comenzando a asentarse. –Y Vanessa en manos de Holler. Gael, esto es un desastre–

Lo sé– dijo Gael, su voz resignada. –He venido a Estados Unidos porque la investigación sobre Borja y sus conexiones financieras nos ha llevado hasta aquí. Necesitamos tu ayuda, Hugo. Tu conocimiento de la red de Holler, tus contactos... eres la única persona que puede ayudarnos a sacarla de esta–

Hugo se sentó, abrumado por la información. la realidad de la situación de Vanessa era un peso insoportable. Tenía que actuar.

Dime qué necesitas, Gael– dijo Hugo, su voz firme a pesar de la conmoción. –Haré lo que sea necesario para traer a Vanessa de vuelta. Y para asegurarme de que Holler pague por todo esto.–



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En el texto hay: mafia, romance, venganza

Editado: 04.10.2025

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