Luna Roja

Capítulo 41

La noticia de la muerte de Borja, filtrada a través de los intrincados canales de información que Ronaldo había comenzado a controlar, llegó a él como un eco sombrío. Había sido un golpe sigiloso, una eliminación discreta que confirmaba sus sospechas sobre la brutalidad inherente al mundo en el que se movía. Donatella, había sembrado un jardín de intrigas y ahora, sus enemigos y sus aliados cosechaban los frutos amargos.

Ronaldo, en su nueva oficina de la mansión Bossi, sintió una mezcla de pesar y resignación al recibir la confirmación. Borja había sido sacrificado. Era un recordatorio escalofriante de los peligros que acechaban y de la necesidad de ser implacable.

Emma— dijo Ronaldo, cuando la encontró en un café discreto, lejos de las miradas indiscretas. Su tono era grave, la ligereza que había mostrado anteriormente había desaparecido. —Tengo noticias sobre Borja—

Emma, que todavía sentía la punzada de la incertidumbre sobre el paradero de Vanessa, se enderezó, su atención completamente fijada en él. —Dime. ¿Qué has descubierto?—

Está muerto, Emma— reveló Ronaldo, su mirada seria. —Borja fue asesinado. Por Holler, estoy seguro. Una eliminación para silenciarlo—

La noticia golpeó a Emma con fuerza. Borja, un hombre que había estado en el centro de la trama, ahora era una víctima más. —Dios mío. No... no me lo puedo creer—

Y eso no es todo— continuó Ronaldo, su voz adquiriendo un tono de autoridad creciente. —Con la desaparición de Borja y el ascenso de Donatella al panteón de los muertos, mi posición se ha solidificado. El testamento me ha nombrado su heredero principal. Estoy al mando ahora, Emma. Controlando sus activos, sus contactos. Y no voy a permitir que nadie se interponga en mi camino—

Emma lo miró, asimilando la magnitud de la información. Borja muerto, Ronaldo al mando del imperio de Donatella. La partida estaba cambiando drásticamente. La muerte de Borja significaba la pérdida de un posible informante, pero el ascenso de Ronaldo podría ser, paradójicamente, una nueva oportunidad.

Esto cambia muchas cosas, Ronaldo— dijo Emma, su mente trabajando a toda velocidad. —Si tienes el control de los recursos de tu amante... quizás puedas ayudarnos. Quizás puedas encontrar a Vanessa. Y detener a Holler—

Ronaldo asintió, una sombra de ambición cruzando su rostro. —Mi prioridad es consolidar mi poder. Pero si tus objetivos se alinean con los míos, si la caída de Holler beneficia mi imperio, entonces quizás encontremos un terreno común. Ahora, necesito que esto se mantenga discreto. El ascenso de un nuevo líder siempre genera turbulencias. Y no quiero que Holler se entere de mis movimientos—

🦋

Mientras tanto, en Nueva York, Gael buscaba a Hugo con una urgencia palpable. La investigación sobre Jonás había arrojado más sombras que luces, y la incertidumbre sobre Vanessa era una carga pesada. Al encontrarse con Hugo, el rostro de Gael estaba serio, cargado con la gravedad de las últimas noticias.

Hugo, tengo que decirte algo importante— comenzó Gael, su voz tensa. —Sobre Borja—

Hugo sintió un nudo en el estómago. —Dime, Gael. ¿Qué has averiguado?—

Ha muerto, Hugo— reveló Gael, su voz apagada. _

Borja fue asesinado. Parece que Holler lo eliminó para silenciarlo. Era un peón prescindible en su juego

La noticia golpeó a Hugo con la fuerza de una bofetada. Borja, una pieza clave en la investigación, había sido eliminado. Era un recordatorio brutal de la eficacia mortal de Holler y de la desesperación de su situación.

Muerto...— repitió Hugo, la palabra sonando hueca. —Eso significa que Holler está eliminando todas las pruebas. Y cada vez que nos acercamos a Vanessa, el peligro aumenta—

Gael asintió, su rostro sombrío. —Pero hay más. Algo que quizás te interese, Hugo. Ronaldo, el amante de Donatella... ha ascendido. El testamento lo ha nombrado su heredero principal. Él está al mando del imperio Bossi ahora—

Hugo escuchó atentamente, su mente tratando de conectar los puntos. Ronaldo, el heredero de Donatella, con acceso a sus vastos recursos y contactos. Y Borja, la pieza muerta de Holler. Las piezas del rompecabezas se estaban moviendo, y la situación se volvía cada vez más compleja y peligrosa.

Ronaldo...— , murmuró Hugo. —Podría ser una pieza clave. Si él controla los recursos de su madre, quizás pueda ayudarnos a encontrar a Vanessa—

Precisamente por eso— continuó Gael. —He estado rastreando sus movimientos. Y creo que la mejor opción, ahora mismo, es regresar a Ciudad Esmeralda. Necesitamos unificar fuerzas, Hugo. Necesitamos que Denmet, tú, yo y quizás incluso Ronaldo, si podemos ganarnos su confianza, trabajemos juntos. El juego de Holler se está volviendo demasiado peligroso para jugarlo solos desde aquí—

Hugo miró hacia el horizonte de Nueva York, la energía de la ciudad sintiéndose ahora lejana y ajena. Ciudad Esmeralda, su hogar, el lugar donde las cosas habían empezado, ahora parecía el único lugar donde podían reagruparse, donde podían trazar un plan de ataque más efectivo. La ausencia de Vanessa pesaba sobre él, pero la urgencia de la situación exigía una acción decisiva.

Tienes razón, Gael— dijo Hugo, su voz firme, una nueva determinación brillando en sus ojos.

Regresaremos a Ciudad Esmeralda. Necesitamos un cuartel general. Necesitamos unificar nuestras fuerzas. Y no descansaré hasta que Vanessa esté a salvo—



#6007 en Novela romántica
#875 en Thriller

En el texto hay: mafia, romance, venganza

Editado: 04.10.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.