Luna Roja

Capitulo 59

La cabeza de Gael palpitaba con una ferocidad que lo devolvía a la realidad a través de una densa neblina. Abrió los ojos, pero la oscuridad era casi total. El aire era denso, frío y con un persistente olor a humedad y óxido. Intentó moverse, pero un dolor agudo le recorrió los hombros: estaba atado. Un trapo áspero le amordazaba la boca, y sus muñecas y tobillos estaban fuertemente sujetas a una silla de metal fría y pegajosa. El sudor le resbalaba por la espalda.

Un haz de luz, débil y titilante, se encendió en algún punto lejano de la vasta extensión oscura. Era una bombilla solitaria que colgaba del techo, revelando las paredes desnudas de un almacén abandonado. Montones de cajas polvorientas se amontonaban en las esquinas, y el eco de sus propios jadeos amplificaba la sensación de soledad.

Entonces, una silueta emergió de las sombras. Alta, imponente, vestida con un traje impecable que contrastaba brutalmente con el entorno desolado. La figura se detuvo a pocos metros de Gael, y el débil resplandor de la bombilla iluminó un rostro. El rostro de Ronaldo. Una sonrisa fría y perversa se dibujó en sus labios.

—Vaya, vaya, nuestro pequeño espía finalmente despierta —dijo Ronaldo, su voz resonando con una calma aterradora en el silencio del almacén—. Pensé que necesitarías un poco más de sueño después de lo entrometido que te pusiste.

Gael forcejeó contra sus ataduras, sus ojos lanzando fuego a Ronaldo. Quería gritar, maldecir, advertir. Pero la mordaza sofocaba cualquier sonido, y el nudo en su estómago le recordaba su impotencia.

Ronaldo se inclinó, sus ojos oscuros penetrando los de Gael.

—¿Creíste que no me daría cuenta? ¿Que podrías husmear en mis asuntos y salir impune? Eres el mejor amigo de Hugo, sí, pero eso no te da inmunidad. De hecho, te pone en una posición bastante... comprometedora.

Ronaldo se enderezó, paseándose lentamente alrededor de Gael como un depredador que rodea a su presa.

—Supongo que ya sabes lo que hago, ¿verdad? Es una lástima que tu curiosidad te haya llevado a esto. Una verdadera lástima. Me gustan los hombres leales, y debo decir que tu lealtad a Hugo es admirable. Pero la lealtad a mí es lo único que tolero en mi círculo. Y tú, Gael, acabas de cruzar una línea muy peligrosa.

Gael sintió un escalofrío. Ronaldo no estaba enfadado; estaba calculando, frío. La mención de Hugo le heló la sangre. ¿Qué pasaría con Hugo? ¿Estaba él también en peligro por la imprudencia de Gael? El alma de Gael se encogió, no por su propio miedo, sino por el destino incierto de su amigo. La oscuridad del almacén parecía cerrarse a su alrededor, una prisión de sombras y la malevolencia inquebrantable de Ronaldo.

🦋

En la mansión Holler, el comportamiento de Magda se había vuelto cada vez más enigmático. Su amabilidad de siempre había sido reemplazada por una tensión palpable, una mirada furtiva que evitaba a Vanessa, y silencios que antes no existían. Vanessa no podía quitársela de la cabeza. La sensación de que Magda ocultaba algo vital la carcomía.

Una noche, cuando la mansión estaba envuelta en la oscuridad y solo el viento silbaba a través de los jardines, Vanessa decidió actuar. Se vistió con ropa oscura y ligera, sus pies descalzos sobre la alfombra para no hacer ruido. Se deslizó por los pasillos, siguiendo la débil luz de una linterna que Magda usaba con sigilo. El corazón le latía con fuerza, pero la curiosidad y el miedo la impulsaban.

Magda se dirigía al ala este de la mansión, una sección que Tomás había declarado explícitamente "fuera de los límites" para todo el personal y que, según él, estaba en constante remodelación. Vanessa nunca había visto trabajadores allí, y la idea de que Magda se aventurara en ese lugar misterioso solo aumentaba su sospecha...



#2994 en Novela romántica
#285 en Thriller

En el texto hay: mafia, romance, venganza

Editado: 18.12.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.