Perturbados.

Habían pasado varias horas y ya había limpiado todo el desastre de sangre que había hecho, ocultar los cuerpos fue mucho mas fácil de lo que pensé y en ese momento me llama Klaus diciendo que quiere que lo vea en la bodega, después de un tiempo llegue allá.

- ¿Y donde esta tu ayudante fiel?.

- Lo deje libre por hoy.

Nos acercamos al ataúd donde estaba Rebekah, pero nuestra sorpresa fue al no encontrarla allí, y al lado estaba el cadáver del guardia.

- Rebekah.- Dijo Klaus mirando hacia todos los lados.- Soy tu hermano mayor, anda hermanita por favor aparece.

Y en ese momento aparece Rebekah y le entierra una estaca.

- Vete al diablo Nick.

Klaus se quito la estaca con mucha facilidad y la dejo en el suelo.

- No sufras, sabias que no moriría.

- Pero esperaba que te doliera al menos un poco.

- Vaya.- Dije llamando la atención de Rebekah.- Que oportuno.

- ¿Elizabeth?.

- En carne y hueso.- Sonreí y sin poder reaccionar me abrazo dude en corresponderle el abrazo pero al final acepte.- Es bueno verte otra vez.- Se separo de mi.

- Estas muy cambiada y mas hermosa, pude haberte visitado si no fuera por alguien que me enterró una daga en el corazón.- Miro a Klaus.

- Ya deja el drama.

Rebekah me tomo del brazo y comenzamos a caminar.

- Que estés molesta conmigo lo voy a dejar pasar solo esta vez, te he traído una ofrenda de paz.- Miro hacia adelante.- Puedes pasar.

Stefan entro hacia la bodega.

- Stefan.- Decia Rebekah sonriente pero este ni se inmutaba.

Klaus se acerco a el y lo hipnotizo para que recuperara la memoria, Stefan miro a Rebekah y ella solo sonreía.

- Rebekah.- Comenzó acercarse a mi hermana.

- Stefan.- Interrumpió mi hermano y el nombrado miraba con asombro, al parecer si habían pasado buenos momentos con ellos.

- Te recuerdo, somos amigos.

- Eso somos, amigos.- Se acerco y miro a Rebekah- Te preguntaras porque estas aquí, Gloria me dice que tu sabes como contactar a la bruja Original.

- ¿La bruja Original?- Hable yo.

- Rebekah tiene lo que Gloria necesita.

Rebekah toco su cuello y no sintió su collar.- ¿Y mi collar?, ¿Que hiciste? nunca me lo quito.

Mire a Stefan y el me miro a mi, sabia que si yo hablaba la "Pobre" Elena estaría muerta y mas si esta Rebekah.

- No lo se, no lo toque.

- Hay que encontrarlo Nick, ahora.

- Dime que no es lo que necesita.

- Dámelo ya.

- Dime que no es lo que necesita.- Klaus grito y la agarro de los brazos.

Rebekah se soltó de su agarre y se fue al ataud a buscar su collar, Klaus esta enojado, bastante enojado y Rebekah ni se diga, al no encontrar su collar tiro el ataúd contra la pared.

Estábamos en Chicago y ya habían pasado varios días y Rebekah ya estaba bien, se había alimentado y yo le había enseñado como eran las cosas en este siglo, ahora estamos en una boutique y ella se esta probando ropa mientras que Stefan, Klaus y yo estabamos afuera bebiendo champagne.

- Creo que le falta una parte.- Hablo Rebekah desde el vestidor.

- ¿Entonces?.- Klaus ya estaba cansado de estar aquí y no lo culpo yo también quiera salir de este lugar.

Rebekah salio con un vestido negro escotado y la parte de abajo era suelta, unos tacones hacían juego con su vestimenta.

- ¿Entonces las chicas actuales se visten como prostitutas?.

- Hey yo me visto así.- La mire.- Y si fuera una prostituta no cobraría tan barato.

- Me veían feo cuando usaba pantalones.- Prosiguió ignorando mi comentario.

- Tu los usaste para que en esta actualidad no usaran nada.

- Y esta horrible música suena como un accidente de tranvía.

- Es Dance me parece.- Penso Stefan.

- ¿Por que?, ¿Danzan?.- Stefan asintió.

- Me parece que terminaron.

- ¿Y porque estas tan gruñón?.

- ¿Y porque no debería estarlo?.- Interrumpí.- Siento mi trasero cuadrado de tantas horas de estar aquí sentada.

- Tal vez.- Apoyo Klaus.- Y también necesitaba algo tuyo para que mi bruja supiera porque mis híbridos mueren, una cosa, tu collar y tu lo perdiste.

- No lo perdí.- Se excuso.- Solo no aparece hace noventa años.- Miro a Stefan.- ¿Que te parece?.

- Me gusta.- Reebekah lo miro mal.- ¿Que?.- Respondía simple.- Dije que me gusta.

- Yo se cuando mientes Stefan.- Se regreso al vestidor.

Stefan miro a Klaus y este suspiro.

- Eso buen trabajo.- Respondió mientras me servia mas champagne.

- Tu le sacaste la daga del pecho.- Se excuso.

- Ya los oí.- Grito desde el vestier.

- Oye, voy a tomar un poco de aire.- Se levanto de su puesto.

Klaus y yo asentimos y el se fue.