Mundo Fantasma.

La clase de historia fue bastante larga pues Rebekah estuvo haciéndose notar en toda la maldita hora. Ahora estamos en el campus pues Rebekah quiere audicionar para las animadoras y ya saben molestar un poco a Caroline, me pidió que audicionara con ella a lo cual me negué, ¿Yo?, ¿Con un uniforme diminuto?, no gracias, para eso voy desnuda a cualquier lado, mientras ella se iba preparando yo decidí sentarme en las gradas y ver a cual idiota humano seria mi postre el día de hoy; mientras estaba disfrutando del sol vi como una chica animaba a mi hermana.

- ¡Venga Rebekah tu puedes!.- Decia la chica emocionada.

Mi hermana agarro impulso y dio una voltereta hacia adelante sin manos y luego otra para caer al final con un perfecto split, ella sonrió para ver a Caroline y luego a mi, las chicas le aplaudían y algunos chicos le daban cumplidos. Caroline le daba una mirada de odio a Rebekah mientras algunas animadoras se acercaban a mi hermana.

 El día había pasado rápido gracias al diablo, pero no me escapaba del todo pues había una fogata de bienvenida y Rebekah quería que fuera con ella, ya saben quiere jugar a la vida humana perfecta cuando en realidad ella arranca los corazones de las personas como si fueran un objeto mas, aunque no me debería quejar al fin y acabo si no la mato yo la mata mi desgraciado e imbécil padre. Llevo puesto un vestido arriba de la rodilla suelto y unos zapatos converse blancos, Rebekah había ido por cervezas mientras yo me sentaba mirando la fogata, ¿Porque se demora tanto?, no me lo digan se debió encontrar con Stefan, si es así ya la perdí, me retracto ya llego.

- Espero que esto no sea cerveza si no sangre, digo para que te demoraras tanto.- Agarre la botella.

- Me encontré con Stefan y la perra de Elena.

- Ay que triste.- Tome de mi bebida.

- Sabes.- Se sentó al lado mio.- Quiero hacer malvaviscos.- Agarro un palo que espero que este limpio y tomo un malvavisco, y lo acerco al fuego.- ¿Lo estoy haciendo bien?.- Me pregunto.

- No se ni me interesa.- Respondí cortante. 

Damon había llegado y se hizo se sentó en la mitad de nosotras.

- ¿Te sientes viejo aquí?.- Pregunto burlona.

- Mira quien habla.- Le respondió mientras ella quitaba el malvavisco que ya estaba quemado del fuego.

- Deberían divertirme, ya me comí diez.

- Pues es que no lo entiendes, son algo duros por fuera pero por dentro.- Rebekah acerco su el malvavisco a su boca mientras Damon la miraba como un pervertido.- Yumi.

- Que rico.- Decia mientras miraba a Damon y este asentía, me voltee hacia otro lado no quiero ver eso.

- ¿Y tu Elizabeth?.- hizo que volteara a verlo.- ¿No quieres un poco?.

- No gracias, y por cierto si solo quieres hacer un trió dilo y no des tantos rodeos.- Sonreí falsamente para tomar de mi bebida.

Damon agarro dos galletas y en el centro coloco el malvavisco.

- A puesto que no has probado alguno de estos.- Se lo dio a Rebekah. 

- Pase noventa años en un ataúd.

- No es excusa.- Sonrió el pelinegro.

Se podía sentir la tensión sexual en el aire y créanme que no es lindo y mas sabiendo que se trata de ellos dos.

- ¿Porque estas tan amable?.- Hable.- Nos odias, deberías ser malo.- Me acerque a el.

- Bueno puedo ser malo.- Damon se acerco un poco mas.- Si eso te excita.

- Estas distrayéndonos.- Me levante.- ¿Porque?.

- Solo trato de ser un buen anfitrión.- Se levanto también.

Me acerque a el y con mis dedos iba tocando su pecho.

- Jamas seria una pelea justa entre nosotros Damon.- Y con el palo que Rebekah había dejado en el suelo, lo enterré en el abdomen de Damon, coloque mi cara a centímetros de la suya.- No lo olvides.- Mire a Rebekah.- Vayámonos.- Me aleje de allí con mi hermana detrás mio.

 Habíamos llegado a la mansión Loockwod, pues necesitábamos a mantener a Tyler bien alimentado como un buen perrito. Estábamos en el umbral esperando mirando a Tyler y este se dio cuenta de nuestra presencia.

- ¿Que hacen aquí?.

- Tenemos algo para ti.- Dijo Rebekah.- Un obsequio.

Traje a la chica que habíamos hipnotizado y alimentado hace un par de minutos, destape su cuello y con mis dedos toque la mordedura con sangre que tenia la chica para luego llevarlos a mi boca saboreando la sangre, Tyler respiraba pesadamente.

- Lárguense.

- ¿Seguro?.- Dije.- Creo que mi hermano querría que su Híbrido disfrutara su vida al máximo.

Tyler no aguanto y corrió hasta nosotras para luego beber del cuello de la chica.

- Buen chico.- Dije sonriendo.

Habia llegado a mi apartamento, me desnude y me coloque algo mas cómodo, estaba llena pues me había alimentado de varias personas mientras venia, me acosté en mi cama me arrope y me dormí. Entre mi sueños escuche mi celular maldije y abrí mis ojos poco a poco mientras me acostumbraba a la luz, con pereza estire mi mano hasta donde estaba mi celular aun medio dormida conteste.

- ¿Hola?.

Nadie me respondía.

- ¿Hola?.- Seguían sin responderme.- Les juro que si es un puta broma les romperé la cara.

- darling, soy yo.

Me levante de golpe, no creo que sea el, no puede ser el, es imposible.

- ¿Disculpa?.- Dije mientras mi respiración se aceleraba.

- Soy yo darling.